En la aldea
16 mayo 2025

Aquí no ha pasado nada: votar en una mentira

A pesar de todas las pruebas, de todos los fraudes, de toda la historia reciente, hay quienes siguen actuando como si en Venezuela hubiera democracia. Como si aquí no hubiera pasado nada.

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Argenis Gadea | 15 mayo 2025

Hay personas que se fascinan por los temas de conspiraciones en el mundo. Hoy en el 2025 todavía existen personas que niegan que la tierra es redonda; hay también los que niegan que el hombre llegó a la luna, explicando que fue solo un truco cinematográfico de los Estados Unidos, y también existen personas que dicen que Elvis Presley no está muerto, sino que volvió a su planeta. A pesar de las múltiples pruebas que hay de que la tierra es redonda, hay personas que siguen creyendo que no. A pesar de que hay fotos y videos que muestran el cuerpo de Elvis Presley en el féretro, dicen que era un muñeco de plástico y que él está en un planeta muy cercano al nuestro. Parece desquiciado pensar que hay personas que creen en estas cosas, pero cuando volteamos la mirada a Venezuela, estos temas podrían resultar pequeñeces. ¿Cuántas más pruebas tenemos que ver para saber que en Venezuela no hay elecciones? Aparte de las pasadas supuestas “elecciones” donde todo el mundo sabe que ganó el señor Edmundo González, tenemos vasta experiencia en el pasado, ¿o es que aquí no ha pasado nada? Al parecer no estamos dispuestos a ver lo que nos desagrada; ignoramos por completo todo lo que nos ha herido y las burlas de estos 25 años.

Hemos visto personas que han sido encarceladas por decir una palabra que no le gustó a uno de la claque del hoy extinto Hugo Chávez; hemos visto a militares enriquecerse de la noche a la mañana. Hemos visto cómo eligen a dedo a su oposición, inhabilitan políticamente y humanamente a todo aquel que le haga una pequeña mella en cualquier municipio del país. Corrompen con miles de dólares a cualquier diputado para que sea parte de una supuesta “Asamblea Nacional”. Vemos a diputados analfabetos con corbatas y zapatos de marcas de alta gama. Hemos visto tantas cosas en todos estos años que me parece asombroso que hoy en Venezuela se esté hablando de elecciones. Vemos a hombres caminando por los sectores más populares del país en una supuesta campaña electoral, hablando de sus propuestas, invitando a votar. ¿De verdad alguien en Venezuela cree en la mentira de Maduro y su claque con unas supuestas elecciones? Venezuela se ha convertido en uno de los países más ridículos del planeta.

La ridiculez ha alcanzado su máximo al ver un hombre que ha sido torturado y humillado por parte de Maduro y su grupo; hoy verlo haciendo campaña para unas supuestas “elecciones” es un poco circense, pero más que todo lo que da es lástima. Al parecer, en Venezuela hoy en día un sordo puede ser director de orquesta y un ciego, crítico de cine. ¿Quién va a salir a votar en Venezuela en la nueva farsa? Como es lógico: los que dependen y hacen vida de la fauna del sistema y algunas personas que simplemente no quieren dar su brazo a torcer que el sistema que creen ha fracasado y siempre ha fracasado en el mundo. Por el lado de los supuestos “opositores” y los ilusos que todavía creen que hay una solución votando, saldrán algunos que otros y votarán y se irán a su casa mirándose las caras, diciéndose “aquí no ha pasado nada”. Es doloroso ver personas rodeadas de un hambre, una fealdad y una pobreza atroz, verlos alegrarse cuando llegan en sus barriadas sujetos de la cúpula chavista enriquecidos por la corrupción y el narcotráfico. De allí viene la frase que dice que las emociones son más fáciles de agitar que la inteligencia. Es razonable que vivamos un pánico luego de 25 años de terrorismo de Estado donde imperan el conformismo y el miedo, pero no podemos seguir como lo sentenció muchos años Reinaldo Solar, protagonista de unas de las novelas de don Rómulo Gallegos: “Somos una nación de Pilatos donde todos estamos constantemente lavándonos las manos”. No somos responsables de nada y siempre con la fe intacta de que una conspiración militar o desde el exterior venga a nuestro rescate para solucionar nuestros problemas.

El penoso final de la democracia en Venezuela llegó cuando el militar golpista y traidor llegó a la silla de Miraflores. Para poder avanzar como nación, tenemos que entender que en Venezuela no hay elecciones electorales. 

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La opinión emitida en este espacio refleja únicamente la de su autor y no compromete la línea editorial de La Gran Aldea.
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