En la aldea
19 abril 2024

Veintinueve años después del detalle

“Una fecha que me sacudió: 27 de marzo de 1994. El líder del intento de golpe de Estado de 1992 salió en libertad gracias al ‘sobreseimiento de la causa’, concedido por el entonces presidente Rafael Caldera. La decisión, dice la efemérides leída en internet, ‘fue parte de un acuerdo político con sectores de izquierda, como el MAS y el Partido Comunista de Venezuela, para lograr apoyo a su gobierno, que se iniciaba’”.

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César Miguel Rondón | 30 marzo 2023

En un principio pensé dedicar este comentario a la escalada noticiosa del entramado de corrupción que ha develado el propio gobierno contra el grupo de Tareck El Aissami, porque la rueda de prensa que dio el otro Tarek -el William Saab, Fiscal General del régimen- fue escandalosa. Este señor se nos ha presentado, entre otras falacias, como poeta y defensor de derechos humanos. Pero los poetas viven del lenguaje, lo asumen con respeto y devoción, la palabra es su único instrumento y por ello la cuidan y economizan, procurándola más contundente y precisa. Por eso, una prueba reciente de que el señor Saab tampoco es poeta, se dio en dicha rueda de prensa. Allí el elemento se enredó en una palabrería redundante y hueca, un charco de lugares comunes, para, cual vengador errante, condenar a individuos que antes fueron sus camaradas de revolución.

Viéndolo en su actuación, me vinieron las preguntas que, creo, todos nos hacemos: ¿Por qué ahora y no antes?, ¿por qué pudieron proceder criminalmente durante años, sumando miles de millones de dólares provenientes del delito, ante la vista de todos -desde Maduro para abajo- sin que nadie se diera cuenta?, ¿o es que caducó la seña de hacerse los locos? Todo es como tan artificial, tan de producción barata y de última hora. Un irónico tuit de estos días se preguntaba si los aviones incautados vinieron por partes y luego los armaron en Venezuela, o si más bien, como se acostumbra, aterrizaron en cualquiera de nuestros aeropuertos. Detalle a destacar: todos tienen matrícula venezolana YV (Yankee Victor).

“Es decir que por un interés particular del señor Caldera, léase: ‘reforzar su gobierno con el apoyo de la izquierda’, él tomó la decisión de ‘sobreseer’ la causa en contra de Hugo Chávez, quien había intentado nada menos que derrocar un gobierno establecido constitucionalmente por la voluntad mayoritaria de los venezolanos”

En fin, como apunté más arriba, iba a dedicarle estas líneas a ese escabroso tema. Pero, leyendo las efemérides, una fecha que me sacudió: 27 de marzo de 1994. Veintinueve años atrás, Hugo Chávez, el militar felón, líder del intento de golpe de Estado de 1992, salió en libertad gracias al “sobreseimiento de la causa”, concedido por el entonces presidente Rafael Caldera. La decisión, dice la efemérides leída en internet, “fue parte de un acuerdo político con sectores de izquierda, como el MAS y el Partido Comunista de Venezuela, para lograr apoyo a su gobierno, que se iniciaba”, precisamente, en aquél ya lejano 1994.

Es decir que por un interés particular del señor Caldera, léase: “reforzar su gobierno con el apoyo de la izquierda”, él tomó la decisión de “sobreseer” (según la RAE: “Poner fin a un procedimiento penal o sancionador sin llegar a una solución sobre el fondo”; en otras acepciones: “suspender, suprimir, dejar, interrumpir”) la causa en contra de Hugo Chávez, quien había intentado nada menos que derrocar un gobierno establecido constitucionalmente por la voluntad mayoritaria de los venezolanos. Visto a la distancia quizá no pase de ser un detalle, una anécdota. Lo cierto es que, veintinueve años atrás el individuo salió en libertad; y aquí seguimos, chapaleando en la desgracia que nos dejó.

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