El domingo 13 de agosto, Miguel Cabrera se presentó por última vez en el ilustre Fenway Park, casa de los Medias Rojas de Boston. En ese mítico estadio, treinta y cinco mil fanáticos se pusieron de pie para aplaudir y darle las gracias a Cabrera por todo lo que le regaló a la pelota. Eso ocurrió en una ciudad en la que nunca vivió y lo hicieron los seguidores de un equipo al que se cansó de castigar con grandes batazos. Ellos decidieron resaltar su grandeza y apreciar a la leyenda venezolana que está en su último baile.
Vi ese partido con un fanático estadounidense, seguidor de los Medias Rojas desde la época del gran Ted William, quien sin ningún complejo y con mucha generosidad me dijo “Cabrera es uno de los grandes de la historia, lo hizo todo con el bate y no era mal fildeador. Va al Salón de la Fama seguro”.
Este respeto hacia el toletero aragüeño se ha extendido por todo el mundo del béisbol, por eso, este año, su último como profesional, ha recibido homenajes, aplausos y regalos en la mayoría los estadios en los que ha jugado. El mejor ejemplo lo dio su primer equipo en las Grandes Ligas, los Marlins de Florida, que le dedicaron un fin de semana completo a Cabrera y a Venezuela.
Juan Vené y los argumentos ficticios
Una de las pocas personas que ha decidido criticar a Cabrera en su última temporada, es el polémico periodista venezolano Juan Vené, quién, una vez más, ha decidido salir a negar lo obvio y desmerecerlo, diciendo que no votaría por él para el Salón de la Fama, dizque porque es bateador designado.
Este argumento es mentira y es un irrespeto a los quince años que jugó en el campo. Miguel Cabrera actuó como bateador designado solo en el 23% de sus juegos como grandeliga. Más de las tres cuartas partes de su carrera la hizo con un guante en la mano.
Bajo la lógica de Vené, nombres como el de Vladimir Guerrero, Jim Thome o Reggie Jackson, entre muchos más, deberían ser considerados bateadores designados, dado que todos pasaron más del 23% de sus carreras sin salir al campo a fildear.
Estos tres inmortales que mencioné, entraron a Cooperstown con una gran votación y el apoyo casi unánime de los periodistas deportivos. Sin embargo, nunca oímos a Vené decir nada al respecto. Jackson entró en el 1993, Guerrero en el 2016 y Thome en el 2017. Obviamente no lo hizo, porque es un absurdo señalar que un superlativo como “Mister Octubre” no debería entrar al Olimpo del béisbol porque fue bateador designado a los cuarenta años de edad. Razón por la que molesta más que ahora salga a despreciar los quince años que Cabrera pasó jugando entre el jardín izquierdo, tercera y primera base.
Las estadísticas contra Juan Vené
Vené dice que Miggy funcionó mejor en Las Mayores como designado, pero, de nuevo, esto no es correcto y es una afirmación basada en la imaginación de este polémico periodista. Sus números ofensivos siendo designado son mediocres: 262 puntos de average, con un porcentaje de embasado de 325 y un slugging de 371. Mientras que como jugador de campo logró 317 puntos de average, con un porcentaje de embasado de 395 y un slugging de 551.
El talento de Cabrera fue tan grande y celebrado que Vené ha quedado, otra vez, como un relator de falsedades y un lector de cuentos de hadas, buscando notoriedad en las postrimerías de su vida. Es una lástima, porque reafirma su fama de mezquino con sus compatriotas venezolanos; ya lo hizo con Andrés Galarraga, Bob Abreu, Omar Vizquel, Baudilio Díaz, etcétera; y ahora lo hace con el más grande de todos.
Corriendo el riesgo de repetir lo que ya se ha dicho, Miguel Cabrera fue dos veces jugador más valioso de la Liga Americana, cuatro veces Campeón de Bateo, doce veces elegido para el Juego de las Estrellas, conectó más de tres mil hits y quinientos jonrones, ganó la Triple Corona de Bateo, y fue campeón del mundo con los Marlins de Florida en el año 2003. Después de 21 temporadas enLas Mayores, se retira y solo nos queda estar agradecidos por haber disfrutado de su talento y sus enormes logros.
En esta serie de artículos intentaré desglosar con estadísticas y hechos irrefutables la carrera de esta leyenda del béisbol mundial. Abordaremos lo que su presencia significó para cada equipo en el que jugó, pasando por la pelota venezolana. Porque a diferencia de Juan Vené, nos sentimos orgullosos del extraordinario José Miguel Cabrera Torres.