En la aldea
19 enero 2025

Reyna: «Si Nicolás Maduro sigue en el poder, igual tendrá que sentarse a dialogar formas de recorrer esta crisis». Foto: VOA

Feliciano Reyna: hay que buscar que lo ocurrido el 28J se reconozca el 10E, pero si no pasa, debemos seguir avanzando

Para el presidente de Acción Solidaria, no hay manera de avanzar en Venezuela sin un diálogo o negociación con quienes hoy dominan los poderes públicos. Afirma que desde el Foro Cívico se intenta "destrabar el conflicto político" y cuestiona a quienes acusan a este movimiento de querer normalizar la continuidad del gobierno

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Alejandro Hernández | 08 diciembre 2024

El presidente de la organización Acción Solidaria, Feliciano Reyna, no cree que las sanciones sean el camino, sino que, por el contrario, han “hecho daño”. En este sentido, explica que la crisis del país solo se puede destrancar con una negociación  de los “actores en conflicto”, pero también con miembros de la sociedad. 

El activista de derechos humanos sostiene que hay quienes han instalado un “estado general de sospecha” sobre todos lo que tienen interlocución con el chavismo, lo que a su juicio es “inaceptable y lo menos democrático del mundo”   

Reyna insiste en que el “diálogo político no debe parar”, y que así Nicolás Maduro se juramente el 10 de enero, “no debemos pararnos ahí”, sino seguir adelante y participar en las elecciones previstas para el 2025, porque a través de ellas se podría obtener “espacios de representación importantes en el país”.


¿Por qué no hay una plataforma oficial donde cualquiera pueda ver quiénes son los integrantes del Foro Cívico?

El Foro Cívico ha ido creciendo de manera espontánea y es una organización de hecho, no de derecho; entonces no ha estado, ni siquiera, planteado crear un sitio web o tener una carta de presentación. Es una deuda pendiente que debemos conversar internamente, pero desde que se empezó a preparar la agenda social y de derechos han participado unas seiscientas personas en todo el país y, aunque la vocería la hemos llevado unos pocos, hay un espacio de consulta donde están unas ciento treinta personas. Pero es verdad que tenemos cierta informalidad que no se puede ocultar y habrá que trabajarla.

Pero eso no es un detalle menor, por los temas de interés nacional que abordan, las actividades que realizan y las personas con las que se reúnen dentro y fuera del país, es importante que se sepa a nombre de quién hablan y quiénes conforman la organización 

Nos lo hemos planteado, pero tengamos claro que participar en asuntos públicos como grupos organizados es un derecho. Es decir, no necesitamos ni una elección, ni una validación pública para ponernos de acuerdo y plantear temas aquí en el país o internacionalmente. La legitimación la dará el efecto que cause lo que se proponga. Nosotros estamos construyendo una postura sociopolítica basada en los derechos humanos con sentido amplio; y eso nos ha permitido llevar posiciones sobre el conflicto nacional, que entendemos como un tema de largo plazo. Por eso hemos estado haciendo conversaciones adentro y afuera de Venezuela, exponiendo nuestra visión sobre cómo transitar este complejo camino.  

¿El Foro tiene un mecanismo interno para decidir posturas institucionales importantes como la de las sanciones, por ejemplo? 

Primero, las sanciones no se pueden tratar como un paquete, porque hay individuales, sectoriales, y generales. Lamentablemente, existe un sobrecumplimiento de las mismas que afecta la acción humanitaria, por eso la postura mía y del Foro Cívico es que deberían ser levantadas, al menos las generales y sectoriales, porque, además, su propósito de producir un cambio político no ha resultado. Yo lo he planteado en distintas oportunidades a la Oficina del Alto Comisionado, porque es una realidad que los efectos de estas medidas están perjudicando a la población más vulnerable.

Entonces, ¿usted está de acuerdo con que se levanten las sanciones generales y sectoriales, pero que se mantengan las individuales?

Yo no puedo decirlo de esa manera, porque tú sabes lo que significaría. No voy entrar en ese terreno; por eso siempre he dicho que las generales y sectoriales deberían ser levantadas; y el Foro Cívico también ha hablado en el mismo sentido.

¿Por qué el Foro Cívico habla de que en Venezuela hay “dos extremos polarizados o radicales en conflicto”?

