Las imágenes recogen la alegría de los presentes en las instalaciones de la Universidad Nueva Esparta (UNE). El jefe del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Caryslia Beatriz Rodríguez, el superintendente del Seniat, José David Cabello, el procurador general, Reinaldo Muñoz, y los diputados de la Acción Democrática judicializada Luis Eduardo Martínez, José Gregorio Correa y Bernabé Gutiérrez, entre otros.
Todos sonrientes con toga y birrete, a excepción de Gutiérrez, quien vestía un flux oscuro y corbata amarilla. El motivo del encuentro y la celebración: el otorgamiento de los títulos del primer Doctorado en Control Contencioso Administrativo de las Conductas del Poder Público de la UNE a principios del mes de marzo.
Entre los graduados también destacó el rector de la Universidad Católica Santa Rosa (Ucsar), Carlos Alberto Boully Gómez. Además de sus diplomas, el presbítero Boully Gómez exhibe en su resumen curricular su participación en los comités de postulaciones de los poderes Judicial y Electoral, instancias designadas y controladas por el chavismo para conducir el proceso de escogencia de magistrados del TSJ y rectores del CNE.
El requisito
Constitución en mano y parafraseando al Padre de la Patria, puede decirse que un ser sin estudios superiores es un ser incompleto para escalar en la burocracia. La Carta Magna impone como requisito para alcanzar los cargos de magistrado, fiscal general y procurador general de la República “tener título universitario de postgrado en materia jurídica”.
La necesidad de cumplir con esa exigencia constitucional para ascender en la estructura de poder explicaría el porqué tantos funcionarios se acercan a la UNE, razona un profesor de esa casa de estudios que prefiere resguardar su identidad.
Un ejemplo podría ser la propia presidenta del TSJ. De acuerdo con la página web del máximo juzgado, tras egresar en 1993 con el título de abogada de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Caryslia Rodríguez completó en 2002 una especialización en Seguridad y Defensa de la Nación en el Instituto de Altos Estudios de Seguridad de la Nación (Iaesen), y posteriormente agregó dos diplomas a su haber, ambos de la UNE: Maestría en Derecho Penal Militar y ahora el ya mencionado Doctorado en Control Contencioso Administrativo de las Conductas del Poder Público.
Pesos pesados
“Los sábados parecemos una venta de camionetas blindadas. Pura camioneta blindada del último año con sus respectivos guardaespaldas”, ironiza el profesor consultado, haciendo referencia al día de la semana en que los funcionarios tendrían que asistir personalmente a la universidad para las clases presenciales.
Sin embargo, son muy pocos los que acuden al recinto. “No todos pueden asistir por los compromisos que tienen. Entonces, el rector Alberto Ramírez conversa con ellos, les manda tareas para la casa y hacen consultas virtuales”, describe la fuente.
Ramírez aclara que “no hay clases, son conversatorios”. Apunta que aquellos que no pueden trasladarse a la institución, “tienen como resolver” gracias a la modalidad virtual. El académico reivindica la importancia del doctorado, que vendría a llenar un vacío “para aprender cómo funciona el Estado” y corregir “los errores que se cometen y nadie ve”.
El rector indica que la primera cohorte alcanzó los 72 egresados. “Hasta yo me inscribí y egresé con ese grupo”, comenta. Al preguntarle sobre la experiencia de tratar con los altos funcionarios, Ramírez separa el cargo de la persona. “Amoroso fue mi alumno en la Bicentenaria de Aragua hace 30 años. Caryslia Beatriz Rodríguez es amiga mía desde que fue concejal y por casualidad llegó a presidenta del TSJ. José David Cabello es mi ahijado de la promoción de Contaduría Pública de la Universidad Santa María hace 25 años”, relata.
Otro titulado por la UNE que también es su ahijado, pero por la carrera de Derecho en la Santa María, es Giuson Flores, viceprocurador general de la República y hermano de la “primera combatiente”, Cilia Flores. Subraya que el doctorado no va dirigido exclusivamente para abogados y recuerda que también obtuvieron su diploma el ingeniero agrónomo Luis Eduardo Martínez, candidato presidencial de la AD judicializada, y el odontólogo Rafael Morales, alcalde chavista de Maracay.
