En la aldea
05 diciembre 2024

Valmore Rodríguez, escritor, político, sindicalista, ministro, Senador, y Presidente del Congreso.

Los 120 años de Valmore Rodríguez

Escribió poemas, hizo política y bregó en las arenas sindicales. Defensor de los ideales democráticos lo llevaron a alcanzar responsabilidades de envergadura en la política nacional. Reconocido dentro y fuera del país, Valmore Rodríguez fue un venezolano cuya historia habrá que volver a leer, una y otra vez, como ejemplo de generaciones que aún están por aprender lo ya andado.

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Milagros Socorro | 27 abril 2020

En los mismos días en que se conmemoraban los 120 años del nacimiento de Valmore Rodríguez, uno de los principales organizadores de la gran huelga petrolera de diciembre de 1936, el precio del petróleo se desplomó hasta costar menos de cero en algunos mercados. 

Valmore Rodríguez era falconiano y zuliano. Había nacido en la aldea de San Félix, antiguamente distrito Buchivacoa, hoy municipio Mauroa del estado Falcón, en la frontera con el estado Zulia, el 11 de abril de 1900. Hizo lo que podía considerarse estudios primarios en su casa, con maestros que encontraba en su propia familia, sobre todo con uno a quien llamaba el viejo Miquelena. Cuando todavía era un adolescente se mudó al Zulia, donde en enero de 1918, antes de cumplir los 18 años, se hizo cristiano evangélico. Ese temprano gesto de autonomía, que tuvo en el terreno espiritual, lo desplegaría en todos los terrenos de su existencia. Valmore Rodríguez se hizo una vida a su medida o, mejor, tal era su medida que tuvo que vivir varias vidas a la vez.

Al hacerse evangélico, funda la Iglesia El Salvador y se hace colaborador de la revista La Estrella de la Mañana, donde escribirá su primer soneto, titulado “Canto de triunfo”, donde expresa su convicción religiosa y da temprana muestra de su talento. A partir de entonces, Rodríguez va a escribir en numerosos medios impresos. Cuando se haga una historia detallada de los periódicos y revistas de la primera mitad del siglo 20 en Venezuela, el nombre Valmore Rodríguez llenará un fichero bien gordo.

“A finales de 1933 regresa al Zulia y encuentra trabajo en las compañías petroleras. (…) para organizar los primeros sindicatos de obreros petroleros”

Antes de cumplir los 20 años se emplea en una imprenta y ya se ve que las letras se le metieron en la sangre. Todavía no era mayor de edad y ya podía llamarse poeta y periodista.

A los 19 años se fue a Estados Unidos. Quería estudiar. Así lo comunica a los lectores de La Estrella de la Mañana: “Si Dios no dispone otra cosa, es mi deseo partir el 9 del presente mes (julio de 1919) para Nueva York, donde pienso radicarme por algún tiempo, con el fin de perfeccionarme en el idioma inglés y adquirir nociones de ciertos ramos de escuela que deseo estudiar”. Siempre he sospechado que tenía la aspiración de trabajar en la industria petrolera, pero no como obrero; y que por eso se fue a estudiar.

Completó el bachillerato norteamericano (el high school), de donde egresó el 21 de octubre de 1925 y empezó a asistir a los cursos de Economía, en la Universidad de Columbia. Se enrola en el ejército norteamericano y es asignado a la Zona del Canal de Panamá con el grado de sargento. Para ese momento, ya había afinado el inglés y era capaz de  dirigir un periódico en ese idioma, destinado a las tropas acantonadas en el istmo. Quería seguir estudios en la Academia Militar de West Point, pero le advirtieron que para ello debía renunciar a la nacionalidad venezolana. Y lo dejó así.

En 1921 regresa a Maracaibo. Abandona la Iglesia y se inscribe en la logia masónica “Carabobo 69”. Se echa de ver que en todas aquellas andanzas jamás dejó de escribir, puesto que en 1924 obtiene la Gardenia de Oro en los Juegos Florales de Cumaná con su “Canto a la Batalla de Ayacucho” (concurso en que le gana a Udón Pérez, por cierto).

