En la aldea
02 diciembre 2024

¿Van a seguir peleando?

Además de hartazgo, los venezolanos tienen la necesidad de enfocarse en sus vidas, para sobrellevar la difícil situación generada por esa crisis aguda que tiene su origen en la corrupción de sujetos como Alex Saab. ¿El régimen tendrá la mayoría de los cargos que se disputarán en el proceso electoral del 21 de noviembre, porque el liderazgo opositor no se puso de acuerdo en una estrategia para fortalecerse? Con razón la gente ha dejado de prestarles atención, total, siguen en lo mismo, quieren ser los elegidos, mejor dicho, se creen elegidos.

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Mari Montes | 26 octubre 2021

La semana pasada arrancó con la noticia de la extradición de Alex Saab. Finalmente, después de casi 500 días detenido en Cabo Verde llegó a Miami para enfrentar un juicio, acusado de lavar dinero.

Toda la semana estuvo el régimen tratando de posicionar a Saab como una especie de salvador de la patria. El aparato de propaganda se ha dedicado a hacer creer a sus adeptos, que el colombiano es un empresario que lleva alimentos a los más necesitados, “un aliado para vencer el bloqueo”… poco les importa reconocer, como hizo el Diosdado Cabello, que el hombre hace negocios con el Estado venezolano, razón por la cual no debe ejercer algún cargo público. Su nombramiento como diplomático fue una medida desesperada para evitar su extradición, cuando fue detenido en el país africano.

El portal informativo, Armando.info, el medio que se ha dedicado a publicar los casos de corrupción perpetrados por funcionarios y “empresarios” venezolanos, volvió a compartir sus documentadas investigaciones sobre la trama protagonizada por Saab. Quien quiera informarse sobre lo sucedido, tiene en esos artículos buenos argumentos para subrayar la corrupción y el control de la población a través del perverso mecanismo de llevarles comida y otros artículos, vendidos con sobreprecio, de pésima calidad nutricional y a discreción. Alex Saab hizo del hambre un negocio y el régimen la usa como instrumento de dominación.  Patéticos los testimonios vistos en algunos videos, difundidos por las redes sociales, donde claramente personas que dependen de las dádivas del gobierno de Maduro o que debe resignarse a pagar por el CLAP para tener comida en sus hogares, han sido “invitados” a mandar mensajes de apoyo a Saab. Es la dinámica perversa que aplica el régimen.

“Leer lo que dice uno del otro [Leopoldo López y Henrique Capriles], es confirmar que siguen en lo mismo, aun cuando dejan claro que están conscientes de quién es el enemigo y la necesidad de enfrentarlo en bloque”

Además de Saab, la ex enfermera que Hugo Chávez nombró Tesorera de la Nación, ClaudiaDíaz Guillén aprehendida en España, también tendrá Estados Unidos como destino y se espera que también pueda aportar información; le fueron confiscados bienes por centenares de miles de dólares. Hugo Carvajal, alias “El Pollo” comenzó a señalar a otros beneficiarios quienes presuntamente se aprovecharon de la oprobiosa red de corrupción iniciada por Hugo Chávez, según ha dicho el militar, quien fue uno de sus hombres más cercanos. Se dice que es cuestión de poco tiempo para que él también sea extraditado a Estados Unidos.

Como agregado que no puede desestimarse, a Alejandro Andrade, alias “El Tuerto”, quien también se desempeñó como Tesorero de la Nación nombrado por Hugo Chávez y quien está preso por lavado de dinero, le fue disminuida su condena en un 65%, de manera que saldrá en pocos meses, por colaborar con la investigación.

Si bien esta situación con los señalados sin duda constituye un golpe a Nicolás Maduro y compañía. Para evitar la extradición recurrieron a todo tipo de artimañas, mentiras y amenazas. Gastaron millones de dólares en su defensa y otro tanto en propaganda por el mundo entero para hacer creer que Saab, además de ser un “diplomático venezolano” es “un hombre que se ha sacrificado en beneficio de los desposeídos, víctimas del bloqueo imperialista”. Su extradición motivó a los representantes de Miraflores a levantarse de la mesa de negociación en México. No quedó ninguna duda de lo importante que es Saab para ellos, les preocupa lo que pueda decir, maneja información que puede conducir a sus operaciones. No hay que hacerse sobre expectativas, esta circunstancia no va a derrocar Maduro, pero significa bastante que un hombre que sirvió al poder de la manera que lo hizo Alex Saab, esté enfrentando la posibilidad de un juicio ante una corte en los Estados Unidos.

“De esos discursos, de esas riñas en el dugout, se aprovecha el régimen y también los que tienen tiempo tratando de equiparar los desmanes cometidos por Nicolás Maduro, con la oposición del llamado G4”

No es poca cosa saber que al menos con uno de ellos, uno muy prominente, un colaborador cuyo accionar no solo llevó comida de mala calidad a las mesas de nuestra gente, vendida con sobreprecio, sino que además acabó en una persecución judicial que terminó obligando a los periodistas de Armando.info a salir del país. A falta de la posibilidad de apresarlos, todos los días desatan a su tropa que opera en las redes sociales, para tratar de desacreditarlos. Con Roberto Deniz fueron más allá y tomaron medidas intimidatorias contra sus familiares. 

