Ceteris Paribus, el podcast de economía en español de la Universidad de Pennsylvania, contó con la participación de Leonardo Maldonado, candidato PHD de la Universidad de Minnesota, para conversar sobre su trabajo “Viviendo en la oscuridad: la pobreza rural en Venezuela” publicado en el Journal of Applied Economics. Maldonado hace uso de herramientas novedosas como son las imágenes satelitales de luminosidad nocturna, e imágenes de distribución espacial de población a una escala de 1 km2 dentro de los estados o municipios de Venezuela, para generar series de tiempo anuales de tasas de pobreza rural generadas entre 2000 y 2020.
-El colapso en las ciudades es muy palpable, pero una cifra más oscura es lo que pasa en el campo, en las zonas rurales del país, has hecho un trabajo interesante midiendo la magnitud del colapso. ¿Qué mediciones existen sobre la pobreza en Venezuela?, ¿qué tan precisos son esos cálculos?, ¿y qué has tratado de hacer en tu investigación?
-Lamentablemente los estudios que estuve consiguiendo en el proceso exploratorio previo datan de casi 30 años atrás. Hay intentos que tratan de recoger el escenario rural, pero no a niveles de estimaciones de tasas/pobreza rural como sí lo realizo en esta investigación. Hay una colaboración entre el IVIC y el Instituto Interamericano de Cooperación de la Agricultura (1994) basados en censos y mapas de pobreza, según un criterio de necesidades básicas insatisfechas. Son pocas las cifras generadoras que representan series de tiempo para reflejar la pobreza en Venezuela. Había técnicas que utilizaban la encuesta de hogares por muestreo público y oficial que dejó de aparecer a partir de 2015, y era un acercamiento que daba luces sobre qué pasaba con los niveles de pobreza. No se distinguía lo que era rural de lo urbano. Por fortuna hay una alternativa, como es Encovi, encuesta que trata de dilucidar la cara del país desde 2014. Difícil es tener cifras a detalle, a través de ella se enfoca el país como un todo. Con estos trabajos he buscado dar respuesta a esta brecha de información de literatura para Venezuela de pobreza rural. Me pareció interesante hacer uso de herramientas novedosas, imágenes satélites de luminosidad nocturna, imágenes de distribución espacial de población, a una escala de 1 km2 dentro de un estado o municipio de Venezuela para generar series de tiempo anuales de tasas de pobreza rural que abarca hasta 21 años, hice el intento de generar series de tiempo de 2000 al 2020 que para el momento de la recolección de cifras era el último año disponible.
-¿Qué te dicen esas cifras?, ¿cómo es la evaluación de esa serie de tiempo en Venezuela?
-Hay una tabla interesante que involucra los 335 municipios y todos los estados del país, y ya en la tabla se expresan las cifras de tasas de pobreza rural estimadas para el 2014-2020, los máximos y mínimos valores de 2000 al 2020, desviación estándar, promedio. En dicha tabla resaltan los estados que de alguna forma tuvieron tanto una tasa de pobreza alta como una tasa de pobreza rural baja. En términos generales diría que la tendencia general es al alza y surge de 2013 al 2014, años clave de los inicios del actual colapso económico que sufre Venezuela. Eso es confirmado en este documento. Hubo vaivenes en el camino, hay picos interesantes que surgen y expresan lo que vivió Venezuela en esos momentos, pero es seguro que en común tenemos un factor de tendencia creciente de pobreza rural. Ejemplo de eso es Amazonas con 90% de pobreza rural, y Delta Amacuro con 80%.
-¿Qué hace distinto la medición de la pobreza urbana de la pobreza rural?, ¿por qué no es general?
