En la aldea
26 abril 2024

Jesús Cepeda, productor agrícola del estado Guárico: “¿No sería más viable el
intercambio con nuestros vecinos y socios culturales del Pacto Andino y el Mercosur, que
impulsaron el desarrollo nacional?”.

¿Un millón de hectáreas para Irán? “Es un exabrupto ceder soberanía territorial a un Estado extranjero”

El exdiputado, profesor universitario y productor agropecuario, Jesús Cepeda, advierte que Venezuela puede ser víctima de un proceso de extranjerización de tierras, fenómeno que ocurre en países bajo gobiernos corruptos y que son frágiles políticamente y débiles económicamente. Cepeda exige que Maduro aclare su supuesto acuerdo con Teherán y señala que el campo venezolano requiere de grandes inversiones para recuperar su productividad. “Ellos desmantelaron todo el sistema técnico y científico del sector agroalimentario venezolano, que era envidia de muchos países. Fueron ellos quienes llevaron el atraso y la ruina al sector, lo digo como profesional del agro”.

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Pedro Pablo Peñaloza | 23 agosto 2022

No son los relatos de las mil y una noches, sino el cuento del millón de hectáreas. En principio, una agencia de noticias iraní atribuyó al viceministro del Interior para Asuntos Económicos de Teherán, Mohsen Kousheshtabar, una declaración en la que supuestamente aseguraba que Venezuela había cedido a Irán un millón de hectáreas para el cultivo.

Sin embargo, la Embajada de Irán en Caracas publicó un tuit desmintiendo esta versión. “Si bien Venezuela es uno de los mejores países para la agricultura, lo que puede atraer muchos inversionistas, pero no ha habido negociación o acuerdo entre Irán y Venezuela para la entrega de un millón de hectáreas de tierra. Hay que detener falsas propagandas al respecto”, manifestó la misión diplomática a través de su cuenta en Twitter.

Por su parte, el régimen chavista ni afirma ni niega el presunto pacto con la nación persa, mas termina echando más leña al fuego de las especulaciones al anunciar un “proceso de internacionalización” para el campo venezolano. “Produciremos nuestro alimento (…), iremos a producir alimentos para el mundo en un esquema que tenemos organizado y ya le hemos ofertado a, por lo menos, una decena de países y de inversionistas”, indicó Maduro el pasado 11 de agosto, según la Agencia EFE.

¿Podrán tenerse todos los detalles de un supuesto convenio firmado por dos gobiernos autoritarios? Sin esperar esa respuesta, el exdiputado, profesor universitario y productor agrícola del estado Guárico, Jesús Cepeda, enciende las alarmas, analiza la realidad del sector y evalúa el impacto que tendría en el país este particular proceso de “internacionalización”.

“Es un exabrupto pretender ceder soberanía territorial a un Estado extranjero para que resuelva sus problemas nutricionales, cuando nosotros no los hemos resuelto y estamos en una Emergencia Humanitaria Compleja”

Jesús Cepeda, profesor universitario y productor agrícola del estado Guárico

-Hasta ahora nadie tiene claro este tema del millón de hectáreas; sin embargo, si se trata de dar entrada a capitales extranjeros para invertir en el país, ¿acaso no sería una buena noticia para todos?

-En el marco de la opacidad del Gobierno, no se sabe en qué términos podría plantearse una cesión de esa naturaleza. Primero, debemos analizar el concepto de lo que persiguen países como Irán, China y los estados del Golfo Pérsico con iniciativas de este tipo. Desde 2008, la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) se ha referido a un proceso que se conoce como extranjerización de los suelos.

-¿Y en qué consiste la extranjerización de los suelos?

-Por ejemplo, China está llegando casi al nivel de su capacidad de carga, que es la capacidad de respuesta de las tierras agrícolas de una nación para satisfacer las demandas de su población en cuanto a la producción de alimentos. Países del Golfo Pérsico están en una situación similar e Irán, con el doble de la población de Venezuela, tiene más de la mitad de sus tierras en condiciones desérticas. Es un país que demanda tierras para producir alimentos y garantizar su propia soberanía alimentaria.

