El candidato independiente Andrés Caleca, apoyado por el Movimiento por Venezuela, se inició en las lides políticas a los 14 años de edad. De regreso del pronto desencanto, es un convencido de la participación electoral, que ahora ve resurgir con la Primaria. Ha recorrido el país, ha hablado con mucha gente, los maduristas son escasos pero la oposición necesita unir al país, ofrecerle una opción de cambio y emocionarlo.
-Andrés José de San Bosco Caleca Pacheco, ¿está usted cerca de la santidad?
-No, absolutamente para nada. El San Bosco tiene que ver con que mi mamá fue formada por monjas salesianas. Fue novicia, con intención de ser monja. Por problemas de salud no soportó esa vida que en aquella época era muy sacrificada. Felizmente desistió de ese propósito porque sino yo no estuviera aquí.
“La única manera de producir un cambio es que la victoria electoral sea tan grande que resulte imposible desconocerla”
Andrés Caleca
-Estudió en La Habana economía política, ¿en qué época?
-Salí para La Habana en el año ‘74, estuve tres años allí y por razones económicas tuve que suspender mi carrera por casi dos años. Ya estaba casado, tenía dos hijas chiquitas. Mi esposa quedó sola con las niñas, perdió el trabajo y me vine. Luego volví para terminar la carrera.
-¿Más política que economía lo que estudio?
-En los países occidentales la Economía Política es apenas una asignatura que se imparte en varios años en las escuelas de economía. En los países socialistas existía esa licenciatura porque los cubanos copiaron todo lo que ocurría en el campo soviético. Se estudiaban las teorías económicas, más que manejo de empresas, comercio y finanzas, desde Adam Smith, incluso las ideas económicas de Aristóteles, y se terminaba en los economistas modernos para la época, (Friedrich) Hayek y otros. El énfasis estaba en la economía política marxista y en Marx. Cuando hablo con gente de izquierda, constato que nadie se ha leído El Capital. Yo tuve que leer los tres tomos, hacer trabajos, presentar exámenes. Las ideas económicas de Marx comienzan con el Marx joven y son continuación de las ideas de Smith y de David Ricardo, y él las adecua a finales del siglo XIX. Es el estudio más serio y más profundo del funcionamiento del capitalismo, pero el gran error es que una vez que conoce el sistema se plantea cambiarlo. No hay manera de cambiar un sistema económico por la voluntad humana. Lo que resulta es el desastre que produjo el marxismo.
–Ha dicho que las “ideologías son cadenas”, ¿cuénteme de su desencanto político?
-El desencanto político tiene que ver con la experiencia concreta y con los estudios. Al estudiar a Marx uno se da cuenta que conoce perfectamente el funcionamiento del capitalismo cuando se llega al Tomo III de El Capital. Cuando se pasa de lo simple a lo complejo. Se propone cambiar por voluntad humana el sistema que está viviendo, contradiciendo su razonamiento cientificista. Uno percibe ese problema fundamental en esa ideología, y comencé a estudiar por mi cuenta la historia del movimiento obrero en la socialdemocracia, sobre todo la alemana. Son los reformistas (Eduard) Bernstein y esa gente los que plantean que no hay que cambiar el sistema sino luchar porque su injusticias se vayan resolviendo. En lo político, cuando llego a Cuba pensaba que la cubana era una mejor sociedad que la nuestra. Aquí luchábamos por las reivindicaciones, éramos unos agitadores políticos desde los 14 años, en manifestaciones y protestas, luchas sindicales. Pero en Cuba nos topamos con que estábamos llegando a una dictadura.
“La Primaria resuelve el problema de un sector de la oposición, pero ni siquiera de toda la oposición y mucho menos de todo el país”
Andrés Caleca
-¿Se dio cuenta de inmediato?
-Llegando. No solo estás en una dictadura, sino en el totalitarismo, que es mucho peor. Una sociedad donde todo está controlado. No solo el hecho de que no haya partidos políticos, era imposible organizar el movimiento estudiantil, protestar porque no tenías agua o porque no tenías luz o porque las condiciones de la Universidad de La Habana eran muy precarias, sino que ni siquiera podías decidir qué música oías. Era pecado oír a Los Beatles. La gente con una radio escuchaba a Celia Cruz, escondidos y bajito, por Dios. Era un Estado policial, donde no sabías quien podía delatar a ese tipo que está oyendo a Celia. Al entrar en confianza con los cubanos, tipos simpáticos, abiertos, solidarios, te invitaban a su casa y ahí te contaban la verdadera realidad. Calladitos para que nadie supiera. Nos dimos cuenta que la democracia imperfecta que teníamos nosotros, adeco-copeyana, era infinitamente superior a aquello porque te daba la oportunidad de protestar, de luchar, nadie te perseguía por lo que oías, por la religión, que era otro tema. En Cuba estaba prohibido celebrar la Navidad, el 24 de diciembre se comía un cochinito, sin hacer bulla. Fueron sociedades muy tristes y muy oscuras. Eso nos provoca una profunda conmoción política, que la resumo en una frase “nos hicieron un lavado de cerebro, pero al revés”.
