En la aldea
06 diciembre 2024

Rosales y espinas: claman por la cabeza de la rectora del CNE, Aime Nogal

Timoteo Zambrano estaría al frente de una jugada que busca ejercer presión contra la pupila del gobernador Manuel Rosales en la cúpula del Poder Electoral.

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Pedro Pablo Peñaloza | 28 noviembre 2023

Un veterano político lo describe como un juego de billar: el régimen chavista azuza a partidos de su oposición “leal” para que ataquen a la rectora del Consejo Nacional Electoral (CNE), Aime Nogal, y, de esa manera, alcanzar su verdadero objetivo: presionar -aún más- a su jefe, el gobernador Manuel Rosales. Carambola.

Nicolás Maduro está dichoso con el flamante CNE. “Esta nueva junta directiva ha demostrado que da suerte, es brillante, toman sus decisiones por unanimidad”, elogió Maduro tras la realización del simulacro del referendo sobre el Esequibo.

Sin embargo, no todos sus socios en la designación del árbitro comparten ese entusiasmo. “La rectora del CNE Aime Nogal enfrentaría una propuesta de veto (sic) de censura de la Asamblea Nacional, una vez finalice el proceso electoral del referéndum consultivo sobre el Esequibo”, publicó el portal AlbertoNews el 22 de noviembre.

“Algunos recuerdan con nostalgia la política de puertas abiertas del exrector Márquez”

La nota en cuestión no cita ninguna fuente, pero da continuidad a otra difundida por el mismo sitio el 15 de noviembre afirmando que “las quejas de partidos como Cambiemos, Avanzada Progresista, Lápiz, Copei, Fuerza Vecinal, entre otros, han puesto contra la pared” a Nogal.

Ninguno de los textos menciona específicamente a la Acción Democrática judicializada, que forma parte del Parlamento 2020. “Nosotros no tenemos problemas con la rectora, entiendo que hay algún sector de la oposición de la Asamblea que tiene diferencias con ella, pero creo que ese es un ruido sin mayores consecuencias”, apunta un blanco, que prefiere resguardar su identidad.

Otro adeco que se precia de ser uno de los más activos de la veintena de legisladores de oposición, aclara que ni formal ni informalmente se ha planteado en el seno de la fracción una medida contra Nogal. Considera que una acción de ese tipo sería “inoficiosa” y perjudicial por tratarse, además, de una rectora vinculada con fuerzas opositoras.

Un legislador de la misma bancada, que también pide mantenerse en el anonimato, aporta: “Sé de algunos partidos de oposición descontentos con Nogal tanto dentro como fuera de la Asamblea Nacional, pero en la bancada aún no se discute el tema”.

Entonces, ¿quiénes van por la cabeza de Nogal? “Creo que Timoteo Zambrano (Cambiemos) y Luis Augusto Romero (Avanzada Progresista), quien siempre juega con Zambrano. Timoteo tiene una posición hostil contra la rectora, por su pelea personal con Manuel Rosales y porque Nogal removió de la dirección de Partidos Políticos a Pablo Gómez, quien era su ficha en ese cargo”, contestan.

Un Nuevo Pleito

Pablo Antonio Gómez fue designado director general de la Oficina Nacional de Participación Política el 3 de agosto de 2021. Esta oficina tiene entre sus tareas “organizar y mantener actualizado el registro de las organizaciones con fines políticos, grupos de electores y electoras, agrupaciones de ciudadanas y ciudadanos”; así como “tramitar las solicitudes de constitución, renovación y cancelación de las organizaciones con fines políticos”.

Además, forma parte de la Comisión de Participación Política y Financiamiento (Copafi) del CNE. Para el momento del nombramiento de Gómez, de 74 años, el presidente de Copafi era el rector Enrique Márquez. Gómez es aliado de Zambrano, quien también mantiene una buena relación con Márquez. Ambos militaron en Un Nuevo Tiempo (UNT).

Ahora, no basta con haber pasado por la “casita azul” para tratarse como hermanos. La propia Nogal viene de ser la coordinadora del Congreso Ideológico y Programático de UNT, y todos la identifican como la vocera de Rosales en la cúpula del CNE. A Zambrano no le gustó que reemplazara a Márquez y se habría tomado como una afrenta la destitución de Gómez.