-Te voy a poner un caso. Este documento está basado en otro de dos autores Smith and Wills (2018). Me atrevo a usar una frase de ellos “usar la oscuridad para estimar la pobreza puede ser más sencillo que identificar la pobreza en la luz”. No hablan de cualquier tipo de pobreza, la pobreza urbana está catalogada entre dos ambientes, como centros urbanos o ciudades claves para el desarrollo del país que tiene lo que se conoce como saturación de luz; es decir, normalmente tiene presencia de luz, el acceso al servicio eléctrico puede estar “garantizado” aunque sea a través de canales informales. Ejemplo, Petare, para 2011 con 370.000 habitantes, uno de los barrios más grandes de Latinoamérica pudiera considerarse como pobreza urbana, pero dada la metodología de este estudio no puede catalogarse como pobreza rural. El uso de imágenes de luminosidad nocturna permite más que todo concentrarme en pobreza rural, pero de una manera muy interesante y te doy el contexto. Estructuralmente la electrificación es inferior en zonas rurales, principalmente porque las áreas rurales se localizan lejos de tendidos eléctricos o lejos de centros urbanos de alta intensidad de luminosidad, esto involucra altos costos de infraestructura llevar el servicio eléctrico a esas zonas y una vez que estén en allí, mantenerlo. Por lo tanto, ya el hecho de tener acceso a la electricidad en zonas rurales inmediatamente está señalizando que hubo algún esfuerzo de política para aliviar la pobreza en esa zona y que son sectores que tradicionalmente tienen difícil condición de terreno o son áreas de difícil acceso. También podemos entender que el acceso a la electricidad puede representar un retorno marginal importante para los que residen en esas zonas rurales, por ejemplo, reduciendo la recolección de leña en caso de que los residentes usen leña en su cotidianidad; generar condiciones que brindan acceso educativo extendido, de calidad; o servicios hospitalarios que no requieran una planta eléctrica o la incertidumbre de qué va a suceder, si tengo que acudir a ellos. De hecho, el paper que te comenté de Smith and Wills confirma que las personas tienden a pasar de usar, por ejemplo, querosén para iluminarse en su día a día a luz eléctrica casi de inmediato una vez dejan el umbral de la pobreza; entonces, pareciera que el tener acceso a electricidad puede ser una buena referencia para estimar la pobreza rural ¿y por qué rural y no urbana? Porque en mi documento me enfoco en la falta de intensidad de luminosidad para representar la pobreza y eso solo se consigue en zonas rurales porque como comenté, en zonas urbanas normalmente hay saturación de luz.
-Tal vez la primera conclusión es que la oscuridad es una señal de pobreza rural. Ahora alguien podría pensar que si tienes un problema en el sistema eléctrico te maximiza la medición de pobreza o te la hace más volátil este y ya no dejaría de ser un signo. ¿Cómo se resuelve este problema o qué podrías decir al respecto?
-Como bien señalas, Ángel, debo aclarar que este documento tiene al menos dos limitaciones y hay que ser muy claro en ello. En primer lugar, solo estoy hablando de una dimensión entre tantas que abarca la definición de pobreza multidimensional, sin embargo, me parece que esta dimensión puede ser relativamente importante para dar cuenta de cómo está moviéndose la pobreza total; y por otro lado, no puedo decir nada y reitero esto, sobre pobreza urbana, es un documento que se enfoca en pobreza rural. La volatilidad se expresa normalmente ante cifras de alta frecuencia, por ejemplo, en el caso de imágenes satelitales de luminosidad podemos tenerla con frecuencia mensual, pero yo estoy trabajándolas con frecuencia anual y ya eso de alguna forma mitiga el contacto de esa volatilidad. Por otro lado, usé dos fuentes de luminosidad nocturna y aunque no quiero entrar mucho en los detalles técnicos, durante el proceso de armonización y empalme de esa fuente se revelaron lo que puede conocerse como rigidez funcionales en los extremos; es decir, existe la presencia de saturación como comenté en los núcleos urbanos y eso da como un techo para la intensidad de la luminosidad, pero también se identificó lo que es un umbral usando ciertas técnicas para definir lo que era pobres rurales versus lo que no es pobres rurales. Ese umbral a partir de un estudio técnico reflejaba una intensidad de luz a partir de la cual pudiéramos indicar, esta zona de 1 km2 entra dentro de un criterio de pobreza, entonces al hacer este proceso de armonización, de empalme y un proceso de calibración también, se generó una comparabilidad relativa entre los años y eso también reduce la presencia del argumento de que la volatilidad pueda ser un factor que cambie significativamente los resultados. El criterio de decisión para indicar qué es pobre en nuestro documento, que quisiera dejar claro, cuando yo hablo de pobreza rural en un área en particular se deben cumplir dos condiciones: primero que haya población en ese lugar; y segundo, que haya población donde la luz capturada por el sensor de satélite en ese lugar no supere en intensidad a un umbral. Entonces, si la intensidad de la luz que captura el satélite está por debajo a lo largo de un año y hay población presente en esa área, esa área puede ser considerada de pobreza rural. Así, este tipo de tecnicismos es lo que de alguna forma asegura hace que se mitigue mucho la idea de que la volatilidad sea un factor que cambie la tendencia de los datos, porque al final del día si tenemos serie de tiempo, la volatilidad puede en algún momento indicar que hay ciclos de alza y baja; pero es evidente, y en casi todos los estados del país, ha habido una tendencia creciente en los últimos años.
