
¿Llegó el acuerdo?
Este martes 2 de junio de forma inesperada para la mayoría parece haberse alcanzado un “acuerdo” entre el gobierno interino de Juan Guaidó y el régimen de Nicolás Maduro sobre un punto crucial: Ayuda internacional para salud. El hecho sorprendió al país, pero lo peor es que parece haber madrugado a la propia oposición. Guaidó dijo que logró que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) reciba la donación aprobada por la Asamblea Nacional (AN) para atender la pandemia del Covid-19 en Venezuela. “Urge el Gobierno de Emergencia Nacional”, acotó. Pero de inmediato Jorge Rodríguez, desde las filas del oficialismo, ofreció detalles al respecto, citando documentos y mostrando la buena voluntad del régimen. Carlos Alvarado, ministro de Salud de Maduro, y Julio Castro, quien preside la comisión de expertos de Salud de la AN, suscribieron el acuerdo, según dijo. “El Gobierno Bolivariano de Venezuela y un sector del G4 de la oposición firman un acuerdo para coordinar acciones conjuntas y procurar financiamiento para atender la pandemia del Covid-19”, explicó por su parte Jorge Arreaza. Sorpresa vs. Propaganda.
Las fichas de las liberaciones
Haciendo uso una vez más de los presos políticos como instrumentos de presión y como una forma de estimular el miedo, pero también como fichas de canje y como recursos para sostener mensajes estratégicos del régimen, este martes 2 de junio se le permitió el beneficio de ‘casa por cárcel’ aJuan José Márquez, tío de Juan Guaidó. No hay que olvidar que en febrero, al regresar Guaidó a Venezuela tras una gira internacional, las autoridades detuvieron en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía a Márquez porque, según dijeron voceros como Diosdado Cabello, intentaba ingresar al país con material explosivo. “La dictadura sigue usando presos políticos para atemorizar y confundir. Seguiremos hasta ver libre a toda Venezuela”, dijo Guaidó al conocer que cambiaron “el lugar de secuestro de mi tío Juan Márquez, a su casa”. Su señalamiento luce pertinente, pues de inmediato el hecho despertó las suspicacias de muchos. Algunos se ocuparon de arrimar leña al fuego con comentarios en redes sociales acerca de la medida, como el del periodista Vladimir Villegas: “¿Señal de algún acuerdo?, ¿decisión aislada? Ya se verá…”.
De Citgo en directo
Otra sorpresa del martes 2 de junio fue la decisión de Citgo, timoneada por una junta ad hoc designada por la Asamblea Nacional, de lanzar una oferta de pagarés con vencimiento a cinco años, primero por hasta 750 millones de dólares, para refinanciar deuda y solventar problemas de flujo de caja. Si bien es cierto que desde mediados de 2019 la directiva ad hoc intentaba una operación de refinanciamiento, el tema parece no haber pasado por el Parlamento ni como punto de información. El hecho de que la Asamblea Nacional no tenga atribuciones sobre compañías extraterritoriales parece ser la razón de esto, aunque falta ver el detalle de la operación, sus alcances y las garantías ofrecidas. En todo caso, con la medida -que también fue un madrugonazo para muchos en la oposición- la compañía espera pagar 614 millones de dólares pendientes del préstamo con vencimiento en 2021 y otros intereses acumulados, además de honorarios y gastos relacionados con la oferta, capital de trabajo y propósitos corporativos generales.
El consejo de los expertos
Las primeras sanciones de Estados Unidos al gobierno castrista de Cuba datan de fines de los años ‘50 del siglo pasado, las primeras contra el régimen de Irán ocurrieron a fines de los años ‘70, y las primeras contra la administración de Nicolás Maduro, de 2017. Así que ambos aliados, con amplia experiencia, se han dedicado a asesorar al chavismo para que sobreviva en el poder a pesar del cerco, incluso con un exiguo nivel de ingresos petroleros cercanos a los 5.000 millones de dólares, que es lo proyectado para este año, eso sí, a costa de la depauperación de la población. En todo caso, los asesores no han dejado de cobrar por sus servicios.
La verdadera urgencia parlamentaria
Desde 2015, cuando electoralmente el chavismo perdió el control de la Asamblea Nacional, el régimen venezolano ha hecho esfuerzos por neutralizar al Parlamento y asumir sus funciones. Esto no ha podido ocurrir ni con la figura forzada de la Asamblea Nacional Constituyente, pues internacionalmente se tiene claridad de la importancia del Poder Legislativo, en especial a la hora de suscribir contratos que involucran activos de la nación. Incluso los más arriesgados aliados de Nicolás Maduro han sido cautos en esto, pues saben que cualquier cosa que se suscriba fuera del orden establecido puede quedar sin validez si ocurre un cambio político en el país. En este momento las autoridades están afinando su estrategia electoral para garantizarse la retoma de la Asamblea Nacional y poder avanzar en acuerdos con sus socios estratégicos, como Rusia, en un intento por levantar recursos que le den oxígenos para su sostenimiento.
