Hay géneros “canónicos” de la televisión. La serie de abogados es una, con raíces en Perry Mason y Matlock. La de detectives es otra, con clásicos como Columbo marcando el tono hace más de medio siglo. Y luego está el drama médico: un género casi completamente televisivo por excelencia.
Desde que la televisión se convirtió en un electrodoméstico común, los dramas médicos han estado siempre presentes. En las últimas décadas, hemos visto el auge de series como ER, House M.D. y Scrubs. Sin embargo, confieso que nunca me atrajeron demasiado. Tal vez por prejuicio, por asumir que todas eran más de lo mismo: clichés narrativos, fórmulas repetidas y emociones manufacturadas.
Todo eso cambió cuando comencé a ver la serie original de Max: The Pitt.
“The Pitt”: una narrativa en tiempo real que renueva el género
The Pitt sigue las experiencias de los trabajadores de una sala de emergencias en un hospital de Pittsburgh, Pensilvania. El título funciona a dos niveles: referencia directa a la ciudad, pero también una alusión a la intensidad de trabajar en una sala de emergencias, un verdadero “infierno” profesional —una “fosa” o “pit”, en inglés— que no da respiro.
La estructura narrativa es lo que hace que esta serie se destaque del resto. Inspirada en la innovadora 24, cada episodio representa una hora real dentro de la historia. El primer episodio se titula 7 PM y el último, 9 PM. Toda la primera temporada ocurre en el transcurso de un solo día.
Este formato limita, a propósito, el desarrollo de grandes arcos narrativos tradicionales como romances épicos o transformaciones dramáticas. Pero en su lugar, nos obliga como espectadores a adentrarnos en la acción sin tregua, conociendo a los personajes a través de sus reacciones, decisiones y crisis. Y eso se siente honesto.
Noah Wyle: el regreso de una cara conocida
Como cualquier otra serie médica, The Pitt tiene un elenco amplio y diverso. Pero el protagonista es el Dr. Michael “Robby” Robinavitch, jefe de la sala de emergencias, interpretado por Noah Wyle.
Sí, el mismo Wyle que se hizo famoso en ER. De hecho, The Pitt comenzó como una especie de continuación espiritual de aquella serie. Inicialmente se pensó en que Wyle retomara su personaje original, pero el equipo creativo optó por empezar desde cero. Aun así, esta conexión indirecta llevó al creador de ER a iniciar una demanda legal por similitudes estructurales y de estilo, un caso que sigue abierto hasta la fecha.

Realismo médico, tensión dramática y una ejecución impecable
The Pitt logra algo poco común: manejar múltiples tramas al mismo tiempo con la precisión de un reloj suizo. Algunos casos médicos son ligeros, otros profundamente trágicos y algunos simplemente estresantes. Pero todos están tratados con una mezcla justa de emoción y técnica, sin caer en el sensacionalismo.
Esto no solo habla bien del guión, sino también del trabajo de investigación y del compromiso de los creadores con el realismo. La serie transmite la intensidad de una sala de emergencias con una naturalidad que engancha desde el primer minuto.
Una propuesta televisiva contracorriente
En tiempos de Prestige TV, de series que tardan dos años en regresar y cuyos ritmos se sienten pausados o excesivamente elaborados, The Pitt es una sorpresa refrescante. Su segunda temporada ya fue confirmada y se estrenará en enero de 2026, menos de un año después del final de la primera.
Esta decisión muestra una intención clara: sostener el ritmo, mantener al público interesado y romper con los moldes de espera y estiramiento innecesario.
¿Por qué deberías ver The Pitt?
Si en algún momento te atrajeron los dramas médicos o simplemente buscas una buena serie que no se parezca a nada que hayas visto recientemente, The Pitt es una excelente opción. Tiene el ritmo, la humanidad y la tensión narrativa que uno espera del mejor contenido televisivo, pero con un formato que la distingue y la eleva.
No se trata solo de “otra serie de médicos”. Es una serie que reimagina el género desde sus entrañas. Que sabe lo que tiene entre manos y lo ejecuta con inteligencia y precisión.