En la aldea
19 septiembre 2024

María Corina Machado, ingeniera, política, ex diputada, cofundadora de la asociación civil Súmate, y coordinadora de Vente Venezuela.

María Corina Machado: “Hay que llevar a los jerarcas del régimen a decir no tengo opción, me rindo”

La líder de Vente Venezuela teme que una acción equivocada de acercamiento y negociación pueda convertirse en una válvula de escape para el régimen de Nicolás Maduro. Por eso se planta a favor de la hoja de ruta de ‘cese a la usurpación’, ‘gobierno de transición’ y ‘elecciones libres’, porque, lo contrario, es convertir la transición en una transacción que condenaría a Venezuela. Se está haciendo frente a un sistema criminal terrorista y eso nadie lo puede perder de vista.

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Alejandro Hernández | 28 abril 2020

Polémica y enérgica, María Corina Machado es una figura clave de la oposición, que no duda al afirmar que “es inaceptable que el alto mando militar corrupto forme parte de un gobierno de transición”. No cree en las negociaciones a espaldas del país ni en la construcción de espacios que le den oxígeno a Nicolás Maduro. Desde Vente Venezuela sigue de cerca el acontecer nacional y asegura que ‘el régimen intenta hacer ver que aquí todo el mundo es corrupto, narco y ladrón, para hundirnos en el barrial asqueroso y relativizar sus delitos, lo cual es mentira e inaceptable’. Ante la interrogante de cuál es la solución, que es la pregunta que se hacen todos los venezolanos día a día, plantea que ‘es necesario socavar las columnas que sostienen al régimen, que son la represión, la propaganda y el financiamiento criminal’.

-¿Cuál es su opinión sobre las recientes decisiones del régimen de Nicolás Maduro de ocupar empresas de alimentos y de controlar precios sobre distintos rubros?

-Eso es un ataque contra la propiedad privada y contra las pocas empresas que quedan produciendo en el país, pero era previsible. Los sistemas totalitarios, ante eventos impredecibles como esta pandemia, reaccionan buscando profundizar el control que tienen sobre la sociedad, y lo hacen en tres planos: En el de la información, en el de las libertades y en el económico. En este momento la dictadura está acorralada y sistemas como el de los CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción) están fallando enormemente, lo que ha generado descontento social en zonas que eran altamente dependientes de estos mecanismos compensatorios. Por eso era inevitable que fueran a tomar el control de estas compañías que sí producen.

-Hemos visto empresarios muy importantes que han decidido aliarse con el régimen para poder subsistir.

-Convivir con el régimen significa comprometer tus valores. Esta lucha es existencial, porque, literalmente, es de vida o muerte. Aquí mataron al concejal Fernando Albán, al productor Franklin Brito y a cientos más. Al final, es una batalla que involucra riesgos: Te quitan tu empresa, tu casa, te cierran tu medio, persiguen a tu familia, te torturan; es una cosa monumental lo que enfrentamos, pero aquí no hay punto medio. Quizá algunos empresarios en su desesperación por mantener algún grado de control sobre sus instalaciones buscan algún tipo de aproximación con la dictadura, pero esto no tiene vuelta atrás. Ahora mismo el régimen no es fiable ni siquiera para sus propios aliados.

-¿Por qué usted piensa que esto no tiene vuelta atrás?

-Entender la naturaleza del régimen es fundamental para desmontarlo, si esto fuera una dictadura convencional ya habría caído, pero esto es otra cosa, tienen unos cómplices internacionales que hacen de esta estructura un conglomerado criminal, narcotraficante y terrorista, que hace inviable la subsistencia en Venezuela de cualquier sector. Por eso la única opción es enfrentarlo con toda la fuerza y consecuencias que ello implica.

“La mayor pandemia que padece Venezuela es el socialismo. Y así termina el socialismo, en hambre, violencia, en separación y destrucción de las familias”

María Corina Machado, coordinadora de Vente Venezuela

-¿Qué opina de la propuesta del secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo?

-En ese planteamiento hay muchos elementos que nosotros suscribimos, como la amplitud hacia la sociedad venezolana y la profundidad de las acciones que debe realizar un proceso de transición, para poder llegar a unas elecciones limpias, que deben tener lugar en un plazo no mayor a 12 meses. Pero también hay dos elementos con los que diferimos. El primero es que el alto mando militar continué en el poder y sea parte del gobierno de transición, eso es inaceptable; ni tampoco individuos involucrados en crímenes como violación de Derechos Humanos, narcotráfico, terrorismo o corrupción. La transición debe tener una dimensión ética muy firme.

