Dos semanas para la primaria de la oposición que desanda su cronograma desde febrero pasado. Persiste la incertidumbre y las amenazas, directas o envueltas en celofán. Los jugueteos de opositores bajo sospecha. Y también la decisión firme de concretarlas en la fecha prevista. La Primaria fue el tema del Foro de La Gran Aldea, que convocó a un grupo de periodistas y analistas políticos que siguen al detalle lo que ocurre, dibujan escenarios, alertan de peligros y reconocen, todos, el significado de lo que puede ser el hecho político de este año, así como al árbitro fiable -la Comisión Nacional de Primaria (CNP)- que es una ganancia clara, y no la única, del proceso.
Luis Peche, consultor político, internacionalista y gerente general de Sala 58; Carmen Beatriz Fernández, CEO de DataStrategiaConsulting y profesora invitada de la Universidad de Navarra; Alonso Moleiro, periodista, corresponsal del diario español El País; y Tony Frangie, politólogo y editor de Caracas Chronicles. Con Adriana Núñez Rabascall, en la moderación de esta conversa desarrollada bajo el título “Elección Primaria: más allá de un candidato”.
“Caramelo envenenado”
El primer turno al bate en este juego de playoff político del año ‘23 fue para Luis Peche, y su primera frase fue casi un título: “La Primaria es aún una posibilidad y no una certeza”. Un evento político como el previsto para el 22 de octubre, normal en cualquier democracia, es en Venezuela un desafío muy importante, ante la muy probable actuación del aparato represivo y judicial del chavismo. “Entramos en una zona en la que pasamos de los recorridos de los candidatos que estaban reconectando políticamente con la ciudadanía a amenazas en todos los tableros, desde ataques directos, maniobras judiciales y ese ofrecimiento del Consejo Nacional Electoral de participar en la organización de la Primaria que es un caramelo envenenado”.
Para Peche hay dos enseñanzas: 1. La Primaria efectivamente está generando una reconexión del sistema político; 2. El chavismo tiene la posibilidad de aplastarla, y eso responde a una decisión estratégica todavía oculta. El poder no ha producido el disparo mortal porque está evaluando los costos y beneficios. Si lo hace directamente, que sería un retroceso con respecto a su reacomodo en la escena internacional y el sistema interamericano, o si aguarda a que la Primaria implosione por sus propios conflictos internos. Toma nota Peche, por ejemplo, de las recientes declaraciones de Manuel Rosales que dejó abierta, la puerta, a una posible candidatura fuera de la Primaria para 2024. Advierte del riesgo de una atomización opositora tras la elección y destaca, como contrapeso, el rol frontal y decidido de la CNP, que encabeza el doctor Jesús María Casal, para mantener la fecha de la elección primaria, lo que debería ser valorado por la ciudadanía.
“Carta de deseos”
Carmen Beatriz Fernández echó unos meses para atrás y se ubicó en ese período de finales del año pasado cuando lo palpable era el desaliento de una sociedad muy postrada en la que era necesario infundir esperanza. Imaginó entonces una carta de deseos para el calendario que se avecinaba en el que, en lo colectivo, anhelaba una oposición que pudiera construir capacidades políticas, lograr un espacio de entendimiento para alcanzar unos mínimos acuerdos e identificar un liderazgo que permitiera el avance político. “Y ahora en octubre lo que vemos es que casi todo eso se está logrando, independientemente de lo que pase el 22, el día ‘D’”.
“La sociedad venezolana está convencida hoy en día de que el cambio político es posible por la vida democrática, y ese no era el consenso apenas hace unos meses. Lo logrado por la Primaria es tremendamente positivo”, dijo.
Fernández propone mirar la elección primaria no como un evento puntual sino como un proceso, que ha logrado fortalecer la cultura democrática de la sociedad a través de una maqueta electoral del deber ser, que incluye el relevante rol de un árbitro -la CNP- que actúa de manera intachable, tiene experticia técnica y acogió la participación de las candidaturas inhabilitadas porque en una democracia no pueden existir las inhabilitaciones políticas. “Estamos haciendo una maqueta funcional a menor escala de una democracia que se propone y eso es un mensaje de cultura política muy potente”.
“En primer lugar, María Corina”
Alonso Moleiro apuntó que desde hace un año la Primaria era vista como una solución a los muchos problemas de la oposición venezolana, como la manera de legitimar el liderazgo. “El Gobierno ha montado una estrategia para intimidar, hostigar, persuadir o comprar determinados actores políticos para ponerlos a hablar en sentido opuesto. Pero, en verdad, aquí hay dos temas, en primer lugar María Corina Machado que tiene una simpatía en las encuestas, un liderazgo con un despliegue poco común y tan prolongado que hace tiempo no se veía; lo otro, es el asedio del Gobierno, aunque no ha llegado a una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que eche la Primaria por los suelos”.
