En la aldea
15 abril 2025

Mario Vargas Llosa: el escritor de la libertad

Mario Vargas Llosa, Nobel de Literatura y figura clave del boom latinoamericano, falleció a los 89 años. Su obra y compromiso con la libertad y la democracia lo convierten en un referente eterno de las letras hispanas.​

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Walter Molina Galdi | 14 abril 2025

Este domingo 13 de abril de 2025 falleció, a los 89 años, Mario Vargas Llosa. La noticia, anunciada por sus hijos Álvaro y Morgana a través de las redes sociales, conmocionó al mundo de las letras y a todos aquellos que ven en la literatura un arma contra la opresión. Se ha ido el último gran intelectual latinoamericano del siglo XX, un escritor universal cuyas palabras seguirán guiando a generaciones. Vargas Llosa no solo fue un narrador excepcional: fue, sobre todo, un defensor apasionado de la democracia y la libertad.

Desde sus inicios, Vargas Llosa concibió la escritura como un acto de emancipación. Su obra literaria, vasta y profunda, recorrió los dilemas de la política, la historia, el poder y la moral. La ciudad y los perros (1963), Conversación en La Catedral (1969) o La fiesta del chivo (2000) no son solo hitos de la narrativa en español, sino exploraciones incisivas sobre la corrupción del alma humana en contextos autoritarios. En cada una de sus novelas, incluso en las de tono más lúdico como Pantaleón y las visitadoras o Travesuras de la niña mala, late una preocupación constante: el poder y su capacidad para degradar al individuo.

Ganador del Premio Nobel de Literatura en 2010, Vargas Llosa fue reconocido no solo por la calidad de su obra, sino también por el compromiso intelectual que la atravesó. En su discurso de aceptación en Estocolmo, titulado Elogio de la lectura y la ficción, ofreció una defensa memorable de la imaginación como herramienta de liberación. “La literatura es fuego”, parecía decirnos —recordando a su admirado William Faulkner—, y ese fuego puede servir para alumbrar, pero también para resistir.

Aquel 10 de diciembre de 2010, el joven estudiante de Ciencia Política que yo era (apenas comenzaba la Universidad) sintió que algo se afirmaba con fuerza: que las ideas, los libros y los valores tienen consecuencias. Vargas Llosa no solo escribía para entretener o emocionar, sino para intervenir, para incomodar, para advertir.

A lo largo de su vida, fue evolucionando políticamente, pero sin renunciar jamás a una convicción profunda: la libertad es el valor supremo. En tiempos de polarización, donde las pasiones políticas muchas veces deforman la ética, él mantuvo una postura clara. Lo recordó con fuerza en una conversación con el chileno Axel Kaiser, que recientemente se viralizó: “No importa que tengan éxito económico, todas las dictaduras son inaceptables”. Esa frase resume lo que Vargas Llosa fue: un liberal sin eufemismos ni relativismos, coherente hasta el final.

Una vez Don Mario dijo:

“Si uno cree en la libertad, si uno cree en las instituciones democráticas, en los derechos humanos, si uno es sensible a la miseria, a la injusticia, a la igualdad de oportunidades, pues yo creo que es un liberal. Lo sepa o no”.

Nadie lo dijo mejor. Su liberalismo no fue meramente doctrinario, sino profundamente humano. Fue un liberal por sensibilidad, por indignación ante la injusticia, por amor a la verdad.

Para Venezuela, su figura es doblemente significativa. Fue el primer ganador del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos —por La casa verde, en 1967— y, décadas después, un férreo opositor a la tiranía chavista. Mientras muchos intelectuales callaban, él alzó la voz. Cuando otros relativizaban, él condenaba con claridad. Fue amigo de los venezolanos, de la democracia, de la libertad. Y como tal, será recordado.

La muerte de Vargas Llosa marca el fin de una época. Pero también deja un legado luminoso. Sus libros seguirán siendo faros. Su vida, un ejemplo de coraje cívico. Y su voz, una advertencia contra todos los dogmatismos.

Hasta siempre, Don Mario. Gracias por tanto.

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La opinión emitida en este espacio refleja únicamente la de su autor y no compromete la línea editorial de La Gran Aldea.
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