En la aldea
18 abril 2024

Margarita López Maya, historiadora, profesora, y analista político.

Margarita López Maya:

“La comunidad internacional ha sido fuerte, pero el jaque mate lo tiene que dar el pueblo venezolano”

Aunque para muchos luzca cuesta arriba y hasta imposible, la historiadora Margarita López Maya cree que de aquí al 5 de diciembre hay una coyuntura de lucha que debemos aprovechar para ver si se pueden recuperar las condiciones para una negociación política con miras a una salida electoral con condiciones justas. “No hay que cerrar la puerta”, sostiene al afirmar que ninguna opción desarmada debe descartase, “porque aquí nadie va a venir a invadir”.

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Alejandro Hernández | 12 julio 2020

Como historiadora le lleva el pulso a Venezuela, y de forma muy particular al proceso que se vive desde la década de los noventa con la irrupción de la figura de Hugo Chávez. Es así como Margarita López Maya analiza el complejo momento actual del país y lanza afirmaciones determinantes como que la alianza que está hoy en el poder es una mezcla entre militares, delincuentes, colectivos armados y una retórica socialista, así que estamos tratando con un régimen que se ha convertido en un cáncer para Venezuela y el resto de la región. Pero también alerta que los partidos construyeron un frente internacional, pero adentro no han sabido hacer su tarea y que el mandato de Juan Guaidó es para un periodo constitucional que termina en diciembre. Lidiar con todo esto, en especial en una cuenta regresiva hacia unas parlamentarias impulsadas por el régimen, no luce sencillo. Aun así, se apunta a creer que se debe seguir resistiendo, porque en algún momento tendremos éxito. “En este momento todas las opciones son malas y a las fuerzas democráticas sólo les queda resistir y empujar un pacto que nos saque hacia un cambio”.

-Usted ha dicho que al país le costó mucho caracterizar y entender la verdadera naturaleza de los regímenes de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, ¿a qué lo atribuye?

-El régimen de Chávez fue menos confuso, porque él llegó al poder con un guion clásico de populismo. Fue muy paradigmático populista, pero en la medida en que fue avanzando su administración comenzaron a verse elementos más difíciles de explicar desde el punto de vista de las teorías políticas y sociopolíticas. Sin embargo, Maduro es prácticamente un campo novedoso de estudio en el siglo XXI, porque su sobrevivencia es una cosa asombrosa. No hay una explicación desde la legitimidad, porque él no goza de ninguna, es una dictadura que no tiene base en la población, es decir, no necesita a la población para mantenerse ahí. La alianza que está en el poder es una mezcla entre militares, delincuentes, colectivos armados y una retórica socialista. Lo cierto es que tanto la sociedad como la dirigencia democrática, han hecho de todo para lograr un cambio y nada ha resultado, independientemente de los errores, que también han ocurrido muchos.

“La estrategia de la dictadura es que la sociedad pierda su convicción de que tenemos alguna capacidad para producir un cambio”

Margarita López Maya

-¿Cree que el liderazgo opositor ha sabido explicar la complejidad del chavismo que acaba de exponer?

-Eso hay que ponerlo en perspectiva, porque la oposición ha tenido varias etapas. En el primer gobierno de Chávez se subestimó mucho el tipo de coalición que había llegado al poder y eso produjo que se cometieran errores garrafales por parte de fuerzas fácticas, como los medios de comunicación, los grupos económicos y la gerencia petrolera de PDVSA. Estos sectores se fueron por vías extra constitucionales, que lejos de sacar al chavismo lo atornillaron en el poder y alinearon a la Fuerza Armada del lado del Presidente. También hay que recordar el gravísimo error de no ir a las elecciones parlamentarias de 2005, que dejó al Gobierno con el 100% del control de la Asamblea Nacional. Ese fue de los peores desaciertos políticos que se han cometido; y ahí llevó la batuta Acción Democrática, y Henry Ramos Allup, eso no se puede olvidar porque lo hemos pagado muy caro. Pero después vino un cambio con la Mesa de la Unidad Democrática, ahí hubo un esfuerzo por tomar la ruta electoral y apropiarse de la Constitución de 1999 y esto dio su mayor dividendo en la victoria de las legislativas de 2015.

-Pero esa victoria el chavismo la vació de contenido y, en la práctica, anuló a la Asamblea Nacional desde el primer día.

-Es que de ahí en adelante pareciera que sólo han venido traspiés. A partir de 2015 Maduro entró en una vía directamente autoritaria y autocrática, mientras la oposición se ha visto fragmentada, debilitada, con diagnósticos distintos y estrategias diferentes. El resultado de eso es que hoy el sistema de partidos está destruido por el régimen, que jugó a debilitarlos al máximo y a desprestigiar la ruta electoral. En este momento las cuatro organizaciones que conforman el G4 están en manos de individuos afines al dictador, pero antes de que les arrebataran sus símbolos y recursos, ya esas toldas políticas estaban destruidas. Se han cometido errores, pero creo que la principal causa de esta desarticulación es que el régimen ha sido sumamente duro, no ha tenido ningún tipo de escrúpulo y se ha encontrado con unas dirigencias opositoras que no han terminado de entender eso ni a actuar en consecuencia.

