En la aldea
29 marzo 2024

Jorge Roig Navarro, ex presidente de Fedecámaras.

Jorge Roig:

“Cuando luchas contra un régimen autoritario no obtienes lo que quieres, sino lo que puedes”

Estima que la coyuntura demanda miradas realistas y por eso señala que “sacar a Maduro en lo inmediato no está en discusión”, porque estamos en una pelea de largo aliento donde uno de los peores errores cometidos “es venderle a la gente que la batalla venidera es la final y luego saldremos ganadores, porque eso no ocurre así”. Hoy, a juicio de Jorge Roig, hay que ir trabajando con lo que se tiene y recuperar la vía institucional del voto, que es lo único que nos queda como camino para hacer política.

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Alejandro Hernández | 03 junio 2021

Fue presidente de Fedecámaras en el periodo inicial de Nicolás Maduro como jefe de Estado que a la vez coincide con el punto donde comienza el agudo deterioro que ha conducido al país a la situación actual, con una economía reducida y débil debido a la persistente crisis. Esto, más su permanente actividad gremial e inquietud política, hacen que Jorge Roig hable de Venezuela con una perspectiva multifocal. Precisamente desde allí analiza el proceso electoral en curso, la situación de la oposición y las opciones. No duda en afirmar que “hay que mover y reestructurar a las fuerzas políticas y la mejor forma de hacerlo es con un proceso electoral”.

-¿En qué se tradujo la reunión entre Fedecámaras y la Asamblea Nacional que lidera Jorge Rodríguez?

-Lo más relevante de esa reunión es que iba a ser en Miraflores y, a última hora, Jorge Rodríguez cambió las instrucciones e informó que él prefería trasladarse a la propia sede de Fedecámaras. Eso fue un símbolo político muy importante y cubre mucho más que el propio contenido de la agenda. Al inicio de la reunión Rodríguez reconoció que habían cometido grandes errores con el tema de las expropiaciones de empresas, cosa que todos sabemos, pero qué bueno que lo dijo.

-¿Y qué pasó con el plan de vacunación que se habló en esa reunión?

-El punto principal que llevó Fedecámaras a esa conversación no fue pedir concesiones, ni dólares, como parte de la gente puede pensar; sino presentar un plan de vacunación para atender a la población. Pero el error fue anunciarlo públicamente, porque al Gobierno le dolió mucho imaginar que la cúpula empresarial podía ser un solucionador de un asunto tan importante para los venezolanos, y por eso salieron de inmediato a decir que los únicos autorizados para traer la vacuna son ellos.

“Estamos ante un país que empieza a dejar de ser rentista para trasladar todo el esfuerzo a la empresa privada, que de alguna manera es la que está manteniendo la economía en este momento”

Jorge Roig

-Hay quienes han comentado que este acercamiento entre Jorge Rodríguez y Fedecámaras responde a intereses y negocios en común entre empresarios importantes y el régimen.

-Ataques siempre va a haber y relaciones con el Gobierno mantiene todo el que tiene empresas vinculadas a áreas estratégicas. Yo, hasta este momento, no puedo hacer otra cosa que apoyar a la dirigencia empresarial y si un día sale una denuncia seria, el señalado tendrá que dar la cara al país, defenderse y explicar.

-Usted ha apoyado la designación, por parte del régimen, del actual Consejo Nacional Electoral (CNE), ¿considera que este nuevo proceso de negociación que se abre podría desembocar en un cambio político?

-Yo llego a la conclusión de que la vía electoral es buena, por lo que en matemática se llama reducción al absurdo. Y eso significa que, si no tenemos elecciones, ¿qué camino tenemos? He analizado todas las posiciones, desde la de María Corina Machado hasta la de Juan Guaidó, a quien considero un muchacho valiente pero equivocado políticamente, como lo está también María Corina y por eso no me llevan a ningún lado. Entonces, luego de ir descartando las posibilidades, me doy cuenta de que a menos que ocurra algún acto sobrevenido, recuperar la vía institucional del voto es lo único que nos queda como camino para hacer política; y pienso que ahí Henrique Capriles fue muy astuto en romper la inercia en la que estábamos, porque aquí no pasaba nada.