Los conflictos no son necesariamente entre iguales y aquí hay un gran desbalance entre las partes. Es indudable que el camino hacia el 28 de julio estuvo lleno de todo tipo de obstáculos para la oposición, debido a la naturaleza autoritaria del gobierno; por eso hay un conflicto entre dos sectores, que no van a tener más remedio que negociar. Si el 10 de enero asumiera Edmundo González, él no tendrá otra vía distinta a gestionar su administración con la Asamblea Nacional, el Tribunal Supremo de Justicia, Fiscalía y todas las instituciones en manos del chavismo. Y si Nicolás Maduro sigue en el poder, igual tendrá que sentarse a dialogar formas de recorrer esta crisis.

¿Pero qué quieren decir con “extremos polarizados o radicales”?

Bueno, a lo mejor no es la mejor expresión, pero aquí hay dos posiciones muy claras y duras en disputa, eso no se puede negar. El liderazgo que hoy encabeza a la oposición, ha dicho que el oficialismo tiene que irse, y dejar el poder. Eso es una postura tajante. Por el otro lado, el chavismo dice “ustedes están imponiendo sanciones y quieren acabar con nosotros a través de la violencia”. Entonces, ¿son o no dos extremos? No estamos diciendo que son extremistas. Pero lo verdaderamente importante es que en el medio hay una cantidad de gente necesitando que estos dos grupos se sienten a resolver el conflicto de la manera menos traumática y violenta posible 

La postura de que “tienen que dejar el poder” no es caprichosa, está sustentada en que perdieron las elecciones por más de treinta puntos.

Pero, de nuevo, hay todo un estamento de poder con el que Edmundo González tendría que negociar y reconocer, si llega a asumir el 10E, para que podamos encontrar un camino de reconstitución de la democracia.

¿Para usted en los fracasos de las distintas negociaciones que se han intentado, hay responsabilidades compartidas o iguales entre el chavismo y la oposición?

Dependiendo del aspecto y la negociación que escojas. Yo me he sentido muy frustrado, porque el acuerdo social de las conversaciones de México, para el tema humanitario, no pudo avanzar sustancialmente, debido a que, por un lado, el gobierno no ayudó manteniendo un comportamiento democrático; y por el otro, había voceros opositores que no estaban de acuerdo con la aprobación de esos fondos, por considerar que ayudarían a estabilizar al chavismo en un año electoral. En este caso hay una responsabilidad compartida, desafortunadamente.

¿La oposición debe seguir negociando así el chavismo no esté dispuesto a ceder el poder, ni reconocer la elección del 28J? 

Sí, porque no queda más remedio que mantenerse en el proceso negociación. Si te pones en los zapatos de quienes están gobernando hoy, y les dejas la recompensa sobre su cabeza o les asomas propuestas de persecución, es difícil también. Yo, como ciudadano que vive en el país y está viendo el drama social, quiero pensar que sí es posible, con todo y lo difícil, a partir de enero ir logrando acuerdos. No me meto en las complejidades y las definiciones de lo que viene, pero ojalá sea posible un espacio de interlocución entre los liderazgos nacionales que incluya a la comunidad internacional, porque se debe resolver lo de las sanciones y lograr cierta estabilización de la economía. 

Con la administración Biden hubo cuatro años de flexibilización de sanciones, ¿por qué no se estabilizó la economía y salieron de la vulnerabilidad los millones de venezolanos que se encuentran en esa condición? 

Es un proceso mucho más largo, el drama de nuestra economía viene desde 2012, 2013, es decir, previo a las sanciones; por eso la mediana flexibilización que inició en 2021 ha traído mejoras muy leves. Pero para que el país pueda tener el progreso esperado, se necesita una estabilidad prolongada, acceso a recursos que puedan ser supervisados de forma transparente y préstamos de organismos como el Fondo Monetario Internacional y otras multilaterales. Aquí las licencias de operación de las petroleras extranjeras son por seis meses, y siempre hay incertidumbre sobre si Estados Unidos las renovará o no. Así no vendrán inversiones. 

No debemos supeditar nuestra economía a la política interna de Estados Unidos, porque significa estar a merced de agendas políticas externas. Es el mismo sinsentido que representa que sigamos teniendo dependencias con otros regímenes autoritarios. Quisiéramos discutir sobre traernos el manejo de fondos para Venezuela y aquí, entre los actores políticos y organizaciones de la sociedad civil, encontrar una solución para la mayoría de la población está sufriendo.