-Y sin involucrar a este tipo de personas que usted describe, ¿es posible hacer una negociación con el régimen de Maduro?

-Es que si en el proceso de transición tienes individuos directamente involucrados en crímenes y con enormes fortunas, no habrá interés alguno en recuperar la soberanía nacional y el control territorial, porque esto implicaría combatir y desalojar a sus propios cómplices. Así como tampoco se podría construir un Estado de derecho que tenga una justicia autónoma, porque los juzgaría a ellos mismos. Además, estos individuos generan un grave problema de incentivos en las estructuras de la Fuerza Armada y de otros sectores, como los cuerpos policiales; ya que ningún capitán, teniente o mayor va a asumir ningún riesgo por devolver la democracia a Venezuela, si sabe que ese alto mando corrupto va a permanecer intocable. 

-Pero si se materializa la propuesta de Pompeo no haría falta ninguna reacción de los mandos medios de la Fuerza Armada.

-Aquí hay un sistema de mafias y los jefes de esas mafias están siendo objeto de imputaciones y sanciones; creer que van a deslindarse de este régimen, a mi modo de ver, es ingenuo.

Lo bueno, lo malo y lo feo

En la lucha democrática en Venezuela no todo ha sido acertado. Machado es capaz de hacer una mirada crítica de lo propio y de lo ajeno, incluso reconoce que le costó mucho decir que esto es una guerra contra un sistema criminal terrorista, lo que hace más complejo todo el proceso.

-Vamos a cumplir un año de los sucesos del 30 de abril, ¿cuál es su lectura de lo ocurrido ese día?

-La información que manejo es pública, pero muchos sentimos que hubo un manejo oscuro e indebido en varios aspectos; sin embargo, no tengo los insumos necesarios para poder hacer una evaluación del evento. Pero sí exijo y espero que se conozca todo lo que pasó. Mi impresión es que, inevitablemente, ese esquema iba a fracasar porque estaban involucrados testaferros, violadores de Derechos Humanos y otras redes criminales de la dictadura. No había disposición real para que ese proceso derivara en una transición como lo exige el país.

-¿Por qué no se ha podido lograr una verdadera ruptura del sector militar con el régimen de Maduro?

-Nosotros estamos entendiendo mal a la Fuerza Armada. Esa institución está en proceso de dilución y ha sufrido una penetración muy profunda por parte de la inteligencia cubana que, con tecnología rusa, ha generado un sistema de terror. Los eventos de persecución y tortura a militares, que se han perpetrado en estos tiempos, no tienen precedentes en la historia venezolana. Yo considero que no se ha logrado el desalojo de la tiranía porque se ha creído que su soporte es sólo la institución castrense y, por el contrario, aquí existe un complejo entramado de relaciones con agentes internos y externos que le transmiten a Maduro que lo único que hay que hacer es resistir al costo que sea.

-Y entonces ¿cuál es la solución?

-Al régimen le quedan tres pilares de apoyo: La represión, la propaganda y el financiamiento criminal; hay que socavar estas columnas y construir una amenaza creíble e inminente que lleve a los jerarcas de la dictadura a decir no tengo opción, me rindo.

“Cuando dicen que dejemos que Nicolás Maduro sea candidato, (…) reacciono con vehemencia, porque se estaría dejando de lado a la justicia. Antes de una reconciliación en Venezuela, tiene que haber justicia”

María Corina Machado, coordinadora de Vente Venezuela

-Es decir, ¿su opción es rendirlos y no buscar una negociación?

-Creo que es deseable que esto derive en una negociación, pero que sea efectiva y que logre la salida de Maduro. No es la cohabitación, es conquistar la libertad del país. No descarto una negociación, pero debe ser una que funcione. En estos momentos, una acción equivocada puede convertirse en una válvula de escape; y ese es el efecto nefasto que han tenido los diálogos anteriores. Por eso los enfrentamos con fuerza, porque evadían una amenaza real. Así como hay cosas que agregan fuerza, hay cosas que han sido errores y han dilatado el proceso.

-Información de Reuters habla de conversaciones entre el Gobierno interino y Maduro, ¿piensa que van mejor dirigidas que las anteriores?, ¿han tenido participación?