-¿Una alianza con Venezuela podría ser clave para la soberanía alimentaria de Irán?

-Irán tiene prácticamente un ministerio transfronterizo de tierras para la producción de alimentos. Ahora se atribuye a voceros oficiales del gobierno de Irán la declaración donde señalan la existencia de un supuesto convenio con Venezuela, pero lo cierto es que para Irán esto es una política de Estado, ellos demandan unas 7 millones de hectáreas.

-¿Pero qué hay de malo con esa extranjerización?, ¿no sería positivo que la inversión extranjera revitalice el campo?

-Ante el silencio cómplice de organismos internacionales, China y países del Golfo Pérsico han venido adquiriendo terrenos en naciones que reúnen dos condiciones: son frágiles políticamente y débiles económicamente. Sobre todo países del área subsahariana, países africanos muy pobres. Debe recordarse que el 40% de las reservas mundiales de tierras agrícolas están en África. Eso tiene distintas repercusiones para esos países y por eso la alerta que lanzó la FAO sobre el desplazamiento de las poblaciones rurales. Paradójicamente, esos países africanos son los que demandan mayores auxilios de parte de los organismos internacionales en materia de emergencia alimentaria. Los gobiernos de esos países frágiles políticamente y débiles económicamente, la mayoría de ellos corruptos, justifican la venta de tierras a través de la famosa figura de las inversiones internacionales. Pan para hoy y hambre para mañana.

“Irán no tiene nada que enseñarnos en materia tecnológica agropecuaria. Nosotros teníamos las investigaciones de nuestras facultades de agronomía, semillas certificadas, líneas de mejoramiento genético de nuestro rebaño, razas creadas nacionalmente”

Jesús Cepeda, profesor universitario y productor agrícola del estado Guárico

-¿Qué ha hecho la FAO al respecto?

-Entre 2010 y 2011, la FAO resaltó la necesidad de establecer una normativa que regule este tipo de negociaciones internacionales. En este contexto, aparece la versión de esta supuesta entrega de tierras a través de un convenio que no conocemos en profundidad. Conocemos lo que informan las agencias internacionales y nos retrotraemos a 2011 y 2012, cuando los chinos intentaron adquirir lotes de tierra en Venezuela. No son nuevas las pretensiones del régimen chavista de ceder territorio. Ahora, es importante que hablemos con claridad y analicemos el impacto que esto tiene a nivel nacional.

-¿Cuál podría ser el impacto?

-Primero, desde el punto de vista constitucional, eso está totalmente prohibido. Maduro no está facultado para entregar ni un centímetro de la tierra que le pertenece a todos los venezolanos. En ese sentido, exigimos al Gobierno que aclare los términos en que supuestamente está haciendo esta negociación. Lo que escuchamos es que hay una negociación abierta donde ellos vienen a producir alimentos, una parte se la llevan y la otra nos la venden. Eso es muy extraño y no tiene lógica económica. Demandamos una aclaratoria seria sobre algo tan delicado.

-Quizá dude de la lógica económica, pero tiene una lógica política para el fortalecimiento de los lazos entre Caracas y Teherán.

-A nosotros no nos une ningún lazo en nuestra narrativa republicana con los iraníes y su cultura. Nuestro ethos cultural es 180 grados diferente a lo que ha sido la cultura persa. Por cierto, una cultura que sojuzga los derechos de la mujer, creyentes del fundamentalismo islámico que atenta contra nuestra condición laica. Constitucionalmente cualquier negociación opaca está negada de plano, y culturalmente no hay ningún nexo que nos una. Técnicamente, Irán no es un país que tenga que venir a darnos a nosotros lecciones de avances en el sector agroalimentario. Desde el punto de vista político, manifestamos nuestra preocupación porque continúa la cesión de soberanía.