“Se dio, entonces, a fundar los sindicatos de Lagunillas, Mene Grande, San Lorenzo, Mene Mauroa y Maracaibo, enfrentado en todos los tableros a los comunistas”

En septiembre de 1923 se casa con Elvia Barrera Chirinos, con quien tuvo once hijos, entre quienes se cuenta Rosita, quien sería la esposa del tenor Aldredo Sadel. Esta pareja tendría dos hijos, Alfredo, periodista, y Elvia, cantante lírica. 

El 6 de agosto de 1925, se funda del grupo literario y generacional Seremos, del que Valmore Rodríguez va a ser muy activo integrante. Tres años más tarde, cuando se producen los sucesos del año 28, cuando los universitarios se manifestaron contra la tiranía de Juan Vicente Gómez, varios miembros de Seremos son detenidos y recluidos en el Castillo de San Carlos por dos años.

Liberado en 1930, marcha al exilio y se radica en Colombia, donde iba a coincidir con otros exiliados venezolanos. El 22 de marzo de1931, Rodríguez suscribe El Plan de Barranquilla, manifiesto escrito por Rómulo Betancourt con los aportes de todos los firmantes.

A finales de 1933 regresa al Zulia y encuentra trabajo en las  compañías petroleras. No, por cierto, para disfrutar de los espacios con aire acondicionado, sino para organizar los primeros sindicatos de obreros petroleros, como el legendario SOEP de Cabimas, de funcionamiento clandestino. Funda la Sociedad de Obreros del Bien y por los mismos días se alza con el segundo premio del Certamen de Cuentos del diario Panorama, con su narración “El Mayor” (1934). En los ratos libres organiza la corresponsalía de Panorama en Cabimas y le da forma a un partido político clandestino, el Bloque Nacional Democrático (BND).

“En 1941, cuando nace Acción Democrática, Valmore Rodríguez se adhiere a esta gran aventura como miembro de la dirección nacional”

Muerto Gómez en diciembre de 1935, ya en enero de 1936 se va a Caracas a gestionar la legalización de los sindicatos petroleros. Cumplirá su misión, pero antes es detenido y llevado a la cárcel de La Rotunda, donde permaneció hasta el 16 de febrero. Al día siguiente, el SOEP fue legalizado en acto público celebrado el 17 de febrero de 1936 en el Teatro Variedades de Cabimas.

Se dio, entonces, a fundar los sindicatos de Lagunillas, Mene Grande, San Lorenzo, Mene Mauroa y Maracaibo, enfrentado en todos los tableros a los comunistas, que disputaban el control de esas organizaciones obreras.

Con la llegada del gobierno de López Contreras, se faja en la formación de Comités de Defensa de la Democracia, para impedir que el nuevo gobierno pretendiera prolongar la política del antiguo régimen.

Rodríguez escribe poemas, hace política y brega en las arenas sindicales. Al acercarse la huelga petrolera en la que ha estado trabajando en secreto para que empezara el 8 de diciembre de 1936, Valmore Rodríguez es detenido y mandado a la cárcel. Pero la paralización de actividades se produce de todas formas. Estaba muy bien organizada.

En 1941, cuando nace Acción Democrática, Valmore Rodríguez se adhiere a esta gran aventura como miembro de la dirección nacional. En 1942 gana el segundo premio del certamen de cuentos del semanario Fantoches, con su narración “La Capitana”. Ese mismo año edita “Dos estampas”, con sus dos cuentos premiados, con prólogo de Rómulo Gallegos, mientras dirigía Acción Democrática, el órgano del partido. En 1944 funda el diario El País, cuya dirección ejerce hasta octubre de 1945, cuando, después del golpe, es nombrado ministro de Relaciones Interiores y, luego, de Comunicaciones, despacho en el que crea la flota Gran Colombiana.

