Fue presidente de Colombia entre 2002 y 2010, los años de fuerte convulsión política en Venezuela durante el gobierno de Hugo Chávez y de su giro hacia lo que llamó el Socialismo del Siglo XXI. Esa proximidad le permitió a Álvaro Uribe Vélez ver de cerca el proceso venezolano y lidiar con sus consecuencias, mientras en su país se cerraban filas para contener a los grupos irregulares que tanto daño han generado a la sociedad colombiana.
Por eso ha mantenido una postura crítica sobre las negociaciones de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, y lo que terminaron por desencadenar con el aval de Venezuela. Se trató de un pacto dañino de impunidad, que se ha traducido en más de 140.000 hectáreas de narcotráfico y alrededor de 15.000 hombres en armas. Dice con firmeza que Nicolás Maduro prefirió al Ejército de Liberación Nacional y a las FARC antes que a las instituciones colombianas, algo que, a su juicio, no pueden perder de vista quienes aspiran a la presidencia de Colombia en las futuras elecciones de mayo de 2022.
-Hemos visto declaraciones de precandidatos presidenciales de distintas tendencias y todos coinciden en que Colombia debe cambiar la estrategia de presión con el régimen venezolano y avanzar hacia un restablecimiento de relaciones bilaterales con Nicolás Maduro, ¿qué opinión tiene al respecto?
-No es Colombia quien ha dañado esas relaciones, eso lo deben tener claro todos los candidatos a la presidencia de la República. Aquí (en Colombia) hay dificultades, pero hay una democracia; allá (en Venezuela) acabaron con los principios fundamentales de una democracia y, además, protegen al terrorismo, situación que es un obstáculo para la integración. Hugo Chávez priorizó al ELN, las FARC y el narcotráfico, sobre mantener la integración con Colombia. ¿Está Maduro dispuesto a no proteger a grupos terroristas colombianos allá?, ¿puede Colombia normalizar relaciones sin que haya esa decisión?, ¿permitirá Maduro la captura de esos bandidos allá?, ¿está dispuesta a tener respeto por las libertades y la democracia establecida en los tratados de la Organización de los Estados Americanos? No se les olvide que Maduro prefirió al ELN y a las FARC que a las instituciones colombianas.
-¿Cómo está afectando el régimen de Maduro la seguridad y la dinámica política en Colombia?
-Este país ha sido generoso con los migrantes venezolanos y tenía que serlo, por supuesto que eso ha agravado la problemática social, pero había que hacerlo sin titubear. Yo creo que el presidente Iván Duque con la legalización de venezolanos lo que hizo fue llevar a la norma jurídica lo que se estaba aplicando en la práctica. Lo correcto es que tengan los mismos derechos y las mismas obligaciones que los colombianos, pero eso implica un costo alto para el Estado, en un momento bien difícil. Mientras, por su parte, Maduro protege en Venezuela al terrorismo colombiano, por eso yo he insistido en que el acuerdo de La Habana no fue un proceso de paz sino un pacto dañino de impunidad, que se ha traducido en más de 140.000 hectáreas de narcotráfico y alrededor de 15.000 hombres en armas. Maduro patrocina todo esto y por eso dichos grupos delinquen en Colombia y se refugian en Venezuela.
-¿Qué consecuencias cree que traerá para el régimen de Maduro la extradición de Álex Saab a Estados Unidos?
-Antes de Saab estaba Walid Makled, capturado en Colombia, que era el enlace de la cúpula chavista con el narcotráfico. Yo insistí mucho en que lo extraditaran a Estados Unidos, pero el gobierno de Juan Manuel Santos no quiso. Lamentablemente, por los acuerdos que tenía Santos con el presidente Chávez, vinculados al proceso con las FARC, lo mandaron a Venezuela. Eso se olvidó y nunca le contó al mundo quiénes eran sus socios en el delito. Ojalá en esta oportunidad, que el señor Saab está a cargo de autoridades norteamericanas, las cosas sean distintas.
-¿Qué expectativa tiene sobre la investigación que abrió la Corte Penal Internacional al régimen madurista?
-Es claro que la decisión del régimen de Maduro es acabar con la democracia y la empresa privada. Los resultados de eso son 94% de pobreza en el país y el empresariado reducido a un 15% de lo que había en 1998. Cuando llegó el presidente Chávez la pobreza estaba en 40%, y hoy está en 94%. Venezuela, que es un país tan importante y tan rico, hoy está en los niveles de Haití.
-¿Por qué cree que Maduro ha logrado mantenerse en el poder a pesar del cerco diplomático, la presión internacional y las sanciones?
-Tiene varios elementos. Primero, dinero, porque todavía cuenta con recursos petroleros con los que le garantiza a la pobreza un mínimo vital para no morir. También tiene al narcotráfico. Más cuatro o cinco millones de venezolanos en el exterior enviando remesas a los familiares que están en Venezuela. En cuanto al tema militar, mantiene el apoyo de la Fuerza Armada porque la ha sobornado; haciéndola beneficiaria de la corrupción, cosa que es muy grave para la democracia. Entonces, petróleo, narcotráfico, oro, remesas y la corrupción en la institución militar le han permitido mantenerse en el poder. Además, la migración ha sido un factor de mucho peso; si esos cuatro o cinco millones que han salido estuvieran allá, serían una fuerza muy importante de oposición.
-¿Qué diferencia hace entre el proceso poco democrático de Chávez y régimen de Maduro?
-Ninguna, yo creo que Maduro es un Chávez sin chequera. Creo que el carisma de Chávez habría sido distinto si no hubiese tenido la chequera con la que contó en esos tiempos. Mientras Chávez iba acabando con la producción petrolera, la economía y las libertades, entraban muchos dólares que evitaron al pueblo venezolano darse cuenta de lo que estaba ocurriendo. Venezuela llegó a importar, en un año, 60 mil millones de dólares, esto permitió que no se sintiera el daño social que estaba ocurriendo. Maduro siguió las mismas políticas, pero con un país en una situación de pobreza muy delicada.
-¿Cómo ve a la oposición venezolana?
-Ojalá tenga éxito, soy muy respetuoso con ellos, hago fuerza para que logren sus objetivos.