-Bajo este contexto el régimen está decidido a realizar las elecciones legislativas, ¿cómo ve los meses por venir en Venezuela?

-Creo que son unos meses importantes, porque de aquí hasta el 5 de diciembre hay una coyuntura de lucha que debemos aprovechar para ver si se pueden recuperar las condiciones para una negociación política con miras a una salida electoral. Yo pienso que se van a dar las parlamentarias, pero la crisis venezolana es tan honda que esas elecciones tal y como las plantea Maduro no resuelven absolutamente nada, ni para el chavismo, ni para la oposición, ni mucho menos para la población; por eso considero que debemos seguir luchando para materializar un acuerdo que permita ir a unas elecciones justas, aun cuando hoy parezca extremadamente improbable. Los partidos en este momento dicen que en esas condiciones no se puede participar, les doy la razón, pero no hay que cerrar la puerta. No tomaría la decisión de no ir hasta estar completamente convencidos de que no se puede lograr un pacto que dé paso a unas garantías mínimas.

“El trabajo de la sociedad: Resistir con organización, información y formación ciudadana”

Margarita López Maya

-En las últimas semanas hemos visto la designación inconstitucional del Consejo Nacional Electoral, la ilegalización de los partidos opositores, la declaración de Vladimir Padrino prácticamente adelantando los resultados, entre otros abusos, ¿por qué cree que ese acuerdo aún es posible?

-En este momento todas las opciones son malas y a las fuerzas democráticas sólo les queda resistir y empujar un pacto que nos saque hacia un cambio. Si el 5 de diciembre no hemos conseguido las condiciones, está bien, pasamos a otra cosa; pero hasta ese día debemos remar para ver si alguien dentro del chavismo alcanza algún tipo de lucidez y abre una rendija hacia la ruta electoral. No veo que podamos barajar otra posibilidad y ninguna opción desarmada debe descartase, porque aquí nadie va a venir a invadir y la oposición es fundamentalmente un cuerpo desarmado, sólo tenemos la fortaleza de la comunidad internacional. Así que tendremos que seguir luchando para materializar ese acuerdo.

-¿Qué opinión tiene de la escandalosa declaración del ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, según la cual la oposición nunca podrá ejercer el poder político en Venezuela mientras exista una Fuerza Armada Nacional Bolivariana como la que hoy tenemos?

-No sé cuáles fueron las motivaciones de Padrino para decir eso, pero no me sorprende. Yo creo que la estrategia de la dictadura es que la sociedad pierda su convicción de que tenemos alguna capacidad para producir un cambio. Maduro quiere hacernos ver que está muy firme, pero yo tengo dudas de que sea así; por eso digo que el gran desafío de la oposición es construir una fuerza interna que siga resistiendo y peleando en Venezuela. Los partidos han tenido mucho éxito en la construcción de un frente internacional, y el resultado es que el régimen está aislado del mundo democrático de Occidente; pero adentro no han sabido hacer su tarea de crear un movimiento nacional de regreso a la Constitución y a la democracia. La comunidad internacional ha sido bastante fuerte, pero ellos no pueden dar el jaque mate, el jaque mate lo tiene que dar el pueblo venezolano, lo tenemos que dar nosotros.

-En una entrevista en Prodavinci.com señaló que en Venezuela la democracia había sido derrotada y que no se debería estar con “moralismos” a la hora de evaluar opciones para salir de Maduro. Sin embargo, en esta conversación sólo ha contemplado alternativas institucionales.

-Porque las fuerzas opositoras venezolanas son fundamentalmente pacíficas y desarmadas; y su objetivo es lograr un cambio político para volver a construir una democracia en el país. Lo que dije en aquella entrevista con Hugo Prieto es que la gente se estaba rasgando las vestiduras por la supuesta contratación de un mercenario, cuando a mí lo que me sorprende es que esas aventuras no hayan sido más, porque para muchas personas la situación es muy desesperada y si se cierran todas las puertas, no es de extrañar la búsqueda de salidas violentas. En este momento debemos ser más maquiavélicos y entender que estamos ante un autoritarismo cruel, que no escatima medios para destruir a la sociedady a la dirigencia política disidente; por eso hay que ser muy duros y tener la cabeza muy fría para buscar los medios más eficientes que puedan horadar las bases sobre las cuales está sostenido el régimen.

