En la aldea
15 abril 2025

El 25 de mayo no es abstención: es la sanción moral de Venezuela contra el colaboracionismo

Este 25 de mayo no es abstención. Es un grito moral. Venezuela ya eligió. La verdad del 28 de julio no se negocia. La historia está de nuestro lado.

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Brenda Ribeiro | 14 abril 2025

El 25 de mayo será una sanción moral al statu quo que pretende sostener al régimen en contra de la soberanía popular. No se trata de una simple abstención. Será un día de resistencia activa en la verdad del 28 de julio, un acto de reflexión profunda para Venezuela.

Esta acción no es pasiva: es un rechazo colectivo a la complicidad con la injusticia, una defensa de la dignidad, de la ética, de la existencia. Los venezolanos darán un mensaje claro: no se puede legitimar al régimen con una farsa electoral. Lee más sobre cómo el colaboracionismo alimenta la represión.

¿Qué es una sanción moral y por qué importa ahora?

La sanción moral es el juicio ético de la ciudadanía contra acciones que vulneran principios como la justicia, la verdad y la libertad. No busca castigar físicamente; su fuerza radica en rechazar el colaboracionismo y reafirmar la legitimidad de la mayoría, transformándola en un acto político y simbólico de resistencia.

Un ejemplo histórico de su eficacia fue Sudáfrica durante el apartheid, donde la combinación de sanción moral interna y solidaridad internacional ayudó a desmantelar un sistema racista. Hoy, en Venezuela, la ciudadanía despierta con una nueva conciencia colectiva y expresa su voluntad mediante este mismo recurso: la resistencia moral.

El intento del régimen por borrar el 28 de julio

El statu quo intenta desviar la atención del 28 de julio, pasar la página y legitimar la permanencia en el poder del régimen. Participar el 25 de mayo, en un proceso marcado por la opacidad y el desconocimiento de la voluntad popular, equivale a convalidar un sistema que desprecia la soberanía ciudadana.

Ya lo hemos dicho antes: no es abstención, es dignidad. Frente a la mentira organizada, la respuesta de Venezuela será un rechazo activo, claro, moralmente firme.

La trampa de «preservar espacios de poder»

El régimen y sus cómplices insisten en que “hay que participar para preservar espacios”. Esta retórica del miedo y la resignación no resiste análisis. La verdadera defensa del voto está en proteger la expresión democrática del 28 de julio, que representa un cambio real, no en negociar migajas que perpetúan el sistema autoritario.

El 25 de mayo es resistencia activa, no abstención pasiva

Venezuela ya decidió. El 28 de julio votó por libertad, justicia, prosperidad y dignidad. El 25 de mayo, el país dará una respuesta inequívoca: no normalizaremos el fraude ni renunciaremos a la victoria obtenida en las urnas. No participaremos en un reparto de poder hecho entre cúpulas que pican la torta de la autocracia, disfrazada de pluralismo.

María Corina Machado y Edmundo González: el liderazgo legítimo

Nuestro camino es lograr una transición democrática y pacífica, a través de una negociación liderada por quienes tienen la legitimidad del pueblo: María Corina Machado y Edmundo González Urrutia.

Esta transición debe estar fundamentada en el artículo 5 de la Constitución, que establece claramente que la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo.

La historia está de nuestro lado

El 25 de mayo dejaremos solos a los colaboracionistas del statu quo. Frente a su farsa, nosotros reafirmamos el mandato del 28 de julio y ratificamos nuestra lealtad a la verdad y a la democracia.

Este acto de resistencia no es el fin, sino un paso firme hacia una Venezuela donde el 90% sea respetado y donde el presidente electo Edmundo González y la líder nacional María Corina Machado nos conduzcan hacia la Venezuela Tierra de Gracia que ya elegimos.

La historia está de nuestro lado. Venezuela no está dispuesta a retroceder. Avanzamos.

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La opinión emitida en este espacio refleja únicamente la de su autor y no compromete la línea editorial de La Gran Aldea.
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