Es de los que sostiene con firmeza que, si queremos recuperar nuestro país, tenemos que meternos en la cancha y luchar para cambiarlo, “porque desde las gradas, solamente criticando, no vamos a conseguir salir del hueco en que nos han metido quienes tienen veinte años en el poder”. Por eso, y aun con los riesgos que implicaba, Roberto Patiño puso su nombre sobre la mesa para aspirar a ser candidato a la Alcaldía de Caracas en el proceso electoral del 21 de noviembre. Sin embargo, la decisión de su partido fue otra y así lo acepta. Al respecto afirma que su caso es una muestra de que estar unidos es lo primero y es lo que nos llevará al cambio, por eso sigue en las filas de Primero Justicia “por las ideas que enarbola el partido”.
-A tres semanas de declinar su aspiración a la Alcaldía de Caracas, ¿cómo se siente con la decisión que tomó?
-Yo no me aproximo a la política desde el pataleo, sigo respetando la decisión que los partidos de la unidad tomaron por consenso. Mi aspiración no está por encima del cambio político de Caracas, ni de Venezuela; y la división garantiza la derrota. La gente rechaza mucho cuando ve a la oposición pelear entre sí, porque desunidos no podemos enfrentar a un régimen autoritario como el que padecemos. El gesto que tuve apunta a la coherencia; en muchas de las movilizaciones populares que hicimos, dije que el propósito de esta elección es organizarnos y esperanzar a la gente con que nuestra participación es fundamental para lograr una transformación. Las elecciones del 21 de noviembre no son la solución definitiva al problema, pero son una estación en la dirección correcta, un escalón para construir un cambio nacional.
“La gente quiere cambio, pero necesitan conducción y dirección para lograrlo”
Roberto Patiño
-¿Cuáles son sus expectativas con el actual proceso de negociación en México?
-Soy de los que piensa que el cambio político no va a venir de afuera, sino que debemos organizarlo los venezolanos en Venezuela y esa negociación es clave para materializar una elección presidencial lo antes posible. Por supuesto que nuestras alianzas internacionales van a ser fundamentales en esa ecuación, por eso es fundamental organizar, movilizar y hacer que se exprese la mayoría de los venezolanos que hoy estamos aquí.
-¿Qué opina de las denuncias de corrupción dentro de las filas opositoras?
-Es algo verdaderamente asqueroso. Rechazo que la corrupción sea parte del paisaje en la política venezolana, quienes están en el poder, desde hace veinte años, lo que han hecho es llenarse los bolsillos a costa del sufrimiento de la gente; y, lamentablemente, en la oposición hay personas que están haciendo lo mismo. El reto está en poner reglas claras para poder descartar a quienes tienen esas inclinaciones y motivaciones equivocadas.
-¿Cómo están sus relaciones con Juan Guaidó?
-Hace bastante tiempo que no habló directamente con él. Yo lo conozco desde el movimiento estudiantil, creo que ha sido valiente y también ha asumido riesgos. Desde el año pasado hemos tenido una diferencia importante en la manera de ver el cambio político, porque como ya te he dicho, pienso que la salida al conflicto venezolano pasa por una negociación y por elecciones. Me alegra ver que Guaidó en cierta forma se está acercando a esa posición, pero no he hablado con él hace un buen rato.
“El liderazgo de base tiene muy claro la importancia de la unidad, por eso quise estar con ellos ahí, para demostrarles con mi propio testimonio que estar unidos es lo primero y es lo que nos llevará al cambio”
Roberto Patiño
-Para usted ¿cuál es el estatus del Gobierno interino hoy?
-Realmente del Gobierno interino tengo poca información, creo que este tiene su principal activo en el reconocimiento internacional que sigue manteniendo en algunos países, ojalá que eso ayude que la negociación en México tenga éxito y podamos lograr una elección presidencial con condiciones.
-¿Por qué fracasó el mantra del Gobierno interino?
-El problema que tuvo el mantra es que cuando se hablaba del “cese de la usurpación” no se decía claramente cuál era el mecanismo para lograrlo, terminó siendo un enunciado que estaba hueco. Más importante que el mantra, era tener claridad y realismo sobre el cambio que es posible y que, además, es deseable, porque un cambio a través del uso de la fuerza, no solamente lo veo inviable, sino que es indeseable, porque no sería sostenible.
-¿Por qué la campaña electoral opositora está basada en promesas de gestión y no en reagrupar fuerza y espacios para lograr un cambio nacional?
-Para mí el reto en esta elección está en poder combinar la lucha por la democracia, con la pelea por mejoras concretas en la cotidianidad de la gente. No soy ingenuo para pensar que esas alcaldías y gobernaciones van a tener los recursos para transformar la realidad de la población, o las competencias para resolver asuntos de fondo. Pero te pongo el caso de Caracas, que tiene un gravísimo problema de agua, mucha gente me decía que si llegaba a la alcaldía no iba a tener cómo mejorar esa dificultad, porque ese tema está en manos de Hidrocapital, mi respuesta era que ni yo, ni la gente que me acompañó en Alimenta la Solidaridad, tenía la competencia de alimentar a niños, ni tampoco los recursos; pero con creatividad, esfuerzo y organización logramos una plataforma que todos los días atiende a 18 mil personas.
“Pienso que la salida al conflicto venezolano pasa por una negociación y por elecciones”
Roberto Patiño
-¿Le parece que los ejemplos que me está señalando son comparables?