-¿Y ahora sí está pasando algo?

-Hoy en el CNE hay dos personas que nos defienden y que nadie puede dudar de sus capacidades políticas, convicciones democráticas y conocimiento electoral, por eso yo me siento muy bien representando por ellos, eso no significa que nos estemos chupando el dedo y pensando que con ellos es suficiente para tener unas elecciones transparentes en Venezuela, pero cuando luchas contra un régimen autoritario, como el que tenemos, tú no obtienes lo que quieres, sino lo que puedes; y eso es lo que tenemos en este momento y hay que ir trabajando. No tengo la menor duda de que si todas las fuerzas políticas llaman a las regionales, en diciembre tendremos una avalancha de votos que puede traducirse en el primer paso en este camino de recuperar espacios políticos. Yo no estoy diciendo con esto que vamos a ganar todas las gobernaciones, ni nada por el estilo, porque ese no es el tema, el asunto aquí es que se empieza a reconstruir la confianza sobre la visión de que la forma de salir de esto es con el voto, y haciendo política para imponer una dinámica diferente a la que hemos visto hasta ahora. Además, esto sacudirá un poco a los partidos políticos opositores que están anquilosados y no saben qué hacer. Creo que hay que mover y reestructurar a las fuerzas políticas y la mejor forma de hacerlo es con un proceso electoral.

“No hay ninguna duda de que la transición económica que existe hoy en Venezuela es debido a las sanciones (…) la gente no tiene idea del tamaño de la transformación que se está dando”

Jorge Roig

María Corina Machado nos decía en una entrevista que el problema con los dos rectores opositores en el CNE no era de confianza, sino de saber si están en capacidad de revertir decisiones del régimen cuando se presenten disputas por espacios de poder real.

-Tiene razón María Corina, yo tampoco creo que vayan a poder revertir esas decisiones, pero sí vamos a poder visibilizar los atropellos y denuncias con una gran capacidad técnica, que antes no teníamos. Cuando Roberto Picón salga a decir que hay incumplimientos e irregularidades, sus argumentos van a ser creíbles internacionalmente, para más presión, y también a lo interno del país. Eso antes no lo teníamos con Luis Emilio Rondón.

-Usted habla de una posible avalancha de votos, pero eso lo pronosticó la dirigencia opositora en las regionales de 2017 y terminó en un rotundo fracaso, ¿por qué piensa que ahora será diferente?

-Cuando te digo que puede haber una avalancha, lo hago sabiendo que para eso es indispensable convencer a la población de que el camino es electoral y la única manera de hacer eso es que todas la fuerzas políticas estén montadas en la misma estrategia; si cada quien está por su lado, no va a ocurrir nada. Por eso creo que la mejor noticia política de los últimos años es este anuncio de Henrique Capriles de unirse al Acuerdo de Salvación Nacional, porque ahí tanto él como Guaidó ceden en parte de sus posiciones y eso puede generar entusiasmo en la gente. Insisto en que eso puede generar un caudal de votos que no dará para ganar 18 gobernaciones, pero sí para recuperar espacios políticos importantes, lo contrario es esperar que lleguen los marines y no me resigno a eso.

-¿Cuál es el rol que a su juicio debe tener la comunidad internacional en el proceso de negociación? Entiendo que Henrique Capriles y Juan Guaidó tienen visiones distintas sobre el tema.

-No estoy tan seguro de que Henrique Capriles no quiera a la opinión internacional, lo que creo, y eso lo comparto con él, es que no quiere que parezca que es la agenda internacional la que está manejando todo. No podemos seguir confiando en que la palabra de Estados Unidos es la política en Venezuela; y para romper eso se debe hablar como lo hizo Capriles, porque es un error lamentable hacer ver que no tenemos política propia y que por eso nos la imponen desde afuera. Por otro lado, quien sí representa el apoyo internacional, y creo que está deseoso de usarlo, es Juan Guaidó, pero lo interesante es que todos los países aliados lo que quieren es que entremos a negociar un proceso electoral, porque nadie quiere hacer nada por la fuerza. Entonces es una buena noticia que la agenda del hombre que tiene el respaldo internacional, que es Guaidó y la de Capriles, que es bastante más clara, se estén alineando.

