En la aldea
10 diciembre 2024

Las comunas, tal y como han funcionado hasta ahora, no son iniciativas espontáneas y ni siquiera son prácticas democráticas de la comunidad (Foto: Cristian Hernández / AFP).

Parlamento Comunal ¿una nueva Constituyente de Maduro?

Las comunas buscan superar las formas “burguesas” del poder, pasando de una democracia “representativa” a una “protagónica”. Nicolás Maduro anunció que antes del 24 de junio, la nueva Asamblea Nacional deberá tener aprobada la Ley del Parlamento Comunal y la ley de las Ciudades Comunales. ¿Podríamos estar a las puertas de la creación de una especie de nueva Asamblea Nacional Constituyente con supra poderes constitucionales, que permitiría a la revolución reconstruir o suprimir, según su conveniencia, lo