-Todos sabemos que en Venezuela la economía colapsó a partir de 2013-2014 de una manera dramática, vamos a hablar del área rural. Obviamente dentro de ese colapso lo rural es parte de ello y qué dicen las imágenes satelitales de la pobreza rural en Venezuela a partir del colapso. ¿Cómo cambió?, ¿cómo se puede manifestar ese cambio?
-Para poner en contexto, pues, Venezuela como bien señalaste al inicio, sin entrar en conflicto bélico, ha sido uno de los países de mayor contracción económica en los últimos tiempos, al nivel de que en los últimos ocho años, aproximadamente, perdimos más del 80% de nuestro PIB y corremos el riesgo de retomar nuevamente los episodios de hiperinflación bajo condiciones donde en cierto momento se generó escasez de los productos básicos a lo largo del territorio nacional; y como bien señalaba la crisis eléctrica fue una constante, sobre todo a partir de 2008 uno de los momentos de finalización del boom petrolero que sufrió el país. Fíjate, la respuesta a tu pregunta puede ser breve y lamentablemente desalentadora. El estudio encuentra evidencia de que entre 2013-2014 las zonas rurales del país, en general, experimentaron una expansión territorial de la pobreza rural y con esto me refiero a que, según el criterio de pobreza rural que comenté que haya población, pero que no haya mucha luz o mucha intensidad de luz en esa área, se compararon cada uno de esos cuadros de 1 km2 de los resultados de pobreza de esos criterios en 2015-2014, 2016-2014, 2017-2014 píxeles por píxeles, hasta 2020-2014 a lo largo de todo el mapa de Venezuela y no dejaron de aparecer nuevos cuadros, nuevos píxeles que cumplían con ese criterio de pobreza rural; es decir, que la pobreza rural no solo en áreas donde ya había población bajó la intensidad de luz y los hizo pobres, sino que la pobreza se fue expandiendo a lo largo del territorio nacional y eso por supuesto, con su diferencia a nivel municipal o a nivel de estado, inclusive a nivel de píxel.
-¿Hay una medición? por ejemplo, la pobreza pasó en promedio de 50%, 60% a 90%, ¿hay una manera de medirlo de esa manera con alguna proporción?
-Sí, no me atreví a dar cifras nacionales porque mi estudio parte de la idea de que se tienen que generar y procesar datos desde la base de lo más granular posible. No me atrevía a dar cifras nacionales, pero podemos argumentar brevemente que la tendencia no solo es alcista, sino que estamos hablando de cerca de entre 6 a 10 puntos en estos últimos ocho años en pobreza rural, sin embargo, hay heterogeneidades locales como comenté y te puedo indicar, por ejemplo, el caso que mencioné de las tablas en Amazonas el cual pasó de una pobreza rural de 75% en 2014 a 90% en 2020 y dentro de Amazonas cerca de cinco municipios están considerando en 2020 que tienen 100% de pobreza, es decir, son 100% pobres. En Delta Amacuro la pobreza aumentó a 85%, en Apure cerca de 70%, en Barinas y en Guárico se ubicó alrededor de 60% en 2020. Eso contrasta obviamente con estados de índole urbano como aquellos asociados con ciudades consolidadas extendidas como Distrito Capital (DC) y señala el estudio que allí la pobreza rural es 0,1%, casi nada, pero es que el DC no es considerado rural. Carabobo o Vargas, que ahora se denomina el estado La Guaira, tiene poco más de 7% de pobreza rural o Miranda con 10%, Nueva Esparta con 12% en 2020, pero repito, se recuerda que no se están midiendo la pobreza urbana, entonces es muy probable que en esos estados exista dicha pobreza.