“Se empieza a reconstruir la confianza sobre la visión de que la forma de salir de esto es con el voto, y haciendo política para imponer una dinámica diferente a la que hemos visto hasta ahora”

Jorge Roig

-¿Qué balance hace del Gobierno interino a dos años y medio de haberse constituido?

-Este proceso nos ha servido para entender que sólo es gobierno quien maneja el barco, sin embargo evitaron que el régimen siguiera mal manejando los activos de Venezuela en el exterior, aunque ciertamente al Gobierno interino le ha faltado transparencia a la hora de explicar cómo ha usado los recursos. Visto en perspectiva, nunca tuvieron el poder y jugaron a ser Gobierno sin tener la capacidad de mandar en el territorio nacional, ni imponer leyes; pero si lograron ser reconocidos por una cantidad importante de países, que no es poca cosa, y también obtener unos fondos. Sin embargo, estos dos objetivos que acabo de mencionar no sirvieron para romper a la Fuerza Armada, ni la estructura del Estado, ni hacerle algún daño considerable a Nicolás Maduro y al final de cuentas ese era el objetivo central.

-Pero Juan Guaidó sigue siendo el hombre que los Estados Unidos reconocen como interlocutor.

-Yo creo que es más James Story el guaidocista, que la política exterior de Estados Unidos. El presidente Joe Biden tiene otros problemas ahora y lo está haciendo muy bien, pero la verdad es que lo más conveniente tanto para Story como para el Gobierno americano es un camino electoral que todos apoyemos, donde ellos puedan ser observadores y además presionar para que sea lo más transparente posible.

-¿Por qué no hay unas presidenciales incluidas en la agenda inicial de este nuevo proceso de negociación?

-Por una sola razón: Es lo único que no te van a conceder, todo lo demás va a ser discutible; pero sacar a Nicolás Maduro en lo inmediato no está en discusión.

“Si no tenemos elecciones, ¿qué camino tenemos? (…) recuperar la vía institucional del voto es lo único que nos queda como camino para hacer política”

Jorge Roig

-¿Cuándo estará en discusión?

-Para eso hay una fecha que es el 2024, esa es la fecha de vencimiento y yo sería feliz, como venezolano, si firmáramos hoy que en el 2024 va a ocurrir de verdad que Maduro va a dejar el poder. Ahora, si el proceso de negociación puede adelantar eso un poco, bienvenido sea.

-¿Por qué ningún dirigente político le ha informado al país que la fecha para discutir los términos de una eventual salida de Nicolás Maduro es en 2024?

-Yo, a diferencia de ellos, no estoy buscando espacios de poder y entiendo que a los políticos decir cosas impopulares no les gusta y por eso lo evitan. Esta es una pelea de largo aliento y quizá uno de los peores errores que hemos cometido es venderle a la gente que la batalla venidera es la final y luego saldremos ganadores, porque eso no ocurre así, es un camino donde se deben ir conquistando espacios.

-¿Considera que en esta “apertura” el régimen está arriesgando algún espacio de poder real?

-Sí lo creo, porque lo necesita. Las contradicciones internas del régimen son increíbles, esto ya es una especie de feudalismo donde ellos mismos se pelean sus espacios de poder y territorio. El Gobierno necesita una oposición que los legitime, a Maduro le encantaría ser un presidente legítimo y no lo es. Hay que darle garantías y una salida política al Partido Socialista Unido de Venezuela y a los militares. Tenemos que olvidarnos de cacería de brujas.

-¿Cómo hacer para que las venideras elecciones y este proceso en general no ayuden a Maduro a tener un falso barniz democrático?

