Andrés Velásquez aún no había cumplido 30 años y ya era aspirante presidencial en las elecciones de 1983. Una candidatura de necesidad para suplir al díscolo -muy polémico e inmanejable Jorge Olavarría-. Velásquez era ya una referencia sindical en la combativa zona del hierro de Ciudad Guayana. Enfrentó entonces el poder omnímodo del sindicalismo adeco, aún así en un clima de libertades democráticas que le permitió alcanzar resonantes victorias. Fue el primer gobernador electo por los votos (1989) en el estado Bolívar. Luis Herrera Campins -ducho en frases- dijo que era el primer hombre no adeco que mandaba en esas tierras desde que Sir Walter Raleigh remontó el Orinoco a fines del siglo XVI.
Al borde de los 70 años de edad que cumplirá en noviembre próximo, Velásquez ha recorrido el país, a pesar, dice, de los limitados recursos de su campaña y ha comprobado dos cosas: que el sufrimiento del venezolano es real e inocultable, y que el deseo de cambio político es imparable. “La gente está más clara que mucha dirigencia política”.
-¿Qué es ser radical hoy?
-En este régimen dictatorial ser un demócrata es ser radical hoy en Venezuela.
-Lo pregunto porque La Causa desde su nombre se define radical.
-La Causa es radical porque ha creído siempre en la democracia de raíz. En la ampliación y profundización de la democracia. No es radicalismo desde el punto de vista extremista, con esa connotación que le dan algunos. En nuestro caso se trata de democracia en profundidad, frente a este régimen que pretende cercenar todas las libertades, violar los Derechos Humanos y cometer delitos de lesa humanidad, que no respeta la dignidad humana y que impide, incluso, el universal acto de elegir de verdad. Para ellos, ser demócrata es ser subversivo.
-El creador de La Causa R, Alfredo Maneiro, provenía del tronco comunista, ¿la Causa R es de izquierda?
-No, La Causa en la que yo milité, y milito, no es de izquierda. Alfredo (Maneiro) ya había roto con el izquierdismo de este país. Y, además, se convirtió en un férreo crítico de ese izquierdismo y de todos esos izquierdosos que seguían amarrados a esos esquemas, aunque ya no estuvieran en el partido comunista. Cuando ingreso a La Causa R el planteamiento de la democracia no solo es una regla para gobernar sino que está asumida como parte fundamental del pensamiento de La Causa.
-¿El gobierno de Maduro es de izquierda?
-Ellos se dicen la izquierda unida de Venezuela y como dijo el propio Alfredo en una oportunidad, ‘si la izquierda es eso que conocemos en nuestro país, yo no soy de izquierda’. Se autoproclaman de izquierda y se autoproclaman socialistas con ese proyecto del socialismo del siglo XXI que no ha sido más que una profunda estafa política. Un proyecto ideológico vendido como solución de los problemas del país y ya tenemos suficientes resultados de lo que son. Esa es la izquierda que hoy tenemos en el país.
-¿Qué objetivos se plantearon La Causa R y Andrés Velásquez al participar en la Primaria?
-Yo soy proponente de la Primaria, sin que esté cobrando la paternidad de la propuesta. El 22 de enero del año pasado en un acto en la Cámara de Comercio de Ciudad Bolívar, al que me acompañó Alfredo Ramos, le hicimos al país y a los factores democráticos por la unidad la propuesta de la primaria presidencial, que buscaba articular a todos los factores democráticos que quisieran participar y de verdad, verdad hablar de unidad. La unidad hasta el día de hoy ha sido una especie de cartel, se habla de ella aquí y allá pero de la boca para fuera. Los partidos se mueven bajo sus propios intereses, habló del G3 o del G4. Ponen por delante sus intereses partidistas y personales y no al país. Lo que buscaba era la conexión con la población, la unidad, porque hoy la Primaria es la unidad, y organizar a la gente, movilizarla y sacarla de ese estado de resignación en que se encontraba. Podíamos encontrar un mecanismo para decidir una candidatura unitaria, que fuera un mecanismo incuestionable para empoderar a la población y que ella misma eligiera su candidato. Había quien hablaba del consenso o que decidieran los partidos y sus candidatos, pero eso era inviable. Nuestra posición era la correcta y ahora la población está involucrada en la Primaria.
-Habría que reconocerle a la Plataforma Unitaria que haya concretado la propuesta.
-Eso es un aplauso y un reconocimiento. Hicimos la propuesta, hubo debates, forcejeo, pero se impuso la idea en la mayoría de los factores democráticos. Y la Primaria es un proceso a punto de cumplirse.
-¿Cuáles han sido los logros de la Primaria hasta ahora, a días de la votación?