Alianza antinatura
-Un curso adelantado de la Venezuela del presente.
-Eso vimos que venía con Chávez, que es esto de lo que estoy hablando, pero además alineado con el militarismo secular de la historia venezolana. Aquí se ha producido una alianza antinatura entre esa izquierda totalitaria, estalinista, y el militarismo secular de la historia venezolana, que nace con los próceres de la Guerra de Independencia y que ha dominado este país con la única excepción de los 40 años de República civil. Y esa izquierda atrasada, se alinea con esta fuerza que es lo más atrasado de la realidad venezolana, el militarismo, y entonces montan este tinglado que han montado aquí. El resultado es la destrucción de un país en 24 años, todo lo que habíamos avanzado en los últimos 150 años desde la Guerra Federal. Con los años se inició la construcción de una república hasta que llegaron estos facinerosos y destruyeron el país sin que haya habido una guerra.
–Presidente del CNE en los tiempos de la euforia chavista, luego una larga temporada por el desierto, ¿qué anotó en ese período entre los deberes y los haberes de la oposición?
-Al regresar de Cuba dejo la militancia en el Movimiento Electoral del Pueblo (MEP). Me fui de ahí en el año ‘83. Empecé a trabajar en la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), en una carrera ascendente que me llevó a la presidencia de Ferrominera Orinoco, director de Sidor, de Venalum, de CVG internacional. Luego me dedico a la empresa privada y estando en eso me llaman para integrar el Consejo Nacional Electoral (CNE), el primero luego de la modificación de la ley de procesos electorales, que tenía que estar formado por siete personas independientes. Me propone el Partido Renovación, de Claudio Fermín, y para mi sorpresa resulto electo y luego presidente y eso significó mi regreso a la política, que uno nunca abandona del todo. Estoy ahí varios años durante el inicio del período chavista, hasta que se nombra un CNE completamente chavista en enero de 2000. Regreso a la vida privada y a mantener a mi familia, mientras en el plano político surgía otra generación política que entendí que era su oportunidad. Viene el agravamiento de la crisis económica con el paso de los años y uno empieza a analizar lo que ha pasado políticamente en esos primeros 15 años del siglo. El desconcierto estratégico de la oposición venezolana y de esa nueva generación política, sin mencionar nombres, que empieza a dar bandazos políticos entre una lucha pacífica, constitucional y electoral, a la abstención y de ahí a insurrecciones no planificadas, subestimando tremendamente al Gobierno, regresan a las elecciones, vuelven a llamar a la abstención. El desastre que hemos vivido ha permitido que el Gobierno más corrupto de la historia tenga 24 años en el poder. Así fue como decidimos, en una reflexión a dúo con mi esposa Ángela, este regreso a la política con la mira puesta en tratar de convencer a los dirigentes políticos regionales y locales de los partidos, y a la dirigencia de la sociedad civil, de que debía retomarse la vía electoral luego del fracaso del gobierno interino y toda esa decepción. Empiezo una gira por toda Venezuela, creamos una especie de ONG que se llama ProVoto para hablarle a la gente de que no se puede volver a la abstención, ni podemos seguir esperando una invasión que nunca llegará o una implosión del régimen que tampoco llegará. Y llego a la idea de lanzar una candidatura independiente que pudiese ser un punto de encuentro para la conformación de una gran coalición nacional que es la única posibilidad real que tenemos de derrotar a Maduro.
“El despertar de la política”
-¿Cómo mide lo que ha avanzado desde que en junio entró en la Primaria?
-La gran contribución que siento que he dado al proceso fue lograr, no por mi única acción, que el foco de la oposición se concentrara en el tema electoral. Nadie plantea ahora la abstención como una opción política.
-¿Qué ha logrado la Primaria a horas de la elección?
-Regresar a la política de gran parte de los venezolanos. En el año 2020 y 2021 era la situación ideal para un gobierno autoritario. Los venezolanos se estaban yendo del país, lo que hizo Fidel Castro en Cuba, ‘que se vaya la escoria’, decía. Siete, ocho millones de venezolanos fuera, abandonando toda esperanza y los que estaban aquí absolutamente postrados, en colas para echar gasolina, sin agua, sin luz, sin transporte, sin trabajo y sin ninguna salida. Con esa paz de los sepulcros estos tipos fueron incapaces de gobernar. Gracias a la Primaria, el país empieza a despertar a la política. Esos 10 u 11 candidatos recorriendo Venezuela, haciendo política, da idea de la importancia de las elecciones. No se trata solo de ganarlas o perderlas, es un proceso político que te permite organizar, movilizar, convocar a la gente. Hoy Venezuela es otra cosa desde el punto de vista político.