“En las sesiones parlamentarias de 1948 lo eligen Presidente de la Cámara del Senado y, como tal, Presidente del Congreso de la República”

En mayo de 1945, Valmore Rodríguez recibió una invitación del Ministerio de Información de Guerra de Inglaterra para visitar ese país, como parte de una delegación integrada también por los periodistas Miguel Otero Silva, de El Nacional, y Marco Aurelio Rodríguez, de La Esfera. En Londres compartieron con personalidades de la política británica, visitaron industrias, plantas de guerra y conocieron el esfuerzo para enfrentar el nazismo.

En 1947 es electo senador por el estado Falcón y hace un viaje de vacaciones a La Habana (entre el 30 de marzo y el 25 de abril), pero antes tomó la precaución de hacer una declaración de bienes que alcanzó a la suma de 18.076 bolívares con 58 céntimos.

En las sesiones parlamentarias de 1948 lo eligen Presidente de la Cámara del Senado y, como tal, Presidente del Congreso de la República. En el discurso de toma de posesión, Valmore Rodríguez expresó su “íntima satisfacción de estar contemplando, desde el más alto sitial del senado de la República, como se hace carne de realidad el anhelo secular de nuestro pueblo, en la viva representación de la voluntad soberana”. Y tuvo palabras para todos los luchadores por nuestra institucionalidad, desde Vargas, “hasta el último ciudadano humilde asesinado en La Rotunda, en San Carlos, Puerto Cabello o Palenque por el último esbirro de instintos primitivos que arma con pica de autoridad el dictador de turno”.

Como Presidente del Congreso, tomó juramento, en febrero de 1948, a Rómulo Gallegos, Presidente Constitucional de Venezuela; y el 24 de noviembre de 1948, cuando los militares derrocaron a Gallegos, se fue a Maracay a resistir y, en su condición de Presidente del Congreso, se declaró en ejercicio provisional de la primera magistratura mientras durase la detención del Presidente Constitucional. Formó gabinete, nombró jefes de las Fuerzas Armadas y dirigió un mensaje a la Nación invocando la lealtad y el respeto a la Constitución.

“Tal era el respeto que en el Zulia se le tenía que su féretro fue recibido por más de 10 mil personas en el Aeropuerto Grano de Oro”

Detenido y enviado a la Cárcel Modelo de Caracas, las duras condiciones le precipitan dos ataques cardíacos. El Gobierno de facto lo expulsa otra vez. Se fue a Nueva York y se hizo colaborador de la revista Selecciones y traductor de la gran poesía norteamericana.

En los primeros años 50 se va a Chile, donde hace amistad con los políticos y escritores más destacados del país austral. Allí también se mantuvo activo, pero la inclemencia de la prisión había debilitado su salud para siempre. La muerte volvió a visitarlo y esta vez sí lo encontró. Murió en Quilpué, Chile, en julio de 1955, a los 55 años. Fue sepultado en el Cementerio General de Santiago, en un sepelio al que acudieron los líderes chilenos, Frei y Allende.

El 8 de julio del ‘59, cuando Venezuela estrenaba democracia, sus restos fueron llevados a Maracaibo, por una comisión que fue a buscarlos a Chile. En el vuelo hacia Maracaibo se unió a ellos Salvador Allende, jefe del Partido Socialista chileno, quien quiso escoltar el cuerpo de Valmore Rodríguez en su último viaje a su país. Tal era el respeto que en el Zulia se le tenía que su féretro fue recibido por más de 10 mil personas en el Aeropuerto Grano de Oro. Después de rendirle los honores correspondientes, fue trasladado a Caracas, donde lo esperaban sus compañeros de partido, Rómulo Betancourt y Raúl Leoni, presidente de la República y del Congreso Nacional, respectivamente, para llevarlo en un coche tirado por caballos hasta el Cementerio General del Sur.

En 1988, la comisión que el Congreso Nacional había nombrado tres años antes para compilar las obras completas de Valmore Rodríguez puso en circulación los dos primeros tomos, de los siete proyectados. Cuando el país retome la senda democrática, tenemos el compromiso de poner esos siete tomos en versión digital, disponibles al país para el que fueron escritos.

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