Como Presidente de la junta administradora ad hoc de Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA), dentro del Gobierno interino que encabeza Juan Guaidó, le ha tocado hacer frente a un tema clave para el país como es la protección de activos externos de la nación. Se trata de una posición que recibe presión desde todos los flancos. Aun así, Horacio Medina sostiene que el caso de los bonos PDVSA 2020 no está perdido, pues se trata de “una pelea que no ha terminado”. También afirma que se adelantan estrategias en el caso Crystallex. Según sus señalamientos, trabajan arduamente desarrollando alternativas que requieren un tiempo de maduración. Aun así, se conversa con Washington porque todavía se necesita de su protección para la suspensión a cualquier licencia de ejecución que haya sobre Citgo.
-¿Qué rol o importancia puede jugar la negociación que empezó en México para el futuro de Citgo?
-Muchísima, pero no solamente para el futuro de Citgo, sino para el del país entero. Esta vez tengo expectativas positivas, porque, a pesar de la poca disposición que va a tener el régimen para cumplir sus compromisos, pienso que la presencia o acompañamiento de países como Rusia, China, Estados Unidos, Alemania, Holanda, entre otros, permitirá una conformación mucho más sólida en función de buscar alternativas viables para Venezuela. Entonces, lo que ocurra allí, que no sabemos por cuánto tiempo se va a prolongar, incidirá directamente en el devenir de Citgo, así como en el de una propuesta que estamos avanzando sobre soluciones a cortísimo plazo en materia de combustible y electricidad, para aliviar la crisis que atraviesa la nación.
-¿Cuáles podrían ser esas incidencias?
-Bueno, la principal para nosotros es que se acuerde un camino con fecha para unas elecciones legislativas y presidenciales justas y con supervisión internacional. Sé que es complejo, pero no hay nada que no se pueda resolver si existe voluntad política. Por esta razón debemos hacer lo imposible por mantener a Citgo; y poder presentarle a la ciudadanía un plan creíble, desde el punto de vista de la industria de hidrocarburos, para la reconstrucción del país. Estaremos muy atentos a cómo se desarrolle este proceso de negociación, porque si se llega a abrir un camino, todos tenemos que estar preparados para trabajar en función de esa solución.
-Julio Borges propuso traspasar los activos de Venezuela en el exterior a un fideicomiso administrado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con el argumento de protegerlos de los acreedores y de la corrupción. ¿Qué opinión le merece ese planteamiento?
-Me sorprendió negativamente esa declaración de Julio Borges, primero, porque él tiene comunicación directa conmigo desde el 2002; y nunca recibí ninguna pregunta o recomendación sobre este tema, ni de su parte, ni tampoco de ningún miembro de Primero Justicia. En segundo lugar, creo que está muy mal asesorado, porque el BID no tiene ningún tipo de experiencia en el manejo de activos de refinación, por lo que tendrían que trasladar esa operación a otra entidad. Su planteamiento, además de no tener justificación, transmite una percepción muy negativa que atañe a todos los que estamos en esta gestión, que, por cierto, ha sido exhaustivamente presentada y explicada durante todos estos años.
-¿Por qué cree que genera una percepción negativa?
-Bueno, en lo personal lo recibí así y muchos de mis compañeros también, porque Borges propone transferir los activos a una multilateral para cuidarlos de manejos oscuros o corrupción, como queriendo decir que en este momento no están siendo debidamente protegidos de esos flagelos. Sus palabras siembran dudas sobre nosotros, y su planteamiento no ha sido preguntado ni discutido. Como te acabo de decir, aquí se han hecho muchísimas auditorías y estamos abiertos a cualquier investigación que quiera hacer el contralor especial, la Comisión de energía, o quién sea. Yo no comprendo ni justifico la propuesta del fideicomiso; y ha causado un malestar importante en todo el sector.
-Hablando de corrupción, sobre Monómeros hay un ruido importante en ese sentido, ¿tiene información u opinión al respecto?
-Mira, no puedo opinar. Sé que eso ha estado circulando por allí, pero no puedo hablar con propiedad, porque la gestión de Monómeros no está bajo el ámbito de competencia de PDVSA ad hoc, sino de Pequiven. Entonces no me corresponde pronunciarme de forma institucional sobre eso, sí puedo decir, como ciudadano, que muchas veces en los medios de comunicación hay intereses subalternos; eso no significa que no esté ocurriendo o que todo sea mentira, pero tampoco puedo dar fe de que sea verdad. Para eso existe una Contraloría Especial, un procurador, una comisión de Finanzas y una Comisión de Energía y Petróleo; que deben hacer esas investigaciones y no dejar estos temas a medios de comunicación o a la especulación pública.
-¿Y por qué no las hacen?