“La pregunta es cómo María Corina, en el caso de que resulte ganadora, va a lograr ser no solo líder de quien participe en la Primaria, sino ser líder del país”
Andrés Caleca
-¿Por qué cree que hay una gran posibilidad de derrotar a Nicolás Maduro como ha venido diciendo?
-Porque el 90% del país rechaza a Maduro. Mi experiencia en la calle es que todo el mundo pide un cambio. En los barrios más chavistas de Venezuela me he encontrado tres o cuatro maduristas, no más que eso. Las encuestas lo ratifican. Las personas que se definen como chavistas oscilan entre el 20 y el 25%. Pues ni siquiera todos esos van a votar por Maduro, porque su candidatura la apoya apenas el 10%. Cómo lograr que ese 90% que lo rechaza se convierta en una mayoría política capaz de derrotarlo. La oposición venezolana tiene también entre 10% y el 15%. Hay que lograr unir a ese resto del país, darle una alternativa de cambio y emocionarlo.
-¿Le ha hablado de su propuesta de la gran coalición nacional a otros candidatos?, ¿lo ha comentado con María Corina Machado?
-Con todos y se supone que la Primaria es para eso. Tenemos un compromiso firmado en el cual nosotros nos comprometimos con un programa mínimo de gobierno y a apoyar el candidato que gane. La Primaria resuelve el problema de un sector de la oposición, pero ni siquiera de toda la oposición, y mucho menos de todo el país. La primera tarea de Andrés Caleca, si llego a ganar, será buscar al resto de la oposición y convocar al país. Hace falta algo como el espíritu del 23 de Enero.
-Las encuestas también indican que hay un fuerte liderazgo de María Corina Manchado y que la unidad de la gente es en torno a ese liderazgo, ¿lo ve así?
-Las últimas encuestas que se han hecho indican que María Corina Machado tiene una ventaja muy sólida en el segmento de los que van a votar en la elección primaria. Tiene el 80, el 70 o el 60%, según unos y otros, de esos que van a votar, pero los que van a votar son apenas el 10% de todo el país. La pregunta es cómo María Corina, en el caso de que resulte ganadora, va a lograr ser no solo líder de quien participe en la Primaria, sino ser líder del país. Esta gente no va a entregar el poder sino se le derrota por paliza. La única manera de producir un cambio es que la victoria electoral sea tan grande que resulte imposible desconocerla. Además, no va poder gobernar el país si no tiene ese respaldo de amplios sectores de la oposición, porque estamos frente a una fuerza hostil que al día siguiente del triunfo empezarán a conspirar para tumbar el nuevo gobierno.
-¿Habrá un espacio de diálogo en la oposición después que la Comisión Nacional de Primaria termine su tarea con la proclamación de la candidatura unitaria?
-Ese espacio debe surgir ahora. Existe la Plataforma Unitaria que sigue funcionando con plomo en el ala y va a ser muy difícil recomponerla. Habrá que constituir algo pero la primera referencia será el candidato o candidata ganadora de la Primaria. De su talante, de su amplitud, de su opción unitaria dependerá mucho lo que venga de aquí en adelante. Pase lo que pase nosotros seguiremos auspiciando una gran coalición nacional. Una política que tiene dos carriles, de unidad y de voto. Nada de lo que conspire contra eso contará con nuestro apoyo.
-Hay un tema en debate que es el de la sucesión candidatural, ¿cuál es su posición al respecto?
-En el caso de María Corina Machado, que es la única inhabilitada de quienes compiten ahora, o en el caso de que gane un no inhabilitado pero que el Gobierno decida inhabilitar, nosotros tenemos la obligación de apoyarla. Protestar por todos los medios nacionales e internacionales en todas las instancias jurídicas y políticas, la protesta pacífica, la organización. Tratar de acorralar al Gobierno para que se vea obligado a la habilitación. ¿Será posible? No lo sé en este momento. Si no lo logramos, esa candidatura tendrá que revisarse en el momento en que se ponga en peligro la participación electoral, porque el foco central de la política es cómo derrotamos a Maduro y la única posibilidad de derrotarlo es por la vía electoral. Vamos a apoyar esa política hasta último momento.
-¿Hay riesgo de fragmentación?, ¿se podrá encaminar?
-Es una discusión dura y difícil. Dependerá, sobre todo, del candidato ganador de la Primaria. Una vez que ganas la Primaria tienes un gran protagonismo para lo bueno y para lo malo también. La pelota queda en tus manos.
-¿Cuál va a ser el papel de Andrés Caleca a partir del día 23?
-Seguimos en la defensa de la unidad y del voto. Hemos recorrido todo el país, conocido gente en toda Venezuela, el partido que me acompañó, el Movimiento por Venezuela, es un grupo humano extraordinario de luchadores sociales y con una fe de carbonarios. Seguimos con nuestra política, tenemos mucho que dar y aportar para el comando de la candidatura unitaria.