La situación del régimen con Edmundo González me hace recordar una célebre película, “The Joker” (o el guasón, en castellano), protagonizada por Joaquín Phoenix, cuyos padres, por cierto, vivieron un tiempo en Venezuela.
Una de las más notables escenas de la película se desarrolla en el metro de New York, cuando el protagonista (Arthur Fleck) está siendo perseguido por la policía para detenerlo. Resulta que el personaje se había convertido en una referencia y un símbolo de la rebelión de la gente en Gotham City, por lo que muchos lo seguían. Cuando la policía entra al vagón del tren donde este viajaba ya para detenerlo, se encuentra con que todos los pasajeros que iban allí y que eran muchos, llevaban puesta la misma máscara de payaso que utilizaba Arthur Fleck. Todos se habían convertido en él, en “The Joker”. Todos lucían iguales, haciéndose indiferenciables. La policía no logra identificarlo y no sabe qué hacer. No puede hacer nada contra él.
Dejando de lado las causas por las que la policía perseguía al Joker, pues no vienen al caso en esta oportunidad, uno puede decir que el régimen de Maduro se encuentra frente a Edmundo González en una situación similar a la de la escena del tren. Todos los rostros se les han ido convirtiendo en su rostro porque ese es el rostro de la unidad y de la fuerza de la oposición; de la dignidad y la decencia.
Es el rostro que tiene hoy la determinación de salir del régimen. El régimen se lo va encontrando por todas partes, en cada alma y rincón del país. Sabe que su condición de rival gigante no es inherente al propio candidato, aun cuando él reúne personalmente muy valiosas virtudes y condiciones, sino más bien y principalmente a lo que representa.
Esta situación hace prácticamente invulnerable a Edmundo frente a los ataques del régimen. Los hace inútiles, digan lo que digan o lo acusen de lo que lo acusen. Pareciera que están conscientes de eso y por ello ni lo intentan mucho. En la película, la policía termina quedando paralizada en medio de todos aquellos seguidores de Arthur Fleck. Había ido a atraparlo en el vagón del tren y terminó más bien quedando ella atrapada allí. Aquí también es el régimen el que pareciera estar quedando atrapado en medio de la multiplicación de los rostros de Edmundo.