Moleiro resiente que ciertos analistas no hayan reparado en el vigor del liderazgo de Machado, alimentado a partir del fracaso de expectativas anteriores de la oposición, al margen de si les gusta o no. “María Corina tiene el mismo discurso de hace 15 años, quizás ha sido poco flexible, pero ella está sumando voluntades y ha reivindicado elementos que deberían estar más presentes en el debate público como son la ética, la honradez, el combate a la corrupción que ni siquiera aparece como bandera de la oposición”. Admite, sin embargo, que cuando le preguntan a María Corina qué viene después de la Primaria, recurre a su consigna sabida de “hasta el final” pero no aclara cómo se come eso. “Ella tiene un capital político y habría que ver si decide pasarle la pelota a alguien, a un candidato alterno”, ante la certeza de que el poder político mantendrá su inhabilitación política.
Moleiro cree que de aquí al 2024 pueden suceder muchas cosas, porque la situación del país está muy comprometida, la gente está absolutamente cansada. A su juicio, el Gobierno tiene todas las de ganar.
“La coalición inesperada”
Para Tony Frangie aunque en la Primaria se compite por la candidatura presidencial, lo que está ocurriendo es una recalibración de fuerzas de la oposición. “María Corina Machado, en su vuelta a la participación electoral, dijo que su objetivo era desplazar a las fuerzas que han dirigido a la oposición, que son las del G4. Ella en las primarias de 2012 apenas obtuvo el 3 y algo por ciento de los votos, incluso en el 2020 tenía más rechazo que aceptación, pero ahora tiene niveles de aprobación astronómicos, capaz de convocar multitudes en Sabaneta, Valera, Carora”.
Además, destaca el editor de Caracas Chronicles, que la candidata de Vente Venezuela ha estado creando una “coalición inesperada” con ramas de Acción Democrática, con gente de Copei, con miembros de Voluntad Popular e incluso de Primero Justicia. Observa, sin embargo, una situación preocupante en la oposición el día después de la elección primaria que puede llevar a su fraccionamiento en tres toletes. “Si María Corina Machado decide llegar ‘hasta el final’ y luego llama a la abstención (ante un muy probable no reconocimiento de su candidatura), y si Capriles no respeta los resultados en caso de que gane Machado y arme una alianza con Manuel Rosales que dijo que sus aspiraciones presidenciales no están muertas”.
Las primarias han logrado darle esperanza y emoción a la gente como muestran las encuestas, que reflejan una intención de participar similar a la de la muy exitosa primaria de 2012. “Ha habido un tremendo despliegue de los candidatos por todo el país con una mayor conexión con la población, y eso ha hecho que la Primaria se vea no como un trámite sino como una ventana de cambio”.
La pregunta del millón
¿Llegará la Primaria al 22 de octubre, que ahora sí está a la vuelta de la esquina? Peche cree que el oficialismo abonó todo el terreno para intervenir la Primaria desde el momento en que el Consejo Nacional Electoral (CNE) dijo que tiene la potestad exclusiva para organizar elecciones en el país. No han emitido una sentencia del TSJ que lo ratifique y eso no ha pasado porque el chavismo tiene en sus manos la decisión estratégica. Y, reitera, que si la oposición está débil, entonces no intervendrá, pero si el proceso electoral se mantiene al alza -como lo indican algunas encuestas- aumenta la posibilidad de que hasta dos o tres días antes de la votación emita una sentencia en contra, y lo puede hacer porque tienen todos los recursos que le da su poder absoluto.
Fernández piensa que el mejor escenario para Miraflores es que la Primaria salga mal, y el segundo mejor escenario es que aborten la Primaria con un acto de fuerza que disimule la fuerza, y en esa línea está el ofrecimiento del CNE de dar apoyo técnico. El ‘caramelo envenenado’, pero en verdad están sacando los dientes. Cree que aun saliendo mal, porque incidan el día de la elección “las brigadas de paz” que alienta Diosdado Cabello, puede haber sin embargo un éxito político. “Ver las primarias como un proceso y no como un acto episódico, va en ese sentido”.
