En la aldea
02 diciembre 2024

“Un nuevo contrato social”

“El objetivo es no subsidiar la pobreza, sino crear el ambiente propicio para que cada ciudadano se haga valer y sostener por sí solo, hacerlo independiente del Estado y de otras instancias de poder”.

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Henkel García U. | 07 diciembre 2022

En este artículo quiero rescatar un conjunto de ideas valiosas de la profesora Isabel Pereira plasmadas en un trabajo conciso e imperdible realizado bajo la iniciativa de Cedice. Su sugerente título es “Transformar el país: Nuevo contrato social”.

La profesora Pereira ha sido consecuente y recurrente en lo que se refiere a aportar ideas que nos lleven a una verdadera y útil transformación del país. De ella aprendí el concepto de Estado Patrimonialista, cómo y por qué el Estado venezolano es el más grande propietario del país y también el impacto de esa realidad en la generación de bienestar de la familia venezolana. Su propuesta de un “Nuevo contrato social” es tanto fascinante como oportuna. Lo desarrolla en 5 grandes ejes: Economía, lo social, lo jurídico, lo referente a la propiedad y, por último, y no menos importante, el ciudadano.

Pereira destaca cada uno de los principales males que para ella caracterizan a cada uno de esos ejes. En el caso de la economía es el rentismo, en lo social la exclusión, en lo jurídico el totalitarismo, con respecto a la propiedad es el Estado propietario, y en el ámbito del ciudadano es el Estado socialista.

Bajo la directriz “Transformar es institucionalizar” la autora plantea hacia dónde dirigirnos en cada uno de los ámbitos, no sin antes exponer algunas premisas para la propuesta. Por ejemplo, la transformación es vista como una acción transversal y simultánea en todos los puntos mencionados. Como el problema lo percibe como un mal sistémico, el derrumbe de uno de ellos significa la caída de todos. Ve, por otro lado, que la sociedad venezolana está capacitada y tiene el coraje suficiente para llevar adelante la reinstitucionalización, así como destaca la responsabilidad del liderazgo político en conducir ese proceso.

“La transformación de la economía pasa por un mercado de trabajo incluyente que derrumbe la ética rentista. Para lograrlo hay que elaborar una estrategia de crecimiento hacia un ‘mercado incluyente, moderno, productivo, competitivo y rentable’”

La transformación de la economía pasa por un mercado de trabajo incluyente que derrumbe la ética rentista. Para lograrlo hay que elaborar una estrategia de crecimiento hacia un “mercado incluyente, moderno, productivo, competitivo y rentable”. Debe, también, implementarse una nueva política fiscal, monetaria y cambiaria que se caracterice por la responsabilidad y la estabilidad, y favorezca el crecimiento y la productividad. Además, Pereira plantea la necesidad de integrar educación y trabajo, entre otros aspectos fundamentales.

En lo social, la propuesta es dirigirnos a un sistema con igualdad de oportunidades para superar la exclusión. Para ello es necesario desmantelar la dinámica preindustrial y mercantilista que ha dominado durante mucho tiempo. Esa igualación de oportunidades incidirá en una clase media fortalecida y “ensanchada”. La profesora también rescata la idea de creación de capacidades desarrollada por Amartya Sen y Martha Nussbaum. El objetivo es no subsidiar la pobreza, sino crear el ambiente propicio para que cada ciudadano se haga valer y sostener por sí solo, hacerlo independiente del Estado y de otras instancias de poder.

El Imperio de la ley es el antídoto para superar el totalitarismo que caracteriza lo jurídico. Ello “garantizaría la existencia de un ciudadano con poderes”. También acabaría con la subordinación de los poderes y las instituciones al presidencialismo. Lo civil, además, aseguraría su prevalencia sobre lo militar. De hecho, y viéndolo de una manera más amplia, el Imperio de la ley nos serviría para que ningún grupo de la sociedad se imponga sobre otro.

En Venezuela, la propiedad ha tenido sus vaivenes. Encuentro oportuno compartir el Artículo 12 de la Constitución de Venezuela de 1819:

“La propiedad es el derecho de gozar y disponer libremente de sus bienes, y del fruto de sus talentos, industria o trabajo”.

A pesar de lo escrito en las Constituciones y en las leyes, el caudillismo atentó contra el principio de respeto y reconocimiento de la propiedad en Venezuela. El chavismo buscó enterrar el espíritu liberal tanto de Simón Bolívar como de otros próceres de nuestra Independencia, incluyendo al mismo José Antonio Páez, pero ese espíritu siempre ha estado allí. La autora ve el desmontaje del estado patrimonialista para convertirlo en un “país de propietarios” como la propuesta apropiada a este ámbito.

Por último, Pereira plantea el tránsito desde un Estado Socialista-Paternalista-Controlador hacia uno que de verdad esté al servicio del ciudadano venezolano. Esta tarea incluye abandonar el sistema presidencialista actual; restaurar el equilibrio de poderes; compromiso con la ciudadanía de ser disciplinados en lo fiscal; poder ofrecer servicios públicos de calidad, y la rendición de cuentas al ciudadano, solo para nombrar algunos aspectos.

Si bien cada uno de los puntos necesita desarrollarse con más detalle, el trabajo representa una guía fundamental para la Venezuela que tocará construir.

@HenkelGarcia

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