-¿Considera que el liderazgo opositor le ha faltado visión para mellar esas bases que mantienen al chavismo en el poder?

-Muchas veces los dirigentes de los partidos, con toda razón, hablan de sus perseguidos y muertos; pero eso no va a acabar con Maduro. Creo que han fallado en conectar con el sentir de la población venezolana, que está sufriendo lo indecible en este momento. No han logrado dar con un discurso que apele a esa penuria, sino que están metidos en sus problemas internos distribuyéndose culpas y sin ser capaces de poner de lado las diferencias, para construir una narrativa y una imagen unitaria que erosione a la dictadura. La población está desesperanzada, desencantada con su liderazgo político, por eso no quiere ir a elecciones. Si pasan aventuras, bueno, las aventuras van a venir, porque las puertas están cerradas. Ho Chí Minh decía que ‘al enemigo hay que dejarle la puerta entornada y no acorralarlo en un rincón’. Como te dije antes, más bien me sorprende que no hayan sido más y eso dice mucho de la vocación democrática de los actores políticos venezolanos.

“La oposición es fundamentalmente un cuerpo desarmado, sólo tenemos la fortaleza de la comunidad internacional”

Margarita López Maya

-¿Por esa crueldad y falta de escrúpulos que mencionó antes, es que define al régimen venezolano como sultánico?

-Ese término no es mío, sino de los politólogos Juan J. Linz y Alfred Stepan, y se refiere a autoritarismos extremos, donde lo que cuenta no es la ideología sino la arbitrariedad de la autoridad. Estos regímenes sumergen a las sociedades en una profunda incertidumbre y generalmente están sostenidos por milicias y grupos armados. Para mí, Maduro se aproxima mucho a eso, porque en Venezuela la arbitrariedad es total. Los autores explican que es muy difícil salir de procesos sultánicos y por eso la gran mayoría de las veces se caen de manera inesperada o por la vía violenta. Lo valioso es que esta visión deja claro que se debe seguir resistiendo, porque en algún momento tendremos éxito.

-¿Cuánta responsabilidad tiene Cuba y el castrismo en este sultanismo que padece Venezuela?

-La alianza con los Castro ha sido muy importante para Maduro y también lo fue para Chávez. Hay muchas denuncias sobre grupos de inteligencia y vigilancia cubanos dentro de la Fuerza Armada. La forma como el oficialismo ha actuado ante cualquier tipo de intento de negociación también tiene que ver con la influencia cubana; pero hoy en día cada vez vemos más presencia de otros regímenes autoritarios como el chino, el ruso o el iraní. Sin embargo, el culpable de esto es el chavismo que se ha considerado un solo gobierno con La Habana y se ha subordinado al castrismo. El hecho de que sigan mandando gasolina para Cuba es reflejo de una relación colonial de ellos sobre nosotros.

-¿Cómo lograr que la sociedad venezolana siga resistiendo y no se desmoralice por los golpes diarios que le da el chavismo y los errores que comete la oposición?

-Es el trabajo de la sociedad: Resistir con organización, información y formación ciudadana. Las ONG han hecho un gran trabajo recogiendo, registrando y denunciando las violaciones de los derechos de los venezolanos. Ellas se han crecido en esta adversidad y se han hecho más autónomas, la mejor prueba es que fueron el gran sustento del informe de la alta comisionada Michelle Bachelet en las Naciones Unidas. Eso hay que multiplicarlo y extender los tejidos sociales, este es el momento de exigirle a los partidos políticos que hagan su tarea, que se alcen sobre las mezquindades y vayamos a un sólo movimiento nacional. En estos momentos estamos tratando con un régimen que se ha convertido en un cáncer para Venezuela y el resto de la región.

-¿Si llegamos al 5 de diciembre y no se logran las condiciones para ir a las elecciones, el Gobierno interino debe continuar o replantearse?

-El prolongamiento de las sesiones legislativas es un problema político, pero yo no le veo asidero de ningún tipo. Creo que esa opción es de las peores que tenemos, no la desecho por completo, aunque me parece que no tiene capacidad de ser viable. El mandato de Juan Guaidó es para un periodo constitucional que termina en diciembre, él representa a los venezolanos como presidente de la Asamblea Nacional hasta diciembre, su legitimidad está en el pueblo que lo eligió, pero lo eligió hasta diciembre de 2020. ¿A quién representará él en enero de 2021? Eso tienen que estudiarlo muy bien los partidos. Estirar la Constitución con interpretaciones sin sustento es hacer lo mismo que los magistrados de Maduro. Eso de prolongar hasta que caiga el régimen no está bien. ¿Cómo es eso? Estamos peleando contra esas lógicas. Además, ¿cuáles son los gobiernos en el exilio que han tenido éxito? Es muy mala idea. Hay que hacer todo para mandar un mensaje político diferente.

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