-No lo sé, yo no lo sé. En el caso de PDVSA, mantenemos una constante comunicación con la Procuraduría y no tomamos ninguna decisión que no sea acordada con ellos, con el Consejo Nacional de Defensa Judicial, el controlador y la Comisión de Energía y Petróleo; y cuando se nos han presentado dudas, hemos acudido al consejo político. En nuestro caso ha sido así, pero no puedo saber sobre lo que es Pequiven o Monómeros, porque no me corresponde; pero pienso que los instrumentos para investigar están; y no se puede dejar todo en manos de lo que dicen los medios o las redes sociales, lo cual, reitero, no quiere decir que lo dicho sea falso, pero yo no voy a tomar partido en eso.
-Esa falta de acción de los entes contralores y el ruido en medios, ¿no hace que cobre sentido la propuesta de Borges?
-No, pero eso es como un baño de manguera; si existe una percepción o una información pública sobre hechos de corrupción en algún lugar, no significa que todos tenemos que estar metidos, eso no puede ser así. No creo que todos sean corruptos, tampoco considero que todos sean impolutos, pienso que cada caso debe ser analizado. Pero cuando Borges hace ese tipo de declaraciones, está incluyendo a Citgo y a mí me parece absolutamente injusto.
-¿Por qué Javier Troconis sigue siendo comisionado para la gestión y defensa de activos del Gobierno interino, a pesar del escándalo que hubo por sus negociaciones paralelas con Petropar?
-Eso es una pregunta que no me corresponde a mí responder; pero sí te digo, y lo hemos aclarado hasta el cansancio, en ninguna de las actuaciones del señor Troconis estuvo involucrada PDVSA ad hoc.
-¿A quién le corresponde?
-Yo diría que a la Asamblea Nacional y al Presidente interino. Yo no fui quien nombró a Troconis; y él no está bajo el ámbito de competencia de PDVSA ad hoc, ni tiene nada que ver con nosotros.
-¿Cuál es el estatus del litigio del bono PDVSA 2020?
-El caso del bono 2020 cursa en la Corte de Apelaciones de Nueva York, ese juicio está radicado allí y en este momento lo que está pendiente es una comparecencia oral, pero no hay una fecha definida aún. Estimamos que será, a más tardar, al comienzo del último trimestre del año, y podríamos tener respuesta o resultado de la misma en los primeros meses de 2022. Este es un caso complejo y estamos haciendo todo lo que nos corresponde; sin embargo, la licencia para que los bonistas puedan tomar control de Citgo, ante una decisión definitiva de la Corte, está suspendida hasta, por lo menos, octubre de este año.
-¿Y la demanda de Crystallex?
-El caso Crystallex es el producto de un proceso de expropiación de Hugo Chávez, que después fue terriblemente manejado en el régimen de Nicolás Maduro. Recordemos que el litigio fue introducido en 2011; y en 2018, el juez Leonard Stark, basándose en la tesis del alter ego, se pronunció a favor de los demandantes. Es decir, nosotros tuvimos que recoger este caso, prácticamente perdido y hemos estado batallando con él. Ahorita la situación es muy complicada, porque revertir la decisión ya tomada por el juzgado es difícil; afortunadamente, todavía Crystallex tampoco ha obtenido la licencia para ejecutar cualquier sentencia final que haya en contra nuestra. Es bueno decirle a la gente que en abril la Corte nombró un “special master”, o asesor muy especial, para buscar la liquidación de la empresa y pagarles a los acreedores canadienses. Hemos estudiado algunas opciones que podemos implementar, siempre y cuando se mantenga la protección del Gobierno de Estados Unidos.
-¿Cuánto más puede prolongarse la protección del Gobierno de Estados Unidos?
-Obviamente esto no puede ser infinito y lo que puedo decir es que nosotros no estamos solo atenidos o confiando en la protección del Gobierno americano, también estamos desarrollando alternativas que requieren un tiempo de maduración. No estamos sentados en una silla esperando que los Estados Unidos nos protejan por cinco o diez años; más bien hemos conversado con ellos para tener las posibilidades claras, porque sí necesitamos la protección todavía. Sin embargo, estamos estudiando estrategias que en su momento saldrán a la palestra pero, mientras tanto, requerimos que se mantenga la suspensión a cualquier licencia de ejecución que haya sobre Citgo.
-Si esta es la situación, ¿qué sentido tiene seguir gastando dinero en abogados para mantener los litigios?
-Por supuesto que los juicios tienen sentido, nosotros pensamos que el caso de los bonos PDVSA 2020 no está perdido. Aunque sí, es cierto, es difícil ganar una apelación, pero todavía tenemos posibilidades, opciones y la audiencia oral que te mencioné. Esta es una pelea que no ha terminado. La mejor salida a todo esto es que se produzca un cambio político en el país, pero mientras no se logre, vamos a seguir en este proceso hasta el último instante.
-La realidad que describe, ¿no le da la razón a quienes sugirieron negociar con los acreedores del PDVSA 2020 en lugar de tomar la vía de los litigios?