-Hay una cosa que tú señalas en tu estudio sobre zonas urbanas que se convirtieron en rurales según la medición de la intensidad de la luz de noche; es decir que la pobreza rural se extendió y creo que eso es interesante porque se hizo tan oscuro el país que aquellas ciudades que típicamente no deberían clasificar para un estudio como este, entraron dentro de pobreza rural ¿correcto?
-Así es, había una mezcla de factores que pueden ser estudiados a profundidad en un próximo documento, pero por un lado la intensidad de luz ha caído en zonas urbanas al punto que ahora se encuentra esa intensidad de luz por debajo del umbral que se definió, y entonces como hay población todavía y la intensidad no es tan alta, pues, indirectamente caen dentro de la categoría de pobreza rural. Por lo tanto, coincido contigo, sí pudiéramos decir qué zonas urbanas pasaron a hacer zonas rurales en pobreza. Por otro lado, como señalé antes, se confirma la idea de que la pobreza rural se expandió por el país y esto puede deberse a distintos factores, por ejemplo, la decisión del régimen de seleccionar a ciudades con alta población como receptores de mayor oferta de energía eléctrica en detrimento de áreas rurales con menos población; pero más aún creo que es importante señalar que la población no ha estado estática dentro del país y a qué me refiero con esto, a que ha habido un movimiento interno migratorio también, bien sea para eventualmente migrar fuera del país o buscar un destino dentro del territorio: pasar de un punto A de una región del país a un punto B en otra región del país. Esos flujos migratorios pueden estar afectando que bajes tu santamaría en una zona del país o dejes de abrir. Este tipo de flujo migratorio que también es relevante ahondar en ese tema en próximos estudios, pueden estar revelando esa heterogeneidad en los resultados.
-Como me decías, los estados que más han sufrido pueden ser Delta Amacuro, Amazonas, Apure, para los que no conocen la geografía de Venezuela, estamos hablando de estados fronterizos. ¿Hay algún patrón donde la pobreza ya creció más? Tal vez en estados más apartados es mayor y en los estados centrales, al norte costero, donde se concentran las ciudades más grandes ¿hay algún patrón que se pueda ver en este sentido o es todo más o menos uniforme?
-No, hay indudablemente heterogeneidad y no solo a nivel de estado es más difícil argumentarlo, pero si se hace un zoom y se va a los municipios, te das cuenta que son estas entidades los que más se han visto afectados. Son municipios que tradicionalmente están en estados empobrecidos de Venezuela como puede ser el caso de Trujillo, o las zonas fronterizas del occidente del país. Traté de revelar si había diferencias entre estados petroleros versus estados no petroleros en el país, recordemos que el país está catalogado como petrolero, entonces hay estados que producen petróleo y hay otros que no, aquellos estados que normalmente son industriales o son comerciales o viven de la agricultura. Efectivamente, ha habido diferencias municipales donde busco darle respuesta a los factores de esos patrones; sin embargo, puede ser un producto derivado de este y te puedo argumentar que la frontera se ha visto muy afectada sobre todo el occidente del país, y diría que el estado que más creció en pobreza rural fue Amazonas donde la pobreza es prácticamente completa en todo su territorio.
-Un estado muy cercano a Guri, que es la central hidroeléctrica más importante del país, y que no está al final del sistema como el Zulia, sino que ha sido castigado más fuertemente y no hay una excusa para que eso ocurra.
-Hay regiones donde la pobreza rural ha crecido más lento, y quiero resaltar que no es lo mismo Caracas, que es una ciudad que dependía mucho del café y que se vio muy afectada por las políticas agrícolas del régimen como el estado Trujillo; no es lo mismo Ciudad Ojeda que tiene una tradición petrolera, y pertenece al estado petrolero por excelencia, el Zulia; que Valencia en el estado Carabobo que está cerca del centro del país, por lo que las estrategias digamos de políticas públicas, creería yo, que si bien deben estar armonizadas, lo natural es que no sean iguales para todos los puntos del país.