“Desde el punto de vista constitucional, eso está totalmente prohibido. Maduro no está facultado para entregar ni un centímetro de la tierra que le pertenece a todos los venezolanos”

Jesús Cepeda, profesor universitario y productor agrícola del estado Guárico

-Como con las reservas petroleras, Maduro afirma que Venezuela tiene capacidad no solo para autoabastecerse sino para alimentar al mundo.

-Es necesario pedirle a Maduro que no hable tan alegremente de la capacidad del país en términos agroalimentarios. Si bien es cierto que el país posee entre 30 y 35 millones de hectáreas con vocación agrícola, no es menos cierto que de esas hectáreas solo 2% tiene pocas o ninguna limitación para el desarrollo de la actividad agrícola. Hablamos de cerca de 1,8 millones de hectáreas de suelo tipo 1, apto para una amplia gama de rubros agropecuarios. El resto tiene severas limitaciones de relieve y drenaje, así como problemas de baja fertilidad.

-Irán debe tener claro ese panorama.

-Se supone que en esas tierras que se entregarían a Irán, ellos necesitan producir maíz y soja. En las mejores épocas productivas de este país, no hemos llegado a sembrar 800 mil hectáreas de maíz. La capacidad óptima de las tierras agrícolas en el país para programas de riego es de casi 1 millón de hectáreas. Todos los programas que hemos elaborado, producto de nuestras investigaciones, revelan que el país posee cerca de 7 millones de hectáreas aptas para la agricultura. Pero esas tierras requieren de grandes inversiones de mejoramiento y adecuación para la producción. De eso se trata la lucha histórica por implementar planes productivos en el sistema agropecuario. 

-¿Cómo entrarían los iraníes en esa distribución de tierras?

-¿De dónde sacarán un millón de hectáreas?, ¿a quién se la van a quitar? Porque los productores estamos reclamando que se atienda al sector en función de una visión integral y holística, no solamente que se consideren los precios de los productos agropecuarios, dado su evidente rezago, sino que se considere la necesidad de establecer un agrocomercio diversificado, amplio, con una oferta competitiva de insumos y materia prima, a la cual tengan acceso productores y gremios agrícolas. Estamos hablando de urgentes inversiones en toda la infraestructura de apoyo a la producción primaria, léase vialidad, sistema de riegos y electrificación rural.

“China y países del Golfo Pérsico han venido adquiriendo terrenos en naciones que reúnen dos condiciones: son frágiles políticamente y débiles económicamente. Sobre todo países del área subsahariana, países africanos muy pobres”

Jesús Cepeda, profesor universitario y productor agrícola del estado Guárico

-Antes que hablar de un proceso de internacionalización, cree que la prioridad debe enfocarse en el productor nacional.

-Estamos pidiendo que los productores tengan acceso al financiamiento que les permita atacar la acelerada obsolescencia de su capital de explotación fijo muerto; es decir, de maquinarias, equipos e infraestructura de apoyo, todo en precarias condiciones. Tenemos una descapitalización entre 2010 y 2018 de casi el 70% de todo el parque de maquinarias, equipos y repuestos. Venezuela está 40 años rezagada en esa materia. Necesitamos apoyo a nuestras plantas agroindustriales. Guárico tiene 40 grandes plantas con una capacidad de procesamiento de 30 mil toneladas métricas diarias de cereales, y están funcionando entre 5% y 10%.

-Sin embargo, el discurso oficial destaca el auge del campo venezolano.

-Las declaraciones oficiales son mentiras. Reclamamos la atención e integración entre la producción primaria y el sector agroindustrial para que se puedan impulsar las cadenas cárnicas, generar empleo en zonas agrícolas a través de la agroindustria, y que podamos visualizar de una manera integral la estabilidad y el desarrollo de las zonas agrícolas del país.

