En la aldea
04 mayo 2024

Rosneft, el aliado de Nicolás Maduro para sortear sanciones

Más allá de la participación de Rosneft en empresas mixtas del sector petrolero y del otorgamiento de financiamientos al régimen venezolano, la gigante rusa también se encarga de colocar en el exterior el crudo de PDVSA. Las operaciones se realizan con un descuento en el precio del petróleo, que no ha sido precisado por las autoridades, pero que analistas estiman en más de 15 dólares por barril.

Lee y comparte
Redacción LGA | 30 diciembre 2019

Desde enero de 2019 la administración de presidente de Estados Unidos, Donald Trump, incrementó las sanciones contra Petróleos de Venezuela, S.A.  (PDVSA), las cuales limitan el acceso al financiamiento, así como la comercialización de hidrocarburos hacia ese país. Pese al cerco, el régimen venezolano ha logrado sortear las medidas gracias a una empresa de un país aliado: La petrolera rusa Rosneft.

En 2008, y en pleno boom de ingresos por exportaciones petroleras, el entonces presidente Hugo Chávez estrechó lazos con China y Rusia, naciones que le otorgaron financiamiento y pactaron compras de crudo y derivados. A cambio, esos países vendieron a Venezuela armamento, equipos militares, alimentos y otros productos, mientras recibían contratos en las áreas de petróleo, construcción e industria

Tras la merma de ingresos en 2015, por la caída de los precios del crudo y las dificultades de PDVSA para conseguir recursos, la necesaria ayuda financiera llegó de la mano de Rosneft, lo que ayudó a transitar un tramo crítico para el gobierno de Nicolás Maduro.

“Ecoanalítica estima que Venezuela ha destinado este año un promedio de 119.000 barriles diarios a la cancelación de la deuda con Rosneft”

Pese a que los precios del petróleo mejoraban, el desplome de la producción local y el impacto de las sanciones de Estados Unidos hacían que siguieran menguando los ingresos, por lo que en 2017 la empresa rusa siguió siendo el apoyo. 

¿Cómo ha sido esta alianza?

El inicio. PDVSA firmó en 2008 varios acuerdos de cooperación con Rosneft, donde se contempló la inversión de 20.000 millones de dólares en cinco empresas mixtas, como destacó la estatal venezolana en su balance de 2016, el último divulgado por las autoridades. Allí se decía que la producción estaba en 170.000 barriles diarios y tenía un potencial de 1 millón de barriles diarios.

Empresas mixtas. Rosneft tiene una participación de 40% en Petrovictoria, 40% en Petroperijá, y 40% en Petromonagas. En esta última, la participación era de 30% hasta 2016, luego PDVSA le dio un 10% adicional, lo que le garantizó a la petrolera venezolana unos 500 millones de dólares en ingresos. Vale decir que este acuerdo no pasó por el control de la Asamblea Nacional (AN). Adicionalmente, Rosneft tiene 10% de Petropiar, donde también está Chevron, y posee un 26% del campo Boquerón. La participación rusa se extiende a Petrozamora, en sociedad con Gazprombank.

Otras áreas. A Rosneft le otorgaron dos concesiones de gas costa afuera en 2017, Patao y Mejillones, a las cuales recientemente le fueron exonerados los pagos de impuestos por parte de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).

Anticipos. La alianza con Rosneft contempló la venta de petróleo y derivados de forma anticipada. En 2014 la petrolera rusa desembolsó a PDVSA unos 4.000 millones de dólares. En 2016 la empresa canceló 1.400 millones de dólares, y en 2017 erogó 1.000 millones más, según la información financiera de PDVSA.

“Tras el cerco impuesto por la administración Trump, Rosneft ha sido el principal comercializador del petróleo venezolano, al absorber más del 60% del crudo que luego se coloca en refinerías de la India y China”

Casi la mitad de CITGO. En medio de las necesidades financieras de PDVSA, en 2016 Rosneft le otorgó un préstamo por 1.500 millones de dólares que implicaba, como garantía, el 49% de las acciones de CITGO. La otra mitad de las acciones de la filial de PDVSA en Estados Unidos sirve de soporte a la emisión de bonos (PDVSA2020) con vencimiento en 2020. El pago de capital de esos bonos correspondiente a 2019 está en mora porque la junta administradora de la petrolera, designada por el gobierno interino de Juan Guaidó, no pudo cancelar. Ese activo, que es el más importante de Venezuela en el extranjero, por ahora está protegido -hasta enero de 2020- con una medida del Departamento del Tesoro de EE.UU.

A Rosneft se le paga. La deuda con la petrolera rusa, que fue pactada por varias vías, alcanzaba a unos 1.800 millones de dólares a inicios de este año. Hoy queda pendiente por saldar 800 millones de dólares, según la información dada por Rosneft. Aunque Venezuela y PDVSA han dejado sin atender otros compromisos de deuda, Nicolás Maduro sí ha cubierto las obligaciones con Rosneft. La firma Ecoanalítica estima que Venezuela ha destinado un promedio de 119.000 barriles diarios a la cancelación de esa deuda y que, además, Rosneft se cobra la deuda con los barriles que PDVSA envía a Nayara, refinador en India, donde la rusa tiene 49% de las acciones.

El principal comercializador. Tras el cerco impuesto por la administración Trump, Rosneft ha sido el principal comercializador del petróleo venezolano al absorber más del 60% del crudo que luego se coloca en refinerías de la India y China, tal como lo señalan reportes de agencias y firmas económicas. Las operaciones se realizan con un descuento en el precio del petróleo, que no ha sido precisado por las autoridades, pero que analistas estiman en más de 15 dólares por barril. 

¿Mayores operaciones? En el seno de la administración de Maduro se ha planteado una revisión de los contratos de las empresas mixtas a fin de permitirles a los socios de PDVSA que asuman el control de los campos petroleros, así no tengan la mayoría accionaria. Una de las favorecidas con esta estrategia sería Rosneft, con la cual las autoridades venezolanas ya sostienen conversaciones al respecto.  

Euros en efectivo. Parte de las ventas de crudo gestionadas en el medio de las sanciones han sido cobradas con euros. Volúmenes de euros en efectivo obtenidos por esta vía llegan a Venezuela desde Rusia gracias a envíos de instituciones como Gazprombank.

Lee y comparte
La opinión emitida en este espacio refleja únicamente la de su autor y no compromete la línea editorial de La Gran Aldea.
Más de Contexto