-Hay una cosa que dices y me llama la atención sobre los incrementos de la pobreza rural en Venezuela no solo entre 2013-2014, que, para todos los que hacemos seguimiento de los números en el país obviamente fue el comienzo del colapso, sino también entre 2003-2004 que fue un periodo también muy revuelto políticamente y tú haces como un punto de la conflictividad política y el incremento de la pobreza rural. ¿Cómo son esos canales de transmisión de la política a la pobreza rural y qué has descubierto en ese sentido?
-Esa no es una pregunta fácil, pero te digo, recordemos que la crisis socioeconómica en Venezuela se ha estado dando en conjunto con cierta inestabilidad política regional con altos niveles de polarización, protestas cívicas, muchas de las cuales no solo pedían un cambio político nacional sino la recuperación de derechos sociales que se consideran perdidos. En este sentido, sabemos que en 2002-2003 Venezuela experimentó una importante crisis política que llevó inclusive a una huelga general, para este estudio digamos no debería haber mucha intensidad de luz por mucho tiempo para que sea considerado un avance en pobreza. Fíjate lo que sucedió en 2002-2003 que llevó a la huelga general y generó una paralización prolongada de actividades industriales y comerciales que está capturado por las imágenes satelitales a niveles de frecuencia anual; fue implícitamente capturado la huelga general con los datos anuales y, por supuesto, eso derivó en fijación de controles de cambio y demás. Como fue revelado ese evento por las imágenes satelitales de luminosidad nocturna, efectivamente sin intentarlo, se consigue un pico de pobreza rural en ese tiempo (2003) entonces se ve la serie de tiempo que va avanzando en el 2003, hay un pico que, para algunos estados, son picos máximos y tuvieron una tendencia levemente a la baja acorde con el boom petrolero que sufrió el país con la política de gastos fiscales y demás. Algunos bajaron y después nuevamente a partir de 2013-2014, como señalaba, comenzó un resurgimiento de la pobreza rural. ¿Qué sucedió en el 2013-2014? Un hecho notorio y público, comenzó el colapso económico que hemos conversado y eso también lo recoge la cifra de luminosidad nocturna y la tendencia, como señalé, indica que la pobreza rural no solo se ha intensificado, sino expandido. Esto lo que me permite pensar es que, aunque suene evidente, cualquier agite económico, social o político prolongado, con esta metodología, puede trasladarse desfavorablemente y muy rápido sobre los indicadores de pobreza en el país y eso en la medida en que no haya respuestas claras o concretas sobre las demandas ciudadanas. Parte de la solución pudiera ser el fomento de una mejor planeación territorial o promover un reacomodo de la industria eléctrica; pueden ser soluciones estructurales que a futuro generen cambios, pero digamos que cualquier agite que sea prolongado en el tiempo inmediatamente está recogido por los indicadores de pobreza. En países muy cercanos a Venezuela como lo es Colombia, Perú, Bolivia y Ecuador, posiblemente haya oyentes tuyos desde esos países, cuentan con cifras oficiales del PIB a nivel de alguna unidad administrativa; por ejemplo, en el caso de Colombia hay PIB departamental que sería nuestro equivalente al Estado y creo que debemos comenzar, y vamos tarde, a abrir el debate sobre la necesidad de generar o difundir este tipo de cifras en nuestro país. Creo que como venezolanos seguimos formándonos para aumentar nuestro capital humano, por lo menos en mi caso, aplicando estas herramientas de imágenes satelitales y ponerlas inmediatamente al servicio de nuestro país cuando las condiciones lo permitan. Espero que sirva como un marco de apoyo para un escenario eventual de recuperación económica y colocar en el ambiente que la dinámica local debe importar y ser tomada en cuenta, por qué no decirlo, para una Venezuela del futuro.
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*Ceteris Paribus, Podcast de Economía en Español del Penn Initiative for the Study of Markets del Departamento de Economía de la Universidad de Pensilvania. “El pasado, presente y futuro de la economía en español, haciendo seguimiento de América Latina”.