-Pero es que eso es lo que necesitamos, que Maduro se crea eso, porque así va a abrir una rendijita y será nuestra responsabilidad hacerla más grande. Lo que no podemos permitir es que todo siga cerrado. Maduro va a abrir la redijita a cambio de lo que dijo María Corina aquí en La Gran Aldea: Legitimidad y flexibilización de las sanciones. Pero obtener esas dos cosas le representará un costo y ahí es donde la oposición tiene que ser hábil y estratégica para aprovechar. El régimen al meter en el CNE a Roberto Picón y Enrique Márquez sacrificó un espacio de poder en una institución vital para ellos. Repito, en dictadura no obtienes lo que quieres, sino lo que puedes; y lo que hoy podemos es esto.

-¿Considera a Enrique Márquez un rector incondicional con la oposición?

Enrique Márquez militó conmigo en La Causa R y tengo un largo conocimiento de lo que ha sido su vida política. Él ha dado unos cuantos saltos, algunos equivocados, en varios partidos buscando su espacio político. Pero no tengo la menor duda de su convicción democrática y de que sus principios no serán comprables para el régimen. En conclusión, creo que tenemos en él a una figura con bastante manejo político y conocimiento de la faena electoral, dificulto que podamos tener a alguien mejor, y espero que no me decepcione.

“Un caudal de votos no dará para ganar 18 gobernaciones, pero sí para recuperar espacios políticos importantes, lo contrario es esperar que lleguen los marines y no me resigno a eso”

Jorge Roig

-¿Cuál su valoración de las sanciones internacionales al Gobierno?

-Yo no soy un defensor de las sanciones ni tampoco un satanizador de ellas, creo que no pudieron cumplir su objetivo que era quebrar la estructura de poder del régimen y ya están agotadas. Pero no hay ninguna duda de que la transición económica que existe hoy en Venezuela es debido a las sanciones, porque su efecto sobre el régimen ha hecho que Maduro abra espacios para que la empresa privada pueda operar. Entonces veamos las cosas en perspectiva.

-¿Cómo es esa transición económica que está ocurriendo en Venezuela?

-En Venezuela está ocurriendo una transición económica; desordenada, caótica, desorientada y sin ningún otro propósito que abrir causes económicos, pero está materializándose y que la gente no tiene idea del tamaño de la transformación que se está dando. Estamos ante un país que empieza a dejar de ser rentista para trasladar todo el esfuerzo a la empresa privada, que de alguna manera es la que está manteniendo la economía en este momento; y quien no lo quiera a ver, lo felicito. Están capitalizando lentamente al sector empresarial, se está reactivando el comercio, están abriendo canales para la importación, aunque sean desordenados, situación que empodera al comerciante y al empresario y crea una masa social que puede hacer peso para empujar hacia un cambio político. No pretendo tener la verdad absoluta, pero este es un tema de fondo que amerita una discusión más amplia.

-¿Por qué cree que el régimen está permitiendo esta transición económica que usted describe?

-Tengo tres disparadores, tres cosas que yo pienso que han hecho que esto suceda, pero la más importante es que lo están haciendo por estricta necesidad, no por convicción. No les queda otro remedio que empezar a abrir la economía para que empiece circular dinero, que los negocios abran, den trabajo y paguen mejores salarios que el Estado. Esto les ha resuelto un problema. El otro disparador es que ya la empresa privada no es vista como el enemigo político, ahora están afincados en perseguir a los políticos y no a los empresarios. Y el tercer disparador es que la Organización Internacional del Trabajo está haciendo una presión muy grande para que esto suceda y por eso en este momento existen reuniones, distintas a las de Jorge Rodríguez, con el Ministerio del Trabajo buscando la recuperación del diálogo social, tanto con sindicatos como con empresarios. No puedo revelar más detalles.

-¿Qué tan frágil es esa transición económica que está en marcha y cuán vinculada está a este proceso de negociación que está en puerta?

-Sí están vinculadas y ambos son frágiles. Por eso hay que cuidarlos no pidiendo cosas imposibles o que no van a conceder, como las presidenciales, y lamento mucho decirlo.

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