Aunque estamos tentados a reflexionar acerca del juego y el deporte a partir de la obra de Johan Huizinga, Homo ludens, no vamos a caer en la tentación. No podemos hacerlo porque las páginas con que contamos se nos irían en este tema fascinante de responder: por qué el hombre juega, por qué los animales juegan, y qué relación hay entre juego y deporte. Sabemos, eso sí, que el juego forma parte de la naturaleza animal y humana, prácticamente todas las especies juegan y el hombre, evidentemente, no se queda atrás. Por lo contrario, es la especie jugadora por excelencia. Los vínculos entre juego y deporte son evidentes, pero no significan lo mismo. El deporte ha ido acotando unas especificidades que lo distinguen, pero sin duda en sus orígenes, en su raíz, el impulso que lo mueve es el del Homo ludens.
Las más antiguas huellas de prácticas deportivas vamos a hallarlas en Egipto, donde sus escenas quedaron estampadas en gráficos, no ocurrió así en Mesopotamia, donde no se consignó el registro de sus imágenes. Hay frescos en tumbas de faraones que datan de 2000 años a.C., aproximadamente. Por lo general, son imágenes de luchas individuales. También sobreviven imágenes de nadadores en el Nilo, entre otras. No obstante, el deporte formal vamos a hallarlo en la Grecia preclásica, cantado y criticado por los poetas. Las primeras olimpíadas registradas son del siglo VIII a.C, en 776, en la ciudad de Olimpia, donde tuvieron lugar hasta el 393 d.C, lo que hace evidente que se concitaron durante centurias antes de ensombrecerse. ¿Qué pasó?, ¿por qué la humanidad esperó hasta el siglo XVII y XVIII para recuperar el fervor por los deportes y volver a practicarlos decididamente? Responder esta pregunta nos llevaría por caminos dilatados y complejos que sobrepasan la intención de estas líneas. En todo caso, es un hecho que los tres momentos de eclosión deportiva de la historia serán el de la Grecia clásica; el de la Inglaterra georgiana, que va desde el reinado de Jorge I hasta el de Jorge IV, es decir, entre 1714 y 1830; y el de los Estados Unidos de finales del siglo XIX, cuando se crearon varios deportes de significativa popularidad en el mundo actual.
Cuando contabilizamos el lugar de origen de los deportes que hemos trabajado en esta breve historia, tendremos una lista presidida por Gran Bretaña y Francia entre las naciones europeas, con algunos deportes en los que se discute entre ambas dónde surgió, y los Estados Unidos de Norteamérica. Aclaramos que en algunos casos los antecedentes de determinado deporte se han podido dar en otras latitudes, pero el país donde se formalizó y se redactaron sus normas pasa a ser el de origen. Basta un ejemplo: los antecedentes del béisbol están en algunos juegos ingleses, pero el deporte como tal es indiscutible que nació en los Estados Unidos.
En Gran Bretaña decantó la natación, el rugby, el tenis, el tenis de mesa, el hipismo, el golf y el futbol (siete disciplinas). En los Estados Unidos nació el baloncesto, el béisbol, el bowling, el softbol, el voleibol y la pesca deportiva de altura (seis disciplinas). En Francia se formalizaron el ecuestre, el automovilismo, el motociclismo, la esgrima y el esquí acuático, y algunos historiadores le atribuyen el nacimiento del fútbol (cinco disciplinas). En Italia se originó la apnea, y los italianos se atribuyen el nacimiento del fútbol, la esgrima, y el automovilismo (cuatro disciplinas). En Egipto surgieron el atletismo, el boxeo y el ciclismo (tres disciplinas). En Grecia nació la gimnasia y la lucha olímpica (dos disciplinas); mientras en Japón nacieron el judo y el karate (dos disciplinas). En Suiza el tiro y el montañismo (dos disciplinas). En India el ajedrez; en China la halterofilia; en Irán (Persia) el polo; en Corea del Sur el taekwondo, y en Venezuela el coleo de toros. Este es, con matices, el mapa de los lugares de origen de los 33 deportes que hemos reseñado en esta brevísima historia.
¿Es gratuito que los tres momentos en que surgen la mayor cantidad de deportes en el mundo están vinculados con períodos de esplendor en Grecia, Inglaterra y los Estados Unidos? Pareciera que no. El primero ocurre en un momento estelar de la humanidad: la Grecia clásica; el segundo en el universo cultural donde cristaliza la revolución industrial: Inglaterra; y el tercero en una nación democrática emergente, entusiasta y poderosa: los Estados Unidos. Pero hay otro momento que no se corresponde exclusivamente con algún ámbito geográfico y político y que, sin duda, fue un punto de inflexión para la masificación de los deportes: la aparición de la televisión en la década de los años ‘50 del siglo XX y, sobre todo, a partir del momento en que pudieron hacerse transmisiones en vivo. No exageramos al afirmar que no hay ninguna otra actividad del hombre que sea compartida por un mayor número de personas en el mundo que el deporte. Ni el cine, ni siquiera las series televisadas, concitan mayor número de seres humanos ante el televisor que un Mundial de Fútbol, por poner un solo ejemplo.