Pero hacer todo eso es premiar a Nicolás Maduro por robarse las elecciones y darle la maniobrabilidad de un gobierno democrático.  

Son cosas distintas; si las sanciones se levantan, no significa que cesarán las investigaciones en materia de violación de derechos humanos, ni que se suspenderá el resto del trabajo humanitario. Yo veo un abordaje de múltiples caminos y las sanciones son una parte de las estrategias a implementar, pero no debe cerrarse el diálogo político, porque las conversaciones unilaterales entre individualidades y sectores de la sociedad con el gobierno no han parado, ni pararán. El drama de esos veinte millones de venezolanos que están en condición de vulnerabilidad me hace abogar por una mejora en la economía.

¿No es ingenuo pensar que si le dan esos fondos y recursos que menciona, el chavismo respetará el mecanismo de rendición de cuentas que se establezca? 

Si vuelves a mercados formales, la posibilidad de rendición de cuentas es muchísimo mayor. Si siguen vendiendo petróleo en el océano y triangulando con regímenes autoritarios, hay mucha más posibilidad de corrupción. Con el regreso a los terrenos de la formalidad, habrá mayor capacidad de escrutinio y control. Ahí Transparencia Internacional puede hacer un buen trabajo. Con esto no pretendo negar el gran problema de corrupción que ha existido todos estos años.

Pero si hay veinte millones de venezolanos a favor de que a Maduro le quiten las sanciones para que estabilice la economía, ¿por qué la opción que no está de acuerdo con que eso ocurra ganó las elecciones del 28J con casi el 70% de los votos?

Es que esos veinte millones de personas vulnerables también quieren una cotidianidad mejor y salieron a votar para que las cosas cambien. Eso es innegable. Igualmente, yo no me meto a pensar si la población rechaza o no las sanciones y no espero que la población opine sobre eso, porque no tienen los insumos para hacerlo. Ahora, yo estoy convencido de que están haciendo daño, porque lo he visto. Nos han dicho “no se pueden donar esos equipos, porque van a un hospital público”. Eso no puede ser. 

No consideremos las sanciones como la única herramienta para tener alguna posibilidad de espacio de negociación. Por ejemplo, a pesar de que con toda razón hay rechazo a participar, yo pienso que los procesos electorales del 2025 son esenciales para que se haga más plural la representación política en el país. Ahí un tema para acordar puede ser el cambio de Consejo Nacional Electoral (CNE), puesto que el actual no tiene ninguna credibilidad.

¿Siente que el país podría participar en unas elecciones regionales, municipales y parlamentarias, luego de que Maduro se robó las presidenciales que perdió por casi cuatro millones de votos?

Yo creo que es muy importante participar, y  un proceso de negociación alrededor de esas elecciones podría significar flexibilización económica, más inversión social y la posibilidad de iniciarse en un camino institucional. Un CNE distinto le puede dar garantías a la población y podríamos ir a votar para tener espacios en la Asamblea Nacional, en gobernaciones y alcaldías. 

Lo que pasa es que ese camino ya se intentó y el chavismo lo hizo naufragar

Nos toca un camino a largo plazo, como te comenté al inicio, y hay que pensar los escenarios y las posibilidades para ir trabajando. Si llega a abrirse un proceso de negociación, las elecciones del 2025 serán un tema a tratar y deben empezar con un cambio de CNE. 

¿Por qué en una reciente entrevista con el diario Tal Cual ni Mariela Ramírez ni Colette Capriles pudieron decir, con nombre y apellido, quién ganó las elecciones del 28J?

Puedo entender perfectamente la posición de ambas, pero Colette dijo que el 28J hubo una verdad clarísima, pero que también existe una realidad política. Creo que se entiende claramente lo que quiso decir, ¿querías que dijeran que Edmundo González es el presidente que nosotros reconocemos? Eso es no entender la complejidad de la situación y cómo se vive aquí. Hay mucha gente que ha corrido riesgos y hay quienes estamos haciendo algunas gestiones por personas presas. Insisto, hay que buscar que lo ocurrido en la elección presidencial se reconozca el 10E, pero si no pasa, debemos seguir avanzando. No podemos pararnos ahí. 

