En la aldea
25 abril 2024

¿Por qué me acerco al mundo político?

“Sueño con un venezolano libre y autónomo, digno, que vive en un ambiente propicio para lograrlo. En uno que pueda desarrollar sus capacidades y además ejercerlas. Un venezolano que no solo busca su bienestar económico, sino su desarrollo personal integral más allá de lo material. ‘Hay que cambiar las cosas’”.

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Henkel García U. | 03 mayo 2023

En estos días terminé de leer el último libro de Rafael Tomás Caldera, el cual lleva por título El poder y la justicia, para jóvenes políticos. Muchas frases para rescatar de su trabajo, pero comienzo con esta:

“Se llega a la política, podríamos decir, por un impulso necesario, hondo, en la persona; una convicción de que hay que cambiar las cosas”.

No puedo decir que soy joven, pero esa frase refleja lo que sentía en mi adolescencia. Venezuela vive una profunda crisis que se ha prolongado por décadas. Mi yo joven podía apreciarla, también presintió los peligros que podía representar Hugo Chávez y su movimiento para la vida del país. A su vez sentía que no estaba preparado para asumir un rol que tuviese más afinidad con el mundo político.

Con el pasar del tiempo la vida me llevó a acercarme a la economía y a las finanzas, a ejercer en ese campo a pesar de no ser el área de mi preparación de pregrado. Me sumergí dentro de ese mundo con pasión y dedicación, actividad que también me permitió entrar más en contacto con la vida política venezolana, de la que puedo decir, me ha dejado amistades queridas y valiosas.

“El camino para la sanación de la profunda fragmentación social que nos tocó vivir, pero que con conciencia y esfuerzo podemos superar”

Además de las amistades, ese acercamiento me dejó una compresión mucho más clara del hecho político. Pasé de ser un crítico superficial, a internalizar su complejidad. Por otro lado, me tocó vivir un crecimiento personal intenso y gratificante, propio de los cambios de ciclos personales y de un proceso de concientización que muchas veces viene con la edad. El resultado: Integración y firmeza.

De pronto sentí que era momento de dejar que ese impulso, del que habla Rafael Tomás, fluyera, de que era momento de jugar un rol más protagónico en esa labor de “cambiar las cosas”. Sospecho que ese impulso no es algo único, sino que muchos de los que están leyendo estas líneas sienten algo parecido. Y no es extraño, porque lo que estamos viviendo es un fenómeno social a gran escala y, sin duda alguna, hay una sintonía y sincronía, a veces inexplicable, en el acontecer nacional.

Mi sueño, lo que busco, quizás pueda resumirse en este extracto escrito por Ludwig Erhard en su libro Bienestar para todos:

“Tengo que cumplir con una tarea específica y perfectamente delimitada: consiste en sacar de la economía nacional tanta fuerza y rendimiento que la gente pueda vivir libre de cuidados y apuros, que puedan los hombres adquirir propiedad y hacerse así independientes, ganando así en dignidad humana, ya que de esta forma no necesitan depender de la gracia de otros, ni siquiera de la gracia del Estado”.

Sueño con un venezolano libre y autónomo, digno, que vive en un ambiente propicio para lograrlo. En uno que pueda desarrollar sus capacidades y además ejercerlas. Un venezolano que no solo busca su bienestar económico, sino su desarrollo personal integral más allá de lo material.

No contaré más detalles sobre lo que viene en mi vida personal, habrá otras vías para que los interesados se enteren. Me parece más valioso animarlos a que nos involucremos de forma activa en el acontecer político de este país. Eso abrirá el camino para la sanación de la profunda fragmentación social que nos tocó vivir, pero que con conciencia y esfuerzo podemos superar.


@HenkelGarcia

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La opinión emitida en este espacio refleja únicamente la de su autor y no compromete la línea editorial de La Gran Aldea.
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