-El Presidente interino lo negó. Es obvio que nosotros no tenemos ninguna participación en ningún proceso de diálogo con el régimen, bajo una dinámica como la que se ha tenido hasta ahora sería darle tiempo a Maduro, que se cuenta no en horas sino en muertos. Yo pienso que no hay miedo a una intervención militar, sino a la justicia, porque todo se va a saber. Por eso cuando dicen que dejemos que Nicolás Maduro sea candidato, porque es el que más nos conviene para derrotarlo, reacciono con vehemencia, porque se estaría dejando de lado a la justicia. Antes de una reconciliación en Venezuela, tiene que haber justicia.

-Usted ha sido acertada en el diagnóstico y en la caracterización del régimen de Maduro, el problema está en la viabilidad de sus planteamientos.

-Yo eso lo entiendo, porque a mí me lo dice todo el mundo, mis hijos, los amigos y los venezolanos. Cómo, cuándo, dime los pasos… es natural. Me costó muchísimo decir que esto es una guerra entre un sistema criminal terrorista, que está dispuesto a todo para preservar el poder, y nuestras fuerzas, que son la convicción de lograr libertad, la urgencia de sobrevivir al hambre y la alianza con las democracias de Occidente, que no quieren a fuerzas iraníes, grupos terroristas islámicos y carteles de la droga apropiándose de nuestro territorio. ¿Cómo se construye la ruta de salida? Con una escalada progresiva en estos distintos planos.

-Tenemos año y medio del Gobierno interino, ¿cuál es su balance y cómo es su relación con el presidente encargado Juan Guaidó?

-El apoyo que se le ha dado al Gobierno interino y a la ruta del 233 es clara, pública y permanente. Defendimos desde el día uno que debía producirse la juramentación, y asumirse las funciones de un gobierno encargado. Creemos que la ruta planteada del ‘cese de la usurpación’, ‘gobierno de transición’ y ‘elecciones libres’ es la correcta, está vigente y es la única que nos va a poder llevar a restaurar la nación con soberanía y estabilidad económica. Pero también hemos cumplido con nuestra obligación: Alertar cuando hay errores o desvíos de los compromisos asumidos y esa ha sido nuestra posición, siempre lo hemos hecho de manera transparente.

-¿Desde cuándo no se reúne con el presidente Guaidó?

-Tengo mucho tiempo que no lo veo personalmente, hablamos hace algunas semanas por WhatsApp; sin embargo, el contacto entre el Presidente interino, y además presidente la Asamblea Nacional y nuestros diputados de la Fracción 16 de julio es continua y semanal, en las sesiones del Parlamento.

-¿Cuáles son esas pifias que cree se han cometido desde el llamado Gobierno interino? 

-Se han cometido errores muy grandes y que lamentablemente han postergado el desalojo de la dictadura. Uno de ellos fue lo ocurrido el 30 de abril, otro fue mantener, durante muchos meses, un diálogo con el régimen a espaldas del país. Me refiero a las llamadas conversaciones de Oslo y de Barbados, eso generó una gran decepción en un sector de los venezolanos, incluyéndome, porque además me enteré por las redes sociales. En tercer lugar, diría que invitar y abrir la puerta de la Asamblea a los ex diputados del Partido Socialista Unido de Venezuela, en septiembre del año pasado, fue un garrafal error. Era evidente que venían a socavar el Parlamento, yo todavía no entiendo qué fue lo que los hizo tomar una decisión tan errada.

-¿Qué destacaría de forma positiva?

-Asumir la juramentación y la ruta de ‘cese a la usurpación’, ‘gobierno de transición’ y ‘elecciones libre’, cuando mucha gente del entorno político, que incluso era cercano al presidente, se oponía, fue valiente. En segundo lugar, se ha hecho un gran esfuerzo de sensibilización de la opinión pública internacional sobre el grado de destrucción que existe en el país y la magnitud del sufrimiento que padecen la familia y la sociedad venezolana. Creo que es un avance muy importante.

-¿Cree que es correcto y viable insistir en el mantra de ‘cese a la usurpación’, ‘gobierno de transición’ y ‘elecciones libres’?

-Lo considero indispensable, lo contrario es convertir la transición en una transacción que condenaría a Venezuela.

