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01 mayo 2024

Joaquín Crespo (1841-1898) cae en el sitio de la Mata Carmelera, estado Cojedes, el 16 de abril de 1898.

Joaquín Crespo: un hombre de armas y de Misia Jacinta (y II Parte)

Voluntad de poder tenía el esposo de Misia Jacinta, pero afán y capacidad de construir le faltaban, atributos que sí tenía su esposa, motivo por el cual no son pocos los historiadores que analizan su gesta en comandita con ella. Por otra parte, tributario como fue del imán guzmancista, cuando rompió con su jefe y buscó el poder por su cuenta lo alcanzó, de esto no hay duda; pero cuando pudo transferir el poder legalmente a su sucesor, orquestó un fraude electoral. No es fácil usar el lápiz azul en los registros contables del general Joaquín Crespo.

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Rafael Arráiz Lucca | 17 abril 2022

Joaquín Crespo se negaba a reconocer las deudas en que había incurrido el Estado, con motivo de las acciones militares que adelantó Raimundo Andueza Palacio para defenderse del desafío del propio Crespo. El asunto era complejo.

El gobierno de Crespo, después de las negociaciones de rigor, llega a un acuerdo con el Banco de Venezuela, dirigido por Manuel Antonio Matos como accionista mayoritario, acerca del pago que el Estado había contraído con la institución bancaria. Este tema, por otra parte, estuvo signado por la presión que el gobierno ejercía sobre Matos, ya que este había sido integrante de la administración Andueza. Finalmente, no solo Matos pasa a ser parte del gobierno de Crespo, sino que este conviene en una amnistía en relación con los 340 funcionarios que persiguió al principio de su gobierno.

Por otra parte, a partir del momento mismo en que asume el mando, Crespo se propone hacer buena la mención al “legalismo” de su revolución, y convoca a unas elecciones directas para elegir a los integrantes de una Asamblea Constituyente que redacte un nuevo texto constitucional. La Asamblea se integra el 4 de mayo de 1893, bajo la presidencia del general José Antonio Velutini. La Asamblea confirma a Crespo como Presidente Provisional, sanciona una nueva ley electoral y fija los comicios para el 1o de diciembre de 1893, sobre la base de la nueva Constitución Nacional.

La Constitución Nacional de 1893

Fue promulgada el 12 de junio de 1893 por la Asamblea Nacional Constituyente, y sancionada por Crespo días después. La Carta Magna regresa al período constitucional de cuatro años y al voto directo y secreto que había fijado la Constitución Nacional de 1858, por la que se eligió por primera vez un presidente de la República de manera directa y secreta: Manuel Felipe de Tovar. El texto constitucional, además, prohíbe la reelección inmediata. En pocas palabras, Venezuela asumía de nuevo la democracia como sistema de gobierno y de elección de sus autoridades. Regresaba el país a tiempos anteriores a los de Antonio Guzmán Blanco, quien a medida que avanzaba en sus gobiernos iba desdiciendo su origen liberal, y sus banderas democráticas, para asumir el centralismo, el voto indirecto y no secreto, a partir de las reformas constitucionales de 1874 y 1881.

Joaquín Crespo (1841-1898) cae en el sitio de la Mata Carmelera, estado Cojedes, el 16 de abril de 1898.

“La Constitución Nacional de 1893 fue promulgada el 12 de junio de 1893 por la Asamblea Nacional Constituyente, y sancionada por Crespo días después”

Crespo vence en las elecciones de diciembre de 1893 de manera abrumadora, con 349.447 votos, y asume la Presidencia Constitucional de la República el 14 de marzo de 1894, para ejercer el mando durante cuatro años. La situación económica no era la misma que imperó durante el gobierno de Andueza: los precios del café habían caído y, como vimos, las deudas de la República no eran pocas.