En esta segunda edición del doctorado, que comenzó en enero de 2024, la planta de profesores cuenta con el rector Ramírez, Elvis Amoroso, el magistrado Inocencio Figueroa, miembro de la Sala Electoral del TSJ, y el procurador Reinaldo Muñoz, entre otros.
Para todos
La UNE se fundó el 20 de septiembre de 1989 por el doctor Juan Bautista Marcano Marcano, quien venía impulsando un proyecto educativo desde 1954. El dueño actual de la universidad es el empresario y abogado egresado de la Santa María, Nicolás Mangieri Cauterucce.
Identificado originalmente con Acción Democrática, Mangieri Cauterucce ha coqueteado con la idea de competir por la gobernación del estado Guárico. Los adecos que están con Henry Ramos Allup señalan que el propietario de la UNE es un “librepensador” que hoy no forma parte del partido y que está vinculado con Bernabé Gutiérrez. Sobre esa relación, desde la otra acera blanca dice un dirigente guariqueño: “Sí, son amigos, pero Mangieri Cauterucce es amigo de todo el mundo”.
Como empresario, ha trabajado con unos y otros. Una nota publicada en diciembre de 2014 por el periodista César Batiz menciona que Construcciones y Mantenimientos Maro, C.A. (Maroca), registrada por Mangieri Cauterucce en 2007 en el estado Anzoátegui, recibió hasta 2009 unos 12 contratos de la gobernación de Tarek William Saab.
“La universidad es la casa de las ideas, puedes estar de acuerdo o no con el gobierno, pero allí se oyen todo tipo de ideologías”, afirma el profesor consultado, quien resalta el compromiso de Mangieri Cauterucce por mantener a flote la universidad en medio de la crisis.
“La pandemia nos pegó muchísimo. Antes teníamos más de 3 mil alumnos, muchos del interior del país, pero ahora no llegamos a 800, de los cuales 20% son becados”, precisa. La UNE ofrece siete carreras de pregrado y está próxima a abrir Derecho mención Contaduría.
Cultivando el intelecto
En agosto de 2023 se constituyó la Asociación Civil de Universidades Privadas. Su presidente es el rector de la UNE, quien acota que hasta la fecha siete casas de estudio se han sumado a esta iniciativa.
En el núcleo fundador de la asociación civil se encuentran el diputado Luis Eduardo Martínez, rector de la Universidad Tecnológica del Centro (Unitec), y el presbítero Boully Gómez, de la Santa Rosa. Los acompañan las autoridades de la Santa María, Bicentenaria de Aragua -de la cual Martínez es consejero-, Gran Mariscal de Ayacucho y Arturo Michelena.
La Universidad Santa Rosa también acaba de abrir un Doctorado en Derecho Procesal Constitucional que tiene entre sus participantes a José Gregorio Correa, diputado de la AD judicializada. “Este doctorado será la génesis del desarrollo de la norma constitucional en Venezuela”, declaró Correa a las redes de la Ucsar, que publican una video donde se le puede ver junto con Luis Eduardo Martínez, el ministro de Relaciones Interiores, Remigio Ceballos Ichaso, la presidenta del TSJ y la ex superintendente de la Actividad Aseguradora, Celeste Liendo, ficha de confianza de Amoroso.
La nota de prensa sobre el lanzamiento de la Asociación Civil de Universidades Privadas, recoge que el rector Ramírez destacó que los profesionales egresados de estas instituciones están dispuestos a “colaborar de manera directa con alcaldes y gobernadores en la ejecución de obras de envergaduras o importantes temas presupuestarios”.
Pero no se puede descartar que incluso lleguen a tomar Miraflores, pues dos candidatos presidenciales son doctores de la Universidad Nueva Esparta: Luis Eduardo Martínez y Benjamin Rausseo, el famoso “Conde del Guácharo”, magíster en Derecho Penal y doctor en Ciencias de la Educación por esa casa de estudios.