Con todo lo que es preciso decir sobre esto, tomando en consideración que en Venezuela los medios de comunicación están censurados unos, autocensurados otros, limitados en recursos y en alcance, era de esperar que la dirigencia política opositora, la que no tiene que ver con las andanzas de Saab, se hubiera dedicado a darle la dimensión y el volumen que merece este caso de corrupción multimillonaria, para contrarrestar las mentiras de los propagandistas de Maduro, de cara a los venezolanos y el mundo. Sin embargo, no fue así, optaron por sostener la pelea intestina en la que llevan años y que ha escalado a descalificaciones personales, acusaciones mutuas, indirectas, directas.

Lo que se dicen unos a otros solo acentúa el desasosiego y confunde.

Será absurdo, pero el régimen tendrá la mayoría de los cargos que se disputarán en el proceso electoral del 21 de noviembre, porque el liderazgo opositor no se puso de acuerdo en una estrategia para fortalecerse. Al contrario, regados y en pedazos, la sensación es que hubo un retroceso.

“[Mientras] ese drama de los abuelos y nietos venezolanos, imposibilitados de un abrazo verdadero, quién sabe hasta cuándo”

Parece que unos tienen qué decir a los otros y dejan de lado el verdadero objetivo, restaurar la democracia. Para decirlo en términos de beisbol, la semana pasada estuvieron lanzándoles pitcheos de práctica para montar un serio ataque, pero ellos decidieron caerse a golpes en el dugout. Enfatizo “dugout” porque de haberlo hecho en el clubhouse, no lo sabríamos, ellos se enfrentan a la vista de todos, en un alarde de torpeza que sigue mellando en la esperanza. No son pocos quienes ya no quieren saber nada de ninguno. Además de hartazgo, los venezolanos tienen la necesidad de enfocarse en sus vidas, para sobrellevar la difícil situación generada por esa crisis aguda que tiene su origen en la corrupción de sujetos como Alex Saab; y con razón han dejado de prestarles atención, total, siguen en lo mismo, quieren ser los elegidos, mejor dicho, se creen elegidos.

Leopoldo López le dio a una entrevista a César Miguel Rondón que lejos de clarificar las dudas que surgen por su constante aparición como protagonista del Gobierno interino, las acentuó. Tampoco se entiende su posición contra el proceso electoral para el cual falta menos de un mes, y el hecho de que su partido, Voluntad Popular, tenga militantes aspirando a cargos en esas elecciones. Lamentó la manera como Julio Borges presentó sus diferencias. Entiende lo inconveniente que es ese comportamiento, pero no deja de hacerlo también.

Tanto López como Henrique Capriles hicieron referencia a Alex Saab, hay que decirlo, pero lo que destacó la aparición de ambos, cada uno por su lado, es que se mantienen enfrascados en eso que el escritor Francisco Suniaga define como “pelea mellizal”.

“Alex Saab hizo del hambre un negocio y el régimen la usa como instrumento de dominación”

Henrique Capriles se explayó en críticas que ya le habíamos escuchado sobre Leopoldo López y el interinato, con sus conocidas expresiones de “gobierno de fantasía” y “PlayStation”. Tampoco es compresible que Primero Justicia siga teniendo militantes como parte del gobierno interino de Juan Guaidó, desde su génesis, avalando lo sucedido con su presencia; mientras uno de sus dirigentes principales no solo tiene objeciones. Para Capriles no existe desde el 30 de abril de 2019, sentencia que ratificó comenzando esta semana desde el programa de Vladimir Villegas en el canal de Raúl Gorrín.

Leer lo que dice uno del otro, es confirmar que siguen en lo mismo, aun cuando dejan claro que están conscientes de quién es el enemigo y la necesidad de enfrentarlo en bloque. No deja de asombrar que ambos saben que la pugna pública es dañina, pero insisten en mantener la pelea.

De esos discursos, de esas riñas en el dugout, se aprovecha el régimen y también los que tienen tiempo tratando de equiparar los desmanes cometidos por Nicolás Maduro, con la oposición del llamado G4. Reparten equitativamente la autoría del inmenso daño que han perpetrado en Venezuela desde hace 22 años. Son los que hablan de “lado y lado”, esos quienes han sido indiferentes ante las denuncias de corrupción y violaciones de derechos humanos, y tienen el tupé de manifestar dudas sobre el rol que ha jugado Alex Saab.

Entre tanto, por más esfuerzos que hagan desde Miraflores, conjuntamente con sus aliados, por pretender vender una mejoría que no es tal, mi amiga María, que despidió a su única hija hace 6 años, tuvo un nieto que nació en Estados Unidos y teme que lo verá crecer a través de Zoom, por Skype o FaceTime. Ese drama de los abuelos y nietos venezolanos, imposibilitados de un abrazo verdadero, quién sabe hasta cuándo; mientras, sigue la pelea en el dugout.

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La opinión emitida en este espacio refleja únicamente la de su autor y no compromete la línea editorial de La Gran Aldea.
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