En la aldea
05 diciembre 2024

¿Fin de la estabilidad cambiaria?

«Si siguen con el “conservadurismo” fiscal, y mantienen una forma relativamente sana del gasto, entonces, las presiones en el tipo de cambio serían bajas»

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Henkel García U. | 17 abril 2024

Al momento de escribir este artículo, quedan pocas horas para saber si la flexibilización de sanciones continúa o no. Me refiero específicamente a la Licencia General Nº44, la cual ofrecía, entre otros puntos, una mayor flexibilidad a PDVSA para la comercialización de petróleo, que, a su vez, suponía un aumento de su flujo de caja, no solo por mayores ventas, sino también por el cobro sin descuento de dichas operaciones.

Ante tal escenario habría que sondear el impacto de esta medida, tarea nada sencilla, sobre todo cuando no se cuenta con un mínimo de información oficial. Al hacer una revisión rápida de las redes sociales, el posible fin de la estabilidad cambiaria es uno de los temores que más resalta.

Para poner el tema en contexto, es necesario comentarles que la reciente estabilidad no es nueva, de hecho, tuvimos una similar durante la primera mitad de 2022, cuando la variación interanual del tipo de cambio alcanzó un mínimo de 44%. Hoy se encuentra en 56%. Cabe mencionar que esto ocurrió antes del alivio de sanciones, el cual vino en el último trimestre de 2023. Esa paz se desmoronó en agosto de 2022, cuando hubo una emisión importante de bolívares de parte del BCV, presumimos que para realizar el pago de vacaciones del magisterio. La dinámica expansiva en lo monetario se extendió a lo largo del último trimestre de 2023, también coincidente con el pago de aguinaldos y otros beneficios de fin de año de los trabajadores de la administración pública.

¿Qué factores intervienen en esa estabilidad (o inestabilidad)?. En primer lugar, un gasto público más conservador, lo cual se puede ver reflejado en lo cautelosos que han sido con los aumentos salarios mínimos, o mejor dicho, del ingreso mínimo, porque no ha habido aumento de salario. En segundo lugar, sí, un aumento de la oferta de dólares en el mercado cambiario, que en buena medida no proviene de BCV-PDVSA, sino que también interviene, de manera directa y abundante, la empresa Chevron. Y en tercer lugar, la contención del crédito bancario para limitar la demanda de dólares de los distintos actores económicos. Estas son solo tres, seguramente hay otros factores, pero los consideramos de menor relevancia.

¿Qué esperar?. Es difícil plantear proyecciones con cierto grado de certeza, pero sí parece claro que la no renovación de la Licencia General no necesariamente implica el fin de la estabilidad cambiaria. Por ejemplo, a pesar de que ocurra tal medida, también se espera que Chevron pueda seguir operando como lo ha hecho en estos últimos 16 meses, por lo que buena parte de la oferta de divisas se mantendría. Lo único que podría cambiar esto en el corto plazo es una caída abrupta de los precios petroleros, que no se espera, al menos por los momentos. Por el lado de la demanda, habría que esperar cuál será la decisión del gobierno respecto al gasto público y sus formas de financiamiento. Si siguen con el “conservadurismo” fiscal, y mantienen una forma relativamente sana del gasto, entonces, las presiones en el tipo de cambio serían bajas. Algo similar pasaría con el crédito bancario. Si sigue la política restrictiva a través del alto encaje legal, por allí también veríamos una demanda de dólares bastante limitada.

Más allá de lo nominal, el impacto estaría en la economía real. Con la flexibilización de sanciones, el crecimiento económico apuntaba hacia 7%-9%, si no se renueva la Licencia General, ese crecimiento proyectado pudiese caer a 2%-4%.

Quedan claras las consecuencias de la actual crisis política, del aislamiento del gobierno venezolano, de la ausencia de garantías democráticas, de la falta de condiciones electorales mínimas para llevar adelante un cambio político. Son días cruciales que requerirán de la vigilancia ciudadana para que el destino del país se encarrile hacia el beneficio de todos.

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La opinión emitida en este espacio refleja únicamente la de su autor y no compromete la línea editorial de La Gran Aldea.
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