¿Cómo el Foro Cívico pretende generar confianza en la ciudadanía si no se sabe exactamente quiénes lo conforman, no tienen un mecanismo claro para decidir las posturas institucionales y tampoco reconocen con nombre y apellido lo que el país votó el 28J? 

No pretendo que las personas comunes estén informadas a fondo y por eso entiendo las dudas y la desconfianza. Lo preocupante es que hay personas de criterio y con responsabilidades importantes que no discuten democráticamente y no han querido conocer realmente nuestra propuesta, que, además, está en el documento que hicimos público. Creo que hay reconcomios personales que han afectado muchísimo la relación con el Foro. 

¿Qué dijeron y pidieron en las reuniones de la gira por Europa?

Esa gira es parte del proyecto con la Unión Europea que termina ahora en enero. Tuvimos reuniones en Madrid, Bruselas y Ginebra; fueron encuentros para presentar la agenda social y derechos a distintos actores y ver de qué forma se puede destrancar el conflicto que padecemos en el país. Todo está en el documento público, pero hay quienes dijeron que fuimos a pedir que se levanten las sanciones y que se normalice la continuidad del gobierno. Es una cosa insólita.

Desafortunadamente muchas personas que tienen presencia pública están aplicando lo que el fallecido Eliezer Otaiza llamó “estado general de sospecha”, lo cual se traduce en que quien no esté de acuerdo con mi línea, es sospechoso de estar colaborando con el gobierno, o de estar comprado por él. Eso es vergonzoso, inaceptable y lo menos democráticos del mundo. Entiendo que hay gente muy afectada, que le han dañado a su familia o que se ha tenido que exiliar; pero esos agravios personales no te pueden llevar a repetir las conductas que adversas. 

Si la posición pública e institucional del Foro es contraria a las sanciones, ¿cuál es la molestia con que se diga que fueron a pedir el levantamiento de ellas a quienes las impusieron? 

Comprendo que como no estamos de acuerdo con las sanciones, lo lógico sea pensar que estemos pidiendo que las quiten, el problema es que excluyen, muchas veces de forma deliberada, el resto del contexto y las propuestas completas que hemos hecho. 

¿Cuál es la agenda de gira a Brasil, Colombia, Argentina y Chile?

Lo mismo que te estoy contando, más la petición de que no dejen la presencia en Venezuela, ni la interlocución con todos los actores, incluido el gobierno si el 10E se mantiene en el poder. Que ellos abandonen el país y Maduro se radicalice es el peor escenario. Deben mantener la interlocución con los factores de oposición, pero hay otros actores de la sociedad civil que deben formar parte de la conversación. Pero lo clave es que la realidad del país la van a poder conocer mejor estando aquí. 

¿Por qué la relación con Jorge Rodríguez no ha servido para sacar defensores de derechos humanos como Rocío San Miguel de la cárcel?

Es un tema complicado, porque hay detenidos por factores muy variados, como, por ejemplo, nuestro amigo Javier Tarazona, que estaba alertando sobre una situación muy grave en frontera. Rocío, quizás por su conocimiento de lo militar. Desafortunadamente no tenemos cómo incidir para que todos sean liberados, porque no se trata de un espacio homogéneo. 

Pero la verdad es que con Jorge Arreaza primero y Rodríguez después, empezamos una coordinación para dar respuesta a lo humanitario. La primera vez que traté con Jorge Rodríguez fue para ayudar a dos familias que tenían seres queridos presos y con problemas de salud. Eso fue en 2020, ahí se creó un pequeño espacio de interlocución, que sirvió para ayudar a otras personas más que también estaban encarceladas en aquel momento. Quedó el vínculo y fue lo que permitió la reunión con Maduro, en la que pudimos tratar también varios temas, aunque solo salió un documento sobre lo político. 

¿Cómo se tomó la decisión de ir a esa reunión y por qué no incluyeron a otras organizaciones del Foro en el encuentro? 

Fue una invitación a muy corto plazo para poderla discutir con el grupo más general; pero para el tema humanitario fue importante, porque hubo algunas posibilidades de agilizar ayudas necesarias. Así que, reconociendo el terreno tan difícil en el que nos movemos, lo que no debe suceder es que en este “estado general de sospecha”, toda acción que se tome pueda ser considerada como turbia o incorrecta.

¿Ha hablado con el presidente electo después del 28 de julio?