“El régimen intenta decir que aquí todo el mundo es corrupto, narco y ladrón, para hundirnos en el barrial asqueroso y relativizar sus delitos, pero eso es mentira y es inaceptable. Aquí sobran los empresarios, militares y dirigentes políticos honestos”

María Corina Machado, coordinadora de Vente Venezuela

La crisis de fondo

Para la ex diputada y líder de Vente Venezuela la dimensión ética es el plano más importante de la transición, porque se está en pugna con un régimen que intenta enlodarlo todo y a todos, penetrando con su dinero el sistema, lo que ha afectado la evolución de algunas decisiones incluso cuando se estuvo muy cerca de lograr un punto de quiebre.

-¿Cuál es su opinión sobre cómo han manejado la pandemia tanto el régimen como el Gobierno interino?

-El régimen era predecible que convirtiera esta tragedia en un mecanismo de control social y de mentira exacerbada. Nadie les cree nada. Si las cifras que dan son verdad ¿por qué están planteando un confinamiento indefinido?, es una gran contradicción. Del lado del Gobierno interino, no hay mucho margen de acción, eso es una realidad. Sin embargo, la mayor pandemia que padece Venezuela es el socialismo. Y así termina el socialismo, en hambre, violencia, en separación y destrucción de las familias.

-En Venezuela tenemos un severo problema con la corrupción, que incluso ha quedado evidenciada hasta en las propias filas de los sectores opositores, ¿cuál es su lectura al respecto?

-Indiscutiblemente, pienso que hay un proceso que empieza con corrupción y termina evolucionando hacia crímenes todavía más graves. El dinero sucio va penetrando todo el sistema y por eso muchas cosas empiezan a hacer sentido, uno empieza a entender decisiones que se adoptaron en momentos donde estuvimos muy cerca de lograr un punto de quiebre. Quiero ser muy precisa en lo siguiente: El régimen intenta decir que aquí todo el mundo es corrupto, narco y ladrón, para hundirnos en el barrial asqueroso y relativizar sus delitos, pero eso es mentira y es inaceptable. Aquí sobran los empresarios, militares y dirigentes políticos honestos.

-Le voy a dar cuatro nombres para que usted los acompañe con una frase:

-Diosdado Cabello.

-Es un perdedor radical.

-Henrique Capriles.

-Yo creo que ha estado reiteradamente equivocado en su comprensión, tanto del régimen como de las fuerzas de la sociedad venezolana.

-Leopoldo López.

-Una persona que ha sufrido mucho. No dudo de sus propósitos, pero sí difiero de sus métodos.

-Henri Falcón.

-Es parte del sistema. Y ha sido muy dañino, porque ha pretendido mimetizarse entre las fuerzas democráticas. 

-¿No cree que en muchas oportunidades la oposición es autodestructiva?

-Aquí hay dos fuerzas en permanente despliegue. Una que hala hacia la cohabitación y el apaciguamiento; y otra que va hacia una política de alto riesgo, que, a mi modo de ver, es la que va a liberar el país. Es inútil e ingenuo creer que los corruptos van a favorecer que todas las fuerzas se canalicen en una misma dirección; también pienso que ese planteamiento, donde todo el mundo está amarrado a una sola posición, nos terminó llevando al error. Entonces yo sí creo que hay que construir una masa crítica con todos aquellos que tienen el mismo propósito, pero sabiendo que hay algunos que se infiltran para desviarnos del camino.

-Un mensaje a los venezolanos en este momento tan coyuntural.

-Nunca en estos 200 años de historia republicana hemos tenido la oportunidad de provocar una ruptura histórica. Nunca como hoy la sociedad venezolana va a valorar la propiedad privada, el emprendimiento y el trabajo productivo. Este es un país que quiere surgir sobre la base del trabajo y sobre reglas del juego claras, que cumplan todos por igual. Hay que olvidarse de PDVSA pública y de empresas del Estado, tenemos que ir hacia un proceso de privatización amplio, donde haya oportunidad para pequeños emprendedores y también para grandes transnacionales. Vamos a desarrollar fuentes de energía alternativa pero también impulsaremos el talento venezolano, y para eso necesitamos gente con valores en la conducción del país. La dimensión ética es el plano más importante de la transición.

*La fotografía fue facilitada por la entrevistada, María Corina Machado, al editor de La Gran Aldea.

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La opinión emitida en este espacio refleja únicamente la de su autor y no compromete la línea editorial de La Gran Aldea.
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