-Ya es una victoria política, y la primera derrota política que le propinamos a la dictadura, a Diosdado y todos ellos. Todo esto que intentaron frenar, poner obstáculos, bombardear por todos lados. El último torpedo fue ese ofrecimiento del CNE. La Primaria está viva y le va a devolver a la gente confianza, combatividad y movilización. Después de que el régimen haya tratado de pararla, se está por cumplir la primera etapa. Y desde el día 23 hasta la inscripción de la candidatura será la segunda.
-¿Cómo evalúa el papel de la Comisión Nacional de Primaria (CNP)?
-Positivo. Soportó los ataques por todos lados. Primero una infiltración abierta del régimen con esa señora María Carolina Uzcátegui, que renunció a la vicepresidencia de la CNP. Luego presionaron también a otros miembros de comisiones regionales y antes a otro miembro de la Comisión que era suplente. El doctor (Jesús María) Casal, la doctora Corina Yoris y el resto de miembros se mantuvieron firmes y la Primaria está a punto.
-Así debería actuar el CNE, ¿no le parece?
-Así debería ser, pero ya sabemos por dónde vienen los tiros en el Consejo Nacional Electoral.
-¿Qué le falta al proceso para su fortalecimiento?
-La Primaria siempre ha estado bajo acecho. Lo que falta es que a última hora a algunos factores se le quiebren las piernas. He visto declaraciones muy raras, que si no están las condiciones dadas, vi que dijo (Henrique) Capriles; luego leí a (Carlos) Prosperi diciendo que está muy crudo el proceso. Eso llama mucho la atención en esta recta final y por eso hago la alerta, este proceso va pa’encima llueve, truene o relampaguee y el 22 hay que salir a votar. Porque esa fecha hay que mantenerla con fuerza y con coraje. El ingrediente final para el 22 es la firmeza de las organizaciones políticas, la determinación de los candidatos y la participación masiva de la gente.
-¿A Andrés Velásquez lo ha sorprendido el liderazgo de María Corina Machado?
-Desde el comienzo no me sorprendía porque ella ha venido manteniendo una posición política de diferenciación con estos factores que han dirigido la oposición venezolana. Hoy en día las preferencias de la población hacia uno u otro candidato pudieran estar indicándonos que efectivamente la gente está más clara y no se le puede subestimar. Está clara con el cambio que quiere, frente a posiciones de cohabitación, a posiciones de colaboracionismo y a ese vaivén en el que se desplazan unos y otros. La gente está más clara que mucha dirigencia política.
No se puede subestimar a la gente
-¿Hay un plan previsto para enfrentar una resolución del Tribunal Supremo de Justicia en contra de la realización de la Primaria?
-Ya no hay resolución alguna que pare la Primaria. Lo digo con pleno conocimiento porque a lo largo de los recorridos que vengo haciendo por el país, converso mucho con mucha gente y con factores políticos. Y les pregunto ‘qué pasa si el TSJ trata de impedir la Primaria’. La gente está determinada a no pararle a eso. Si hubiera esa resolución, la gente va a salir y eso nadie lo va a poder detener, aunque sea con una caja bajo el brazo. La Primaria no es un fin en sí mismo sino parte de toda una estrategia que nos conduce a una victoria en 2024. Es la oportunidad de que la gente se exprese dentro y fuera del país.
-¿Piensa que el Gobierno tiene la fuerza o está en la situación de intentar esa salida?
-Ya es tarde, el costo de impedirlas sería mayor que dejarlas hacer. Paralizarlas ahora después de los intentos del CNE, con (Elvis) Amoroso al frente, no creo que sea una jugada que les va a salir bien. La comunidad internacional está pendiente, el régimen anda de alguna manera buscando reconocimiento y creo que si paraliza la Primaria va a ser muy difícil que le compren ese discurso de que aquí no se cometen violaciones a los Derechos Humanos.
-Colocados en el día siguiente a la votación, con el muy probable triunfo de una candidatura inhabilitada, ¿hay un riesgo de fractura en la oposición por la sucesión candidatural?
-Esta semana que pasó hubo declaraciones de algunos candidatos diciendo que estamos desfasados porque antes del 22 debe estar lista la fórmula para sustituir al ganador. No podemos aceptar la inhabilitación ni de Capriles, ni de (Freddy) Superlano, ni de María Corina. Ninguna de esas inhabilitaciones es legal, ni constitucional. Yo parto de que no hay inhabilitados, pero si el régimen insiste, nuestro deber no es arrodillarnos y decirle sí. Si estoy dispuesto a poner a otro, eso es rendirse. Todavía no hemos electo al candidato y ya estamos diciendo que hay que buscar a otro. Nuestro compromiso es defender a ese candidato y hacer valer el derecho del ciudadano a elegirlo y que no sea Maduro quien lo ponga. Por eso estoy en contra de los candidatos que dicen que ‘si yo ganó, me hago al lado’. Si un candidato está en una primaria y no está dispuesto ni siquiera a defender su propia victoria y el derecho de los ciudadanos, no vale la pena que sea candidato.