No, después de la elección, no. Antes sí, porque él me invitó a varias reuniones. Espero verlo si llego a ir a Madrid.

¿Y con María Corina Machado ha conversado?

No, con María Corina tengo muchísimo tiempo que no converso. Somos amigos de mucho antes de todas estas cosas. Pero creo que el recorrido por el país que ella hizo tiene un valor extraordinario y sirvió para la recuperación del voto como herramienta principal de cambio. Realmente ahí hubo un rescate de ese instrumento de lucha que debe mantenerse. A pesar de lo que ocurrió en la presidencial, hay que seguir y participar en los procesos que vienen para así tener espacios de representación importantes.

¿Así Maduro se juramente a la fuerza el 10E ustedes se van a seguir reuniendo con él? 

El escenario más probable es que Maduro se quede y quien quiera avanzar no puede dejar de conversar con ellos. Son aguas turbulentas y esa interlocución con los distintos actores del conflicto no la vamos a poder desechar; lo tendrán que hacer también Edmundo González y María Corina o quienes ellos deleguen. Habrá que reconstituir al grupo negociador de estos años anteriores, pero lo importante es que el tema se maneje dentro del país, de manera privilegiada. Ojalá para ese momento ya hayamos vencido el “estado general de sospecha”. 

¿Usted participó en la redacción de la ley contra las ONG?

Nosotros, en un grupo, hicimos aportes que lograron matizar, y hasta eliminar, algunos de los peores aspectos del borrador original; lo cual no significa que la ley siga siendo restrictiva, muy riesgosa, y que pudiera llevar a un cierre mayor del espacio cívico. En todo caso, no. Ni yo ni personas cercanas a mi participamos en la redacción del texto.

¿Usted está de acuerdo con la investigación que está llevando la Corte Penal Internacional sobre el régimen de Maduro?

Sí, creo que el escrutinio sobre la violación de derechos humanos que tiene la Oficina del Alto Comisionado, Fact Finding Mission, CPI y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) son cuatro mecanismos robustos que deben mantenerse.

Ustedes abogaron para que la Unión Europea le quitara la sanción a Elvis Amoroso. Viendo lo ocurrido ¿fue un error?

No fue una propuesta propiamente. Cuando nosotros estuvimos allá se nos preguntó y dijimos que si era un incentivo para que el gobierno autorizara la venida de la misión de observación electoral a la presidencial, podía ser un punto a trabajar. Aunque la iniciativa prosperó, el chavismo nunca dejó que los observadores europeos viajaran a Venezuela. Algunas cosas salen y otras no. Es parte de esta situación tan compleja.

¿En las reuniones que sostuvieron en España dijeron que no era recomendable reconocer a Edmundo González como presidente? 

Es que si un país dice que el presidente de Venezuela es Edmundo González y punto, se queda sin posibilidad de mediar en la crisis que tenemos. ¿De qué sirve que Edmundo González sea reconocido como presidente, si no puede estar aquí para ejercer el mandato? ¿Reeditamos el 2019 con las consecuencias puede traer? Pienso que es un tema para discutir y un asunto que deben considerar los países cuando estén tomando sus decisiones. 

Su fundación recibió financiamiento de Fundación Simón Bolívar de Citgo, pero resulta que en el amenazante informe que hizo la actual Asamblea Nacional, no aparece su institución, pero sí están otras que trabajaron de forma coordinada con la suya, ¿esto es por su vínculo con Jorge Rodríguez?

No, yo no tengo idea, entiendo que hay siete organizaciones que no nombraron, no sé por qué. Pero aprovecho para explicar que cuando la Fundación Simón Bolívar se reconstituye estuvimos en Houston, porque ayudamos a que tuviera un mejor funcionamiento, luego de haber sido muy mal utilizada por el gobierno. Entonces, yo estuve en ese proceso de reorganización para que pudieran ser más útiles. 

¿Pero usted nunca llamó a Jorge Rodríguez para pedirle excluir a su organización?

No, pero sí le mandé un mensaje donde le digo: «coño, ¿qué es esto, pana, se van a meter con las organizaciones humanitarias?». Después hicimos algunas conversaciones, no con él, sino con instituciones relacionadas a la iglesia para intentar ayudar a quienes sí aparecen. Pero hasta ahí ha llegado el estado general de sospecha, qué cosa tan buena, ¿no?

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