El defenestrado Gómez fue rescatado por el rector suplente Conrado Pérez, otro destacado exponente de la oposición “leal”. En lugar del removido ingresó la abogada María Eugenia Rodríguez, una funcionaria con dilatada trayectoria en el organismo.

Rodríguez está relacionada con UNT. Pero aquí se enreda aún más la historia. Pese a que Rodríguez habría aterrizado en ese cargo con una recomendación firmada en Maracaibo; la rectora Nogal tendría serias diferencias con su subalterna, a la que deja por fuera del Comité Electoral, poniendo trabas a su intervención en las discusiones.

El sacudón

Una versión señala que el despacho de Nogal tendría en la mira a tres organizaciones: Prociudadanos (Leocenis García), Cambiemos (Timoteo Zambrano) y Lápiz (Antonio Ecarri). ¿Qué significa esto? Que Copafi podría emitir un informe recomendando la reforma de los estatutos y la renovación de las autoridades de esas organizaciones.

Esa fórmula se la aplicaron al exgobernador Henri Falcón en 2022. Un análisis elaborado por Gómez concluyó que en Avanzada Progresista “no valen las opiniones del colectivo sino de dos personas”, y que su “estructura organizacional no responde a las exigencias de participación de los ciudadanos”. El resultado fue que a Falcón le arrebataron su partido para entregárselo a un grupo dócil ante el chavismo.

El 16 de noviembre, Luis Ramírez, coordinador de Finanzas de Prociudadanos, acudió al CNE para solicitar “un pronunciamiento sobre la legitimidad de las autoridades” de esa organización. Acusó a Leocenis García de hacerse pasar por “directivo de una organización ilegítima”.

Descrito el conflicto, cabe subrayar un punto: el CNE es un apéndice del régimen chavista. Ningún rector -y menos de oposición- puede tomar una decisión de calado sin contar con la venia del oficialismo.

De hierro

Los críticos de Nogal la tachan de inflexible y hosca. En los pasillos del CNE dicen que ni siquiera se lleva bien con su colega opositor, Juan Carlos Delpino, antiguo dirigente de Acción Democrática. Aunque proviene de la centroizquierda, le haría falta mano zurda. Algunos recuerdan con nostalgia la política de puertas abiertas del exrector Márquez, avezado en estas lides.

Los directivos de un partido que visitaron el despacho de la rectora cuentan su experiencia: “Nos impresionó su falta de cordialidad. Fue un encuentro distante, frío. Ella, muy desconfiada, se limitó a preguntar qué queríamos y a responder con monosílabos. Se hizo acompañar todo el tiempo de su asistente”.

Leocenis García habría conversado personalmente con Rosales para que ablandara a su pupila. La petición cayó en saco roto, la rectora no retrocede y sus adversarios resolvieron ventilar sus reproches en la calle.

A cumplir

En el supuesto de que la iniciativa sea discutida y aprobada en el seno de la fracción, queda claro que esa minúscula representación de la oposición “leal” no tiene poder para decidir absolutamente nada. Mucho menos para remover o designar a un alto funcionario del Estado.

Desde esa bancada han puesto a circular que UNT tampoco estaría satisfecho con el desempeño de Nogal. Para inyectarle mayor dramatismo, advierten que cualquier movimiento de última hora también podría afectar al rector Delpino. “Ella tiene un carácter complicado, sé que tiene problemas con mucha gente, pero entiendo que con Rosales mantiene una buena relación”, responde un dirigente de UNT.

En todo caso, siempre la última palabra la tiene el chavismo. Y eso es lo que algunos sospechan que puede servir al oficialismo para refrescar al mandatario zuliano los términos y condiciones de su negociación. Maduro no movería a Nogal, honrando su palabra, y a la espera de que Rosales cumpla con lo pactado. ¿Cuáles son esos compromisos? Nadie sabe. El 2024 es año de elecciones presidenciales. Ya se verá.

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La opinión emitida en este espacio refleja únicamente la de su autor y no compromete la línea editorial de La Gran Aldea.
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