En los últimos meses, amigos, familiares y conocidos que normalmente se informan a través de redes sociales de lo que ocurre en Venezuela, me han repetido con mucha frecuencia la misma pregunta: ¿Sigue siendo Guaidó el principal líder político en el país?
Y la pregunta tiene sentido para aquellas personas que al revisar las redes sociales se consiguen con venezolanos comunes que genuinamente ansían la salida de Nicolás Maduro del poder y que al no haberse logrado aún, muestran su descontento con algunas acciones de Juan Guaidó y su entorno; pero sobre todo para aquellas que se consiguen con matrices de opinión generadas o al menos alimentadas por periodistas y analistas de medios digitales de corte “opositor” que atacan al nativo de La Guaira con igual o hasta incluso mayor fuerza que los medios y voceros del oficialismo.
La exitosa gira internacional de finales de enero y principios de febrero de 2020, parece haber respondido esa pregunta, aplazando el debate y extendiendo el “crédito” de Guaidó en la opinión pública venezolana, al menos por un tiempo.
En el estudio nacional de 800 encuestas realizado por More Consulting entre el 17 y 19 de febrero de 2020 luego de su regreso al país, se observó una importante mejoría en todas las variables relacionadas con su nivel de liderazgo. Al compararlo con el estudio nacional de mediados de enero, y en especial con el de mediados de diciembre de 2019; en este más reciente presenta un incremento considerable en los niveles de confianza y evaluación positiva sobre Guaidó, su ratificación como el legítimo presidente de la Asamblea Nacional, aumento en la percepción de que la oposición sí tiene una estrategia para sacar a Maduro del poder, y mejores expectativas de cambio político para este 2020.
La reunión con Donald Trump es por mucho, la hazaña política más sobresaliente de este periplo internacional, y la que se ha grabado con mayor fuerza en la percepción de la opinión pública local. Al pedir a los encuestados que nombraran 3 de las personalidades políticas internacionales con las que se reunió Guiadó en su reciente gira, sin leerles ninguna opción de respuesta; el 42,8% de los encuestados identificaron al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como su primera opción de respuesta (incluyendo el 55,1% de los oficialistas, 62% de los opositores, y 56,4% de los no alineados), seguido por el 5,5% de los encuestados que identificó al presidente de Colombia, Iván Duque. Con respecto a cómo los encuestados evalúan la reunión Guaidó-Trump, el 54,7% de los encuestados lo evaluaron de manera positiva (10,5% de los oficialistas, 95% de los opositores, y 52,7% de los no alineados).
Preguntamos: “¿Cuál fue la razón principal de la gira internacional de Juan Guiadó?” y “¿Cuál sería el mayor éxito de Juan Guaidó con esta gira internacional?”. En ambos casos la opción que obtuvo mayor porcentaje de menciones fue: “Aumentar la presión internacional para celebrar unas elecciones presidenciales libres y justas” con alrededor del 35% del total de encuestados se inclinaron por ella (10% de los encuestados oficialistas, 61,7% de los opositores, y 30,4% de los no alineados). Además, el 44,8% de los encuestados la percibieron de manera exitosa la gira de Guaidó (5,1% de los oficialistas, 91% de los opositores, y 33,9% de los no alineados).
Este “entusiasmo” generado por la gira internacional, incidió en el incremento de su evaluación positiva. Al indagar si consideran que la Asamblea Nacional liderada por Guaidó tiene una estrategia para enfrentar a Maduro, el 42% de los encuestados que dijo que “sí”, lo que representa un aumento de 6,2 puntos con respecto a la medición de enero de 2020.
Otra variable en la que se observó fuerte mejoría, fue en la percepción de si el 2020 comenzaba con un Guaidó más débil o más fuerte a nivel de poder político con respecto a 2019. El 50,4% de los encuestados manifestó que más fuerte, un crecimiento de 16 puntos con respecto al estudio del mes anterior.
El 48,6% de los encuestados evalúa positivamente la gestión de Guaidó como líder de la oposición, incluyendo el 36,6% que se inclina por las opciones “Excelente” o “Buena” (11 puntos de crecimiento con respecto a la medición de enero y 18 puntos con la de diciembre de 2019, entre estas dos opciones de respuesta que representan el núcleo “duro” de apoyo).
Con respecto a la pregunta de quién es el verdadero presidente de la Asamblea Nacional, el 48,8% de los encuestados afirmó que Juan Guaidó (6,4% de los oficialistas, 87,9% de los opositores, y 46,4% de los no alineados); frente al 25% de los encuestados que manifestó que es el diputado Luis Parra (65,4% de los oficialistas, 5,2% de los opositores, y 11,6% de los no alineados).
Indagamos por cuál dirigente de la oposición se siente representado (sin leer opciones de respuesta) el 32,5% de los encuestados manifestó que “Juan Guaidó” (4,6% de los oficialistas, 67,4% de los opositores, y 22,7% de los no alineados); seguido por “Leopoldo López” con 3,7% (0,5% de los oficialistas, 5,0% de los opositores, y 5,1% de los no alineados); y “María Corina Machado” con 3,3% (0,5% de los oficialistas, 5,9% de los opositores, y 3,2% de los no alineados).
Ahora bien, por las subidas y posteriores estrepitosas caídas en los niveles de apoyo en opinión pública que hemos podido medir en el pasado de figuras opositoras como Henrique Capriles, Leopoldo López y Henry Ramos Allup entre otros; debemos tener claro que ese “crédito” a Guaidó no es eterno. Por el contrario, la posibilidad de que pueda volver a caer con mucha más contundencia de lo que se observó en los meses finales de 2019 está latente, si no se avanza en cualquiera de las “opciones que están sobre la mesa” para lograr la salida de Maduro del poder.
La ratificación del apoyo de Estados Unidos y la mayoría de las principales potencias mundiales hacia su figura y la búsqueda de un cambio de gobierno, tienen especial importancia de cara a las complicadas decisiones que le tocará tomar a Juan Guaidó y al resto de la dirigencia opositora en las próximas semanas. Una de ellas, sin duda, definir cuál es el “la línea roja” que delimita las “condiciones mínimas aceptables” para participar o no en unas eventuales elecciones parlamentarias.
*Politólogo. Director de @More_Consulting