-Lo que estoy diciendo es que cuando uno se organiza y consigue movilizar a la gente para buscar soluciones, las consigues, aunque no sean estructurales; porque todos sabemos que la única forma de atacar a los principales problemas del país de raíz, es logrando el cambio político nacional. Pero luchar por mejoras en la cotidianidad de la gente y pelear por la democracia, no son cosas excluyentes. Lo que no comparto es la demagogia de decir que desde la gobernación o la alcaldía vas a poder resolver todas las complicaciones que padece la ciudadanía, porque eso no es verdad, así como tampoco lo es que no se puede hacer nada desde esos espacios de poder.
-¿Ha vuelto a hablar con Tomás Guanipa?
-No, sostuvimos una reunión un día antes del evento en el que anunció su candidatura, ahí me informó sobre el acto que haría y yo tomé la decisión de acompañarlo. Sobre todo porque para mí era muy importante reconocer el trabajo de todos los militantes de Primero Justicia y de los demás partidos; así como también de los líderes comunitarios que tienen años luchando por la democracia en Venezuela. El liderazgo de base tiene muy claro la importancia de la unidad, por eso quise estar con ellos ahí, para demostrarles con mi propio testimonio que estar unidos es lo primero y es lo que nos llevará al cambio.
-¿Usted sigue siendo miembro de Primero Justicia?
-Sí, claro.
-¿Hoy está distanciado de las autoridades de Primero Justicia?
-Yo formo parte de Primero Justicia porque en esa organización están reflejados los valores con los que me siento identificado. Desde el espacio que tengo, planteo mi visión y trato de promover el cambio; yo no estoy en Primero Justicia por personas en particular, estoy por las ideas que enarbola el partido.
“La división garantiza la derrota. La gente rechaza mucho cuando ve a la oposición pelear entre sí, porque desunidos no podemos enfrentar a un régimen autoritario como el que padecemos”
Roberto Patiño
-¿Qué opina de los actuales alcaldes de Chacao, Baruta y El Hatillo y su partido Fuerza Vecinal?
-Pienso que han luchado contra muchas circunstancias difíciles, los alcaldes han tenido gestiones interesantes con temas muy sentidos para la gente; y por eso van a ser los candidatos únicos en esos municipios, no hay ningún otro liderazgo que les haga frente y eso significa que han tenido éxito.
-La utilización política de las ONG es éticamente cuestionable, ¿el trabajo social que hizo en Alimenta la Solidaridad tuvo entre sus propósitos construir su candidatura a la alcaldía del municipio Libertador?
-Eso es bueno que me lo preguntes, porque primero fue sábado que domingo; yo empecé mi activismo político desde la universidad, cuando fui dirigente estudiantil, luego participé en la campaña con Henrique Capriles y fue después cuando empecé con los proyectos sociales. Yo estoy dentro de la política y emprendí socialmente, porque me preocupa la situación de las personas más vulnerables de mi país, pero no solo me preocupa, sino que me ocupa; por eso logré construir una iniciativa que es reconocida nacional e internacionalmente. En este momento siento que puedo despertar una esperanza alrededor de la lucha por la democracia y el rescate del voto.
-En campañas electorales anteriores el chavismo no permitía a la oposición hacer mayores actividades de calle en el municipio Libertador, pero usted hasta actos masivos pudo hacer, ¿a qué lo atribuye?
-Yo he hecho actividad política y social en esos sectores desde hace muchos años, he construido relaciones con los líderes de base y por eso me siento cómodo cuando estoy ahí. También es cierto, que hace diez años el proyecto autoritario que está en el poder tenía mucho más recursos y mayor soporte popular que hoy, y la polarización extrema llevó a que algunas personas agredieran a quienes pensaban distinto. Sin embargo, yo no me he encontrado con eso, sino, más bien, he visto como la gran mayoría de la gente quiere cambio, pero necesitan conducción y dirección para lograrlo. Hay mucho escepticismo con la política, la población se siente frustrada y con razón; pero si nosotros queremos recuperar nuestro país, tenemos que meternos en la cancha y luchar para cambiarlo, porque desde las gradas solamente criticando, no vamos a conseguir salir del hueco en que nos han metido quienes tienen veinte años en el poder.
-Entonces, a su criterio, ¿la oposición ahora sí puede hacer actos en Libertador porque el chavismo tiene problemas de financiamiento?
-No es financiamiento, creo que las relaciones clientelares que el chavismo establecía con círculos bolivarianos, colectivos, etcétera están cada vez más deterioradas; esa es mi impresión. También han perdido apoyo popular, el discurso polarizante que han promovido desde el poder ha demostrado ser una falacia y un proyecto político que fracasó; por eso muchos sectores populares son terreno fértil para construir una alternativa.
-¿Su aspiración a la Alcaldía de Caracas hizo que el régimen detuviera la persecución que le tenía?
-No, por supuesto que no. De hecho, creo que hacer visible mi aspiración aumentó mis riesgos, en Venezuela hace falta mucha coherencia; sí yo creo que la salida a esta crisis tan terrible pasa por organizar y movilizar políticamente a la gente en elecciones, tengo que actuar en consecuencia con eso, razón por la cual asumí los peligros que podía traer poner mi nombre sobre la mesa.
-¿Y cómo logró que el madurismo lo dejara de acosar? -Bueno, no me han dejado en paz, yo tengo una investigación abierta, todas mis cuentas personales en Venezuela están bloqueadas y me han seguido acusando en televisión nacional de ser una ficha del imperio. A Alimenta la Solidaridad, aunque yo ya no estoy vinculado directamente, tampoco han dejado de atacarla; también tiene las cuentas bloqueadas y una investigación abierta. El cofundador de Caracas mi Convive está viviendo en el exilio, porque tenía orden de arresto. Así que para nosotros sigue siendo una situación de riesgo.