En la aldea
21 abril 2025

La traición no quebrará a Venezuela

Cada ausencia en esas urnas dirá ‘no avalo esta farsa’.

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Brenda Ribeiro | 21 abril 2025

El traidor no es confiable en ninguno de los bandos; la lealtad es admirada incluso por el enemigo. — Simón Bolívar.

La traición es la ruptura deliberada de un compromiso sagrado, un acto que socava la confianza y los principios compartidos. En Venezuela, donde los ciudadanos hemos soportado más de dos décadas de opresión bajo un régimen autocrático, la traición adquiere un significado aún más profundo: es el abandono a la voluntad soberana de millones por intereses mezquinos y complicidad de un grupo con el opresor.

En los últimos días, hemos visto en las redes sociales cómo el statu quo se siente ofendido al ser calificado con la verdad: son traidores, sí, traidores, porque todos los que participan en la farsa electoral del 25 de mayo buscan legitimar a Maduro, desconociendo el mandato popular del 28 de julio de 2024 (28J). Estos actores no representan una postura política distinta, sino una colaboración descarada que busca perpetuar la dictadura. Sin embargo, la unidad ciudadana venezolana se mantiene inquebrantable en la verdad. El 25 de mayo, Venezuela impondrá una sanción moral contundente, dejándolos solos en su circo, con plena conciencia de la magnitud de la lucha que se libra.

Quienes participan en la farsa del 25 de mayo han tratado de reescribir los hechos e imponer una posverdad, pero no han podido. No por falta de laboriosidad, como dice Matheus en su artículo sobre los auxiliares de la dictadura, sino porque nos han encontrado firmes, cohesionados, conscientes y resistiendo en la verdad que no nos cansaremos jamás de repetir: el 28 de julio de 2024, Venezuela hizo historia. Más de 7.4 millones de ciudadanos votamos por Edmundo González Urrutia, construyendo juntos una victoria aplastante con una brecha de 40 puntos sobre el régimen, resguardando el 85% de las actas que prueban el triunfo. Dimos un mandato respaldado por pruebas irrefutables. Sin embargo, el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó a Maduro ganador sin presentar resultados desagregados, consolidando el mayor fraude electoral de la historia. Esta es la verdad, y en la verdad resistimos.

El statu quo que se inscribió en la farsa electoral del 25 de mayo traiciona este mandato, traiciona la verdad, la causa y la lucha. Aquí el tema no es un falso dilema entre votar o no, sino defender la voluntad popular expresada en las urnas, la Constitución y la dignidad. Quienes rebuscan argumentos para justificar la traición están negando a los millones de ciudadanos que arriesgaron sus vidas para votar por un cambio. Como dice María Corina Machado: “Prestarse a la farsa que impone Maduro es desconocer este mandato”.

Esta traición busca desmoralizar al país, a la diáspora y al 90% de la ciudadanía en un contexto de más de 2,000 detenciones arbitrarias postelectorales y miles de dirigentes perseguidos, exiliados. Sin embargo, esa traición se encuentra de frente con una resistencia poderosa: una ciudadanía consciente y una voluntad colectiva inquebrantable.

A diferencia de otros momentos en la lucha venezolana, la unidad actual trasciende los partidos políticos. La unidad en Venezuela no es una coalición partidista (que la hay), sino un movimiento ciudadano sólido, forjado en las primarias del 22 de octubre de 2023, donde María Corina Machado fue electa líder opositora con un respaldo abrumador, y consolidado el 28J con la elección de González Urrutia como presidente legítimo.

La fortaleza de esta unidad radica en su carácter popular. Los venezolanos, desde las ciudades hasta los rincones más alejados de nuestras zonas rurales, saben que la lucha no es por cargos, sino por la libertad. Las grandes transformaciones serán posibles manteniéndonos firmes en la defensa del resultado presidencial y la verdad del triunfo del 28J.

El statu quo, al alinearse abiertamente con el régimen y participar en la farsa del 25 de mayo, no puede fracturar esta unidad ciudadana porque no es parte de ella. Venezuela está clara y los está sancionando moralmente; ya no los identifican como parte de la lucha.

Justifican su participación en las elecciones del 25 de mayo alegando que buscan “defender espacios” y “proteger el voto”. Esto es una trampa retórica diseñada para enmascarar su traición. Ellos, el 25 de mayo, no defienden el voto; avalarán un sistema que lo pisotea.

Esta narrativa de “defensa” es una afrenta a los venezolanos que votaron el 28J; es una fachada para justificar su colaboración con un régimen que asigna cargos previo acuerdos. El statu quo no representa un sector opositor con una estrategia distinta; su participación en la farsa del 25 de mayo es una colaboración abierta con el régimen. Esta distinción es muy importante. Mientras la oposición liderada por María Corina Machado y Edmundo González Urrutia presidente electo exige el respeto al mandato del 28J y una transición democrática, el statu quo acepta las reglas de un sistema diseñado para perpetuar a quienes ocupan el poder. No hay matices en su decisión: ellos colaboran en fortalecer a un régimen acusado de crímenes de lesa humanidad, dando oxígeno a Maduro en su momento de mayor debilidad, con una pérdida total de apoyo social y con la comunidad internacional firme en su respaldo a los venezolanos. Esta traición no es un desacuerdo táctico; es un acto deliberado que busca prolongar el sufrimiento de un país que ya decidió.

Frente a lo expuesto, Venezuela no permanecerá pasiva. El 25 de mayo de 2025, los ciudadanos impondrán una sanción moral contundente mediante la no participación masiva, que será un mensaje claro: los venezolanos estamos en unidad ciudadana y somos más fuertes que la traición de un grupo. La no participación no es resignación, sino resistencia; será un acto de dignidad, una reafirmación del mandato del 28J y un recordatorio de que el pueblo no olvidará a quienes le dieron la espalda a la lucha. Esta sanción moral resonará más allá de Venezuela, mostrando al mundo que el país está unido en su rechazo a la dictadura y sus cómplices.

La traición del statu quo que participa en la farsa del 25 de mayo de 2025 no quebrará a Venezuela. La unidad ciudadana, liderada por María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, es un muro inexpugnable forjado en el mandato del 28J. Como ha dicho la líder nacional, “la historia será implacable” con quienes elijen arrodillarse ante la tiranía. Venezuela, unida y resiliente, seguirá luchando hasta hacer valer la verdad.

Seguimos hasta el final.

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La opinión emitida en este espacio refleja únicamente la de su autor y no compromete la línea editorial de La Gran Aldea.
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