A Moleiro le parece que algunos sectores de la oposición están perdiendo interés por la Primaria porque lo que está ocurriendo es que “despegó una líder que ha tenido una postura radical e intransigente frente al chavismo, que ha cuestionado a la dirigencia opositora y, aunque no hay una ruptura total, se empieza a ver esa pérdida de entusiasmo” en algunas figuras y organizaciones. Insiste en que lo importante es ver qué va a hacer María Corina Machado, qué decisiones va a tomar con el capital político que tiene y con las ganas que tiene de jugar, porque ella quiere jugar. “Casi cuadruplica a Capriles en la última encuesta que vi, porque la campaña de este ha perdido fuelle”.
“Yo creo que las primarias se han a hacer, y con índices que pudieran indicar un éxito político”, pero el Gobierno va a hacer lo que tiene que hacer para reducir el efecto de la Primaria, y la oposición se tendrá que sentar desde ya a analizar su estrategia. “Creo que vamos a ver escenarios que nunca nos hemos imaginado con personas que tampoco nos imaginamos, y pienso que gente como Andrés Caleca algún papel pudiera jugar en esto al final”.
Para Frangie la Primaria ya dividió bloques entre quienes quieren participar y apoyar, y quienes se mantienen por fuera y están haciendo carrera presidencial. “Todo va a depender dela estrategia que asuma la oposición el día siguiente a las primarias en base a quien ganó. Si se logra el consenso en torno a un candidato inhabilitado o si se desarrollan diversas estrategias que terminen fraccionado”. Ya hay para este analista una “grieta total” que pudiera llevar a un bloque opositor que quiere lograr la transición desde adentro del sistema y, en otro bloque, una oposición más dura, o más crítica; junto a un tercer grupo de fuerzas que están por fuera de la Primaria. Está, sin embargo, la posibilidad de que se acepte un plan de sucesión, ante la muy alta posibilidad de que gane un candidato inhabilitado, y darle la candidatura a alguien que no participó en las primarias.
La trampa
A la pregunta del millón, de si la Primaria llegará o no al 22 de octubre, la sigue otra de igual peso, que es un escenario en el que María Corina Machado gana la elección pero no puede inscribirse porque el oficialismo mantiene su inhabilitación. “Ese es el gran problema que tiene la unidad, suelta Peche, que ejemplariza con hipotético resultado en que Machado gane con el 60% de los votos, contra un 14% de Capriles, y se pregunta qué ocurrirá: “¿Decide el ganador a quien poner en lugar de su candidatura inhabilitada?”. El otro 40% puede estar en contra del nombre sustituto. No hay una solución a la vista y Peche no es optimista en la forma de resolver el dilema. “Nos acercamos a un escenario de atomización en el que pueden surgir dos o tres candidaturas adicionales a las que ya existen”.
Fernández cree que hay fórmulas posibles como la de las figuras de presidente y vicepresidente que existen en Venezuela, pero, por encima de eso resalta que lo importante es que haya un espacio para deliberar y encontrar consenso en la fórmula. “La Primaria ha forzado a los actores a sentarse es una recuperación mínima de ese espacio de deliberación”. El dilema fundamental permanece entre quién tiene los votos en la calle y quién tiene el control y el cuidado de los votos en la mesa. Ambas figuras son imprescindibles”.
Para el periodista y corresponsal de El País es muy probable la fragmentación entre las tendencias de la oposición, y hay que estar muy atento hasta el día antes de la elección. “El chavismo también tiene un problema grave en términos electorales porque no hay ninguna razón para votar por Maduro, sino todo lo contrario. Creo que hay terreno fértil para propuestas y acuerdos que ahora son inimaginables. “Creo que María Corina Machado que es muy terca y rígida, pero también inteligente, se está intentando orientar hacia el centro y ahí podrían venir cosas que no estamos viendo porque ella va a jugar su juego completo. La gente debe participar y controlar sus expectativas. Este es un gobierno experto en producir zancadillas”.
En la misma línea cierra Frangie el intercambio del Foro de La Gran Aldea, al recordar que María Corina Machado ha dicho que quiere ganar el liderazgo opositor para luego con esa fuerza y legitimación negociar con el poder. “No veo a Maduro dispuesto a levantar la inhabilitación y eso lleva a la pregunta de si la oposición está de acuerdo en crear un plan de sucesión y eso va a depender de si la oposición se rompe o no. Maduro está muy bajo en la aceptación popular y por eso va a apostar a múltiples candidatos de la oposición. Ese es todo el propósito de las inhabilitaciones. Si la oposición cae en la trampa, el Gobierno podrá reeditar los resultados de 2021, donde con menos votos arrasó en las elecciones de las gobernaciones”.