El empréstito de 1896

Para colmo de males, la República tuvo que recurrir a un préstamo para enfrentar las deudas que se producían como consecuencia del contrato que había firmado Guzmán Blanco con las empresas ferrocarrileras. Aquel 7% que se garantizó a las compañías concesionarias pesaba enormemente, ya que la sola operación de los ferrocarriles no alcanzaba la cifra, y el Estado venezolano se había comprometido a pagarla. Al gobierno de Crespo no le quedó otro camino que solicitar un préstamo para enfrentar la situación, y se lo otorgó el Disconto-Gesellschaft de Berlín. A partir de la firma del nuevo contrato que obligaba a la República se desató una tempestad política. La oposición al gobierno de Crespo consideraba que el empréstito gravaba severamente a la Nación, y que el banco alemán que lo otorgaba podría ser una amenaza para la soberanía nacional. Las críticas arreciaron a través de la prensa, ya que había verdadera libertad de expresión, aunque algunos pensaban que no valía de nada porque Crespo no le ponía atención a la disidencia. Sin embargo, hay pruebas en contrario que demuestran que sí atendía a la opinión pública. En cualquier caso, el tema del préstamo fue significativo en la polémica pública.

Inglaterra y la Guayana Esequiba, otra vez

A finales de 1896 tiene lugar un hecho que desató las pasiones nacionales. Soldados ingleses se empeñan en llevar los límites hasta el río Yuruari, intento que fue severamente repelido por soldados venezolanos, quienes hacen presos a los invasores y luego izan la bandera nacional en el sitio, apartando a la inglesa. Este hecho fue considerado como una grave ofensa por Inglaterra, que reclamó airadamente al gobierno venezolano. La escalada del conflicto era vertiginosa, cosa que lleva al presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Grover Cleveland, a invocar la Doctrina Monroe: “América para los americanos”.

Joaquín Crespo (1841-1898) cae en el sitio de la Mata Carmelera, estado Cojedes, el 16 de abril de 1898.

“La Carta Magna regresa al período constitucional de cuatro años y al voto directo y secreto que había fijado la Constitución Nacional de 1858”

El mensaje de Cleveland es claro hacia Inglaterra: no deben seguir intentando apoderarse de territorios en América, zona de influencia de los Estados Unidos o, de lo contrario, se procederá en consecuencia. La corona inglesa no está satisfecha y, a ratos, pareciera que estallaría un conflicto armado entre ambas naciones, pero termina imponiéndose la lógica de la paz, dentro de la geopolítica de la época, en la que los imperios europeos van a comenzar a perder territorios de ultramar.

En 1897, los Estados Unidos e Inglaterra le imponen a Venezuela un arbitraje internacional. El tribunal estuvo compuesto por dos norteamericanos, dos ingleses y un ruso, y dos años después, el 3 de octubre de 1899 fallaron, despojando a Venezuela de 159.500 Km2. Por su parte, Venezuela no acepta el fallo, y lo recurre por diversas razones.

Elección y fraude

De acuerdo con la Constitución Nacional vigente, la de 1893, las elecciones directas y secretas tendrán lugar en septiembre. Se presentan cinco candidatos: Pedro Arismendi Brito, el general Francisco Tosta García, el recurrente Juan Pablo Rojas Paúl, el general José Manuel Hernández “El Mocho”, y el general Ignacio Andrade, el favorito de Joaquín Crespo.

El general Hernández venía recogiendo mucho apoyo popular, con propuestas novedosas para el país, y despertando fervor en el pueblo, de modo que lucía como favorito, circunstancia que el gobierno conocía. Quizás por ello el día de las elecciones se cometió un fraude: fuerzas leales al Gobierno ocuparon los centros de votación desde la noche anterior, provistas de armas blancas y palos, en actitud amenazadora. La consecuencia inmediata fue la no concurrencia de los votantes distintos a la candidatura de Andrade. No se pudo pulsar la voluntad popular. “El Mocho” Hernández se alzó en armas, mientras Crespo organizaba la transmisión de mando, hecho que ocurre el 28 de febrero de 1898, con el perfeccionamiento de las elecciones por parte del Congreso Nacional, y la asunción por parte del general Ignacio Andrade de la Presidencia de la República.

Joaquín Crespo (1841-1898) cae en el sitio de la Mata Carmelera, estado Cojedes, el 16 de abril de 1898.