-Ahora que el chavismo entró en una etapa revisionista, ¿cree que podría desmontar las leyes que regulan la actividad agropecuaria?

-Insistimos en una reformulación inmediata de la Ley de Tierras o su derogación y creación de una nueva normativa para atacar el problema de la ociosidad de las tierras a través de la figura del impuesto predial, que fue vulnerada por la actual Ley de Tierras y sometida a la discrecionalidad de los funcionarios del Instituto Nacional de Tierras (INTI) en virtud de que nunca el Gobierno mostró la voluntad para elaborar el reglamento de la Ley. Hoy se calcula que estamos entre 600 y 700 metros cuadrados de área cosechada por habitante, y requerimos como mínimo 2.500 metros cuadrados. El reto es gigantesco.

“Los gobiernos de esos países frágiles políticamente y débiles económicamente, la mayoría de ellos corruptos, justifican la venta de tierras a través de la famosa figura de las inversiones internacionales. Pan para hoy y hambre para mañana”

Jesús Cepeda, profesor universitario y productor agrícola del estado Guárico

-En esas condiciones que describe, luce difícil que la revolución chavista convierta a Venezuela en el granero del mundo.

-Tenemos muchos problemas que resolver en términos de nuestra propia seguridad alimentaria. No podemos resolver esto con las importaciones sino con el desarrollo nacional. Es un exabrupto pretender ceder soberanía territorial a un Estado extranjero para que resuelva sus problemas nutricionales, cuando nosotros no los hemos resuelto y estamos en una Emergencia Humanitaria Compleja. Exigimos que el Gobierno se siente con los gremios agrícolas sin demagogia ni clientelismo, sin privilegios, y que escuche la realidad del sector agroalimentario.

-El ministro Wilmar Castro Soteldo asevera que la inversión extranjera contribuirá a superar los males que usted describe.

-Una cosa es la inversión extranjera, que está regulada jurídicamente, y otra cosa lo que se desprende de las supuestas declaraciones de los voceros iraníes. Acostumbrado a mentir, un profesional del desconocimiento absoluto de la realidad del sector agroalimentario y militar de oficio, Castro Soteldo no tiene ni la menor idea de lo que está hablando. El sector agroalimentario siempre ha tenido una participación marginal en el concierto de la economía de Venezuela. Es hora de que sinceremos las políticas al respecto. No estamos en contra de las inversiones extranjeras, estamos en contra de los negocios turbios que se dan con naciones que están alejadas de los conceptos civilizatorios occidentales.

-Castro Soteldo y el propio Maduro subrayan la importancia de contar con la asesoría de Irán por su desarrollo tecnológico.

-Esas declaraciones son cuchillo contra su propia garganta porque ellos desmantelaron todo el sistema técnico y científico del sector agroalimentario venezolano, que era envidia de muchos países. Fueron ellos quienes llevaron el atraso y la ruina al sector, lo digo como profesional del agro. Irán no tiene nada que enseñarnos en materia tecnológica agropecuaria. Nosotros teníamos las investigaciones de nuestras facultades de agronomía, semillas certificadas, líneas de mejoramiento genético de nuestro rebaño, razas creadas nacionalmente, programa de saneamiento de riegos y tenemos 1.500 kilómetros cúbicos de agua, suficiente para cualquier plan. Teníamos una cartera bancaria que en 70% era cubierta a través de los empréstitos de la banca privada. Todo eso desapareció por la incapacidad de forajidos como el Frente Francisco de Miranda, a los que entregaron el destino de la agricultura y el sistema de riego del río Guárico. ¿No sería más viable el intercambio con nuestros vecinos y socios culturales del Pacto Andino y el Mercosur, que impulsaron el desarrollo nacional? Ahora las alianzas son con este tipo de regímenes. La opinión de Castro Soteldo está tan devaluada como la de cualquier funcionario de Maduro.

*La fotografía fue facilitada por el autor, Pedro Pablo Peñaloza, al editor de La Gran Aldea.

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