-La operación del bono PDVSA 2020, hay que reiterarlo, fue hecha fuera del marco constitucional. Sin embargo, no es cierto que no hubo un espacio para negociar, recordemos que el Parlamento, bajo protesta, pagó 70 millones de dólares en intereses a los acreedores, para no caer en default y poder abrir un espacio que permitiera llegar a acuerdos. Hubo conversaciones, no se puede decir que negociaciones, pero sí conversaciones, que no llegaron a nada porque los bonistas nunca tuvieron la disposición unificada de negociar. Ahorita es muy fácil decir que ese era el camino, pero, la verdad, es que no se pudo llegar a ningún trato, debido que los tenedores se sentían seguros porque ya tenían una licencia para ejecutar Citgo. Intentamos lograr una solución acordada por más de dos meses, pero fue infructuoso y hubo que tomar la decisión de ir a litigar.
-¿Cuál es la estrategia a seguir los próximos meses para el tema de los activos?
-Si estuviera en mis manos o fuera mi decisión le pediría al Gobierno de Estados Unidos una protección por un tiempo prudencial, que nos permita desarrollar alternativas en diferentes escenarios para poder mantener el control accionario de Citgo. Yo solicitaría ver cuánto tiempo más pueden prolongar la medida protección, que ojalá fuera de forma indefinida, pero en todo caso que nos den algunas señales para nosotros poder diseñar algunas opciones de defensa de esos activos, que correrían ya por cuenta nuestra.
-Usted ha dicho que han tenido dificultades para que la Asamblea Nacional apruebe los recursos necesarios para pagar los abogados de los juicios. ¿Por qué ha sido complicado este trámite?
-Creo que no ha habido una comprensión muy clara del asunto; y por eso existen algunas visiones políticas que no han apoyado la aprobación de los recursos para los abogados que están defendiendo los activos de Venezuela en el exterior. Quiero explicar que nosotros no estamos pidiendo dinero de los fondos del Gobierno interino, lo que hemos solicitado es la aprobación de la Asamblea para pagar los bufetes, con recursos propios de PDVSA, que se han obtenido porque hemos logradocobrar deudas viejas que tenía la compañía. Ya trabajamos 2019 y 2020, prácticamente, sin presupuesto; y este 2021 llevamos ocho meses con los bufetes financiando su propio trabajo, porque, a pesar de que contamos con los fondos, no les hemos pagado ni un dólar, por no tener el visto bueno del Poder Legislativo. Sería tremendamente lamentable que algunos juicios o bienes se perdieran por esta situación.
-¿A qué tribuye las pérdidas de Citgo en 2020?
-El 2020 fue un año que no tiene parangón en la historia y todos los entes de refinación, particularmente los de la Costa del Golfo, sufrieron pérdidas importantes. Entonces que Citgo haya perdido 667 millones de dólares no es una buena noticia, pero es una consecuencia directa de una paralización mundial de la economía y del transporte terrestre y aéreo. También tienes que sumarle que tuvimos paralizada por ocho semanas la refinería más grande de la empresa por huracanes. Además de todo lo anterior, añádele las limitaciones financieras que ha tenido la compañía: no recibe préstamos, tiene que comprar crudo de contado, etcétera. Citgo perdió dinero, sí, pero no obviemos los elementos que te acabo de mencionar; y si comparamos con los competidores directos, veremos que ha podido ser mucho peor.
-¿Qué va a pasar con la Junta ad hoc de PDVSA y los activos de Venezuela en el exterior en enero de 2022, cuando la Comisión Delegada y el Gobierno interino terminen su período?
-Eso también es una incógnita. Es una pregunta que nos hemos hecho entre nosotros y que hemos hecho a las comisiones de las instancias políticas. Es necesaria una respuesta al respecto, porque de eso va a depender el futuro de muchas acciones que se están planteando en este momento, y aún no están definidas. Yo no tengo una respuesta sobre nuestra situación en 2022, pero en el caso de que no sea una PDVSA ad hoc, habrá que buscar otra instancia para que los procesos puedan continuar, porque es vital preservar los activos.
-¿Qué le dice a quienes señalan que los activos de Venezuela en el exterior se podrían perder en manos del Gobierno interino?
-Les diría que si logran un cambio político todos los problemas se van, se acaban. Si eso ocurre, todos los inconvenientes relacionados con estas demandas se resolverían, porque empezaríamos a hablar de una renegociación de la deuda. Ahora, quiero recordar que Citgo y toda su cadena corporativa, todavía está bajo el control del Gobierno interino y a salvo. Esto no significa que no se vaya a perder, aunque haremos todo para que eso no ocurra, pero si sucede no será culpa de nosotros, porque eso ya estaba perdido antes de que llegáramos por el mal manejo y la corrupción del chavismo. Es muy injusto que se pretenda descalificar de esa manera nuestra gestión.