-¿Esa decisión puede llevar a la ruptura como se comenta?
-Vuelvo sobre el tema de la subestimación. Si aquí los factores políticos están pensando que la gente no está definida y no sabe lo que quiere, se equivocan. Si aquí sale un candidato y algunos, como el caso de Manuel Rosales que se hizo el loco y no participó y luego dijo que apoyaba a Capriles, y ahora que no descarta su candidatura para el próximo año; si algunos creen que pasando por debajo de la mesa y que lo pueden designar con una fórmula de consenso, se equivocan. Y si eso tiene que generar una ruptura desde el punto de vista electoral, pues que se genere. La gente está suficientemente clara y va a saber discernir entre quien es un cohabitador y quien puede generar de verdad un cambio político en el país. Yo lo tengo muy claro.
-Ha recorrido varias veces el país en sus candidaturas, ¿qué siente diferente en el ánimo de la gente?
-Lo que me dice mi olfato, y además lo he podido ver, es que la gente está sufriendo y ese sufrimiento no se puede ocultar. Aquello de la burbuja se desinfló. Lo que hay es desempleo, hambre, falta de ingreso, las escuelas destruidas, los pensionados sobreviviendo con 130 bolívares al mes ($4). El sufrimiento del pueblo venezolano es real, lo he podido ver con mis propios ojos. Y luego está el deseo de cambio, la gente quiere cambiar, incluso muchos grupos de chavistas desencantados. Todo eso me confirma que efectivamente el año 2024 pudiera concretarse ese cambio político. Si salimos a votar los aplastamos, desalojamos a Maduro del poder.
-¿Cómo se dirige la fuerza que ha levantado la Primaria hacia una negociación para lograr condiciones para votar en el 2024?
-Esa es la pelea que hay que dar. Maduro no nos va a poner una alfombra roja para que lo saquemos del poder. Hay que pelear por las condiciones electorales, ni mínimas, ni máximas, sino las que nos permitan votar y elegir. Para eso requerimos de una fuerza organizada interna que presione. Requerimos de la comunidad internacional, libre y democrática, que nos acompañen nuestros principales aliados, el gobierno americano y la Unión Europea, para que presionen por el respeto y el reconocimiento de los derechos electorales que pueden ser definitivos para el cambio político.
-¿Qué rol visualiza para la Causa R en esa estrategia?
-La Causa R ya ha jugado un papel importante desde la llegada del proyecto chavista. Nunca nos comimos el cuento de Chávez y de su proyecto político. Militar no sirve para gobernar. Hemos sido coherentes, hemos luchado permanentemente por la unidad, hemos pagado incluso un costo político. Nosotros rompimos el péndulo AD-Copei con la elección directa de gobernadores, peleamos por la descentralización y los cambios políticos y democráticos, e hicimos la propuesta de la Primaria. Son nuestros aportes para concretar el cambio político. Y cualquiera que sea el resultado de la Primaria, voy a estar aupando y dando todo lo que pueda dar hasta lo último de mi fuerza para lograr la victoria.
Leyenda urbana
A Andrés Velásquez lo conozco desde mis tiempos de reportero de política de El Diario de Caracas. Luego compartimos luchas sindicales. Él desde el poderoso sindicato siderúrgico, yo -y mis amigos del Grupo Cuartilla- desde el más modesto sindicato de la prensa. La rueda de prensa donde él y Tello Benítez anunciaron la derrota del sindicalismo extraviado de un liderazgo adeco que los había expulsado “de por vida” de las luchas laborales, se hizo en el SNTP. Pasó el tiempo pero siempre guardé una pregunta: cree él que ganó las elecciones presidenciales de 1993, como ha corrido, y aún corre, por ciertos cauces.
-“Eso fue una leyenda urbana. Lo echó a correr incluso gente interna de La Causa ya en conchupancia con Chávez. Echaron a rodar la infamia de que yo había vendido la victoria. Pero la mentira tiene patas cortas. Lo hicieron para enterrarme políticamente. Pero he permanecido, fui electo otra vez en la gobernación de Bolívar, fui electo dos veces a la Asamblea Nacional. Y aquí estoy, con toda mi dignidad y mi autoridad moral. Con la firmeza del caso. Mi candidatura se cuenta el 22 de octubre”.
P.D.: El conflicto interno en La Causa a mediados de los ‘90 dio origen a Patria Para Todos (PPT), que se convirtió en aliado conveniente del chavismo y ahora borrada del mapa.
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*Nota del autor: Esta entrevista fue realizada el sábado 07/10/2023, antes de que Henrique Capriles retirará su candidatura de la primaria opositora.