En Venezuela la práctica del deporte fue iniciativa de los ciudadanos, bien sea organizados en centros educativos o en clubes, y fue luego, a partir del gobierno de facto de Carlos Delgado-Chalbaud, cuando se crea el Instituto Nacional de Deportes (IND), el 22 de junio de 1949, y el Estado pasa a intervenir en los temas deportivos. Antes, el Comité Olímpico Venezolano (COV) comenzó a organizarse en 1934 y fue admitido por el Comité Olímpico Internacional el 23 de diciembre de 1935.
Para medir la significación de cada deporte que se practica en Venezuela sólo podemos recurrir a las competencias internacionales, bien sea las Olimpíadas o los campeonatos mundiales o regionales de cada especialidad. Venezuela ha ganado 15 medallas en Juegos Olímpicos, desde su primera participación en Londres en 1948 y hasta el encuentro de Río de Janeiro, en el 2016. De esas 15, al boxeo le corresponden 6 (1 de oro, 2 de plata, 3 de bronce); al atletismo 2 (1 plata, 1 bronce); al taekwondo 2 (2 bronces); a la esgrima 1 (1 oro); a la halterofilia, el tiro, el ciclismo y la natación 1 cada una (todas de bronce). Es evidente que en cuanto a deportes olímpicos Venezuela destaca por su boxeo.
En relación con la medición por campeonatos mundiales igual, el boxeo lleva la delantera junto con el béisbol, cuya cúspide se mide en las Grandes Ligas norteamericanas y los venezolanos han tenido una actuación masiva y destacadísima. Hemos obtenido campeonatos mundiales o marcas mundiales en tiro (Mercedes León de García, Carlos Plaza Márquez, David Bento); motociclismo (Johnny Cecotto y Carlos Lavado); karate (Antonio Díaz); apnea (Carlos Coste); esgrima (Alejandra Benítez y Rubén Limardo); esquí acuático (María Victoria y Ana María Carrasco y Carlos Suárez); natación (Francisco Sánchez y Albert Subirats); pesca deportiva (Rubén Jaen Centeno y Freddy Benarroch); golf (Jorge “Pichu” García, Gustavo Morantes Punceles, Gustavo León, George Trujillo y Valentina Gilly); judo (Natacha Hernández), y ajedrez (Amelia Hernández Bonilla). Por otra parte, tenemos a cuatro venezolanos entre los mejores del mundo en su especialidad, nos referimos a Yulimar Rojas (atletismo), Amleto Monacelli (bowling), Eduardo Iturrizaga (ajedrez) y Jonathan Vegas (golf).
La lista de campeones mundiales de boxeo es muy larga, consigno la nómina: Carlos “Morocho” Hernández; Vicente Paúl Rondón; Alfredo Marcano; Antonio Gómez; Betulio González; Luis “Lumumba” Estaba; Ernesto España; Rafael “Patoño” Oronó; Bernardo Piñango; Antonio Esparragoza; Fulgencio Obelmejías; José Sanabria; Leo Gámez; Israel Contreras; Jesús Rojas; Aquiles Guzmán; Crisanto España; David Griman; Eloy Rojas; Antonio Cermeño; Alimi Goitía; Gilbert Serrano; Félix Machado; Noel Arambulet; José Bonilla; Eidy Moya; Yober Ortega; Alexander Muñoz; Lorenzo Parra; Juan Landaeta; Edwin “El inca” Valero; Jorge Linares; Miguel Acosta; Liborio Solís; Ismael Barroso; Nehomar Cermeño; Ogleidis Suárez; Alys Sánchez; Mayerlin Rivas. Por otra parte, la nómina de peloteros venezolanos destacados en las Grandes Ligas es tan abultada que me ocuparé de ella en un texto expresamente dedicado al béisbol.
Es evidente que la actividad deportiva es de las más queridas por la nación venezolana y sorprende particularmente la variedad de deportes que se practican entre nosotros. También sorprenden la excelencia que hemos alcanzado en algunos de ellos, ya sean de naturaleza individual o colectiva. De tal modo que no exagera quien afirme que somos un pueblo que ama los deportes. Eso es cierto. Además, creo que buena parte de la mejor formación ciudadana que tenemos y podemos profundizar viene de los valores que se metabolizan en la práctica deportiva: competencia, respeto a las reglas, camaradería, reconocimiento del adversario, disciplina, esfuerzo, trabajo en equipo. Como vemos, no son pocos ni subalternos los valores que se traman en la cancha deportiva desde la infancia.
Por todas estas razones hemos intentado organizar una historia esencial del deporte en Venezuela, siempre desde la perspectiva de lo breve. En verdad, cada deporte es un mundo tan vasto de información que requiere muchas páginas cada uno para historiarlo. Esta es una historia panorámica y muy breve, que busca dar una visión de conjunto.