“El texto constitucional, además, prohíbe la reelección inmediata. En pocas palabras, Venezuela asumía de nuevo la democracia como sistema de gobierno y de elección de sus autoridades. Regresaba el país a tiempos anteriores a los de Guzmán Blanco”

El resultado de las elecciones de septiembre de 1897 no había manera de creer que fuera cierto, dada la gran popularidad de “El Mocho” Hernández. Según el Gobierno, Andrade obtuvo 406.610 votos, mientras Hernández conseguía 2.203. De allí que al “Mocho” no le quedara otro camino que hacer lo que se denominó la Revolución de Queipa (hacienda ubicada en la sierra occidental del estado Carabobo): el alzamiento en contra de las fuerzas gubernamentales.

Muerte y observaciones

En medio de esta circunstancia de debilidad, ya que la legitimidad de su gobierno estaba puesta en duda, Andrade asume la Presidencia de la República el 28 de febrero de 1898, para cumplir un período presidencial de cuatro años, de acuerdo con la Constitución Nacional vigente, y para gobernar bajo la égida del general Crespo quien, sin la menor duda, lo había llevado hasta la primera magistratura. No obstante, los hechos pautaron otro camino, y Crespo cae en el sitio de la Mata Carmelera el 16 de abril de 1898, dejando a Andrade desguarnecido, ya que su influencia política era notablemente menor que la de su mentor.

Joaquín Crespo (1841-1898) cae en el sitio de la Mata Carmelera, estado Cojedes, el 16 de abril de 1898.

“Crespo vence en las elecciones de diciembre de 1893 de manera abrumadora, con 349.447 votos, y asume la Presidencia Constitucional de la República el 14 de marzo de 1894, para ejercer el mando durante cuatro años”

De inmediato Andrade le entrega al general Ramón Guerra la dirección de la campaña en contra de Hernández, y este lo derrota y lo hace prisionero, con lo que la amenaza que su fuerza significaba queda en suspenso. Pero, por otra parte, la victoria de Guerra lo convierte en un referente importante, que aspiraba a suceder a Crespo en la Presidencia del Gran Estado Miranda, un gobierno estadal que controlaba un vastísimo territorio y lo hacía, de hecho, segundo a bordo en el mando del Estado. Esta aspiración de Guerra fue interpretada por Andrade como una amenaza, lo que condujo a que adelantara una reforma de la organización del Estado, tendiente a devolverle a las regiones su autonomía y a regresar a la estructura de los veinte estados. Esto, a todas luces, enardeció a Guerra, quien pasó a ser una amenaza para el Gobierno, alzándose en armas en Calabozo en febrero de 1899. Las fuerzas leales a Andrade vencieron a Guerra un mes después de su alzamiento. Al fin, parecía que Andrade gobernaría sin desafíos guerreros. Pero, los tachirenses entran en escena con Cipriano Castro a la cabeza, en octubre de 1899 toman el poder en Caracas, y comienza un largo período de nuestra historia: la hegemonía militar tachirense (1899-1945).

Al igual que ocurre con Guzmán Blanco, la inmensa fortuna que acumuló Crespo solo se explica por vías non sanctas y esto, de igual manera, ensombrece los gobiernos de ambos. Aunque en el caso de Guzmán es evidente que sus aportes modernizadores fueron notables, no condujeron así los de Crespo, quien por lo contrario creyó más en el brujo Telmo Romero que en los médicos y la ciencia.

Voluntad de poder tenía el esposo de Misia Jacinta, pero afán y capacidad de construir le faltaban, atributos que sí tenía su esposa, motivo por el cual no son pocos los historiadores que analizan su gesta en comandita con ella. Por otra parte, tributario como fue del imán guzmancista, cuando rompió con su jefe y buscó el poder por su cuenta lo alcanzó, de esto no hay duda, pero cuando pudo transferir el poder legalmente a su sucesor, orquesta un fraude electoral. No es fácil usar el lápiz azul en los registros contables del general Joaquín Crespo Torres.

Bibliografía:
-Landaeta Rosales, Manuel y León LAMEDA (1897). Caracas, Imprenta Bolívar.
-Morón, Guillermo (1996) Los presidentes de Venezuela. Caracas, editorial Planeta.
-Velásquez, Ramón J (2005). Joaquín Crespo. Caracas, BBV N°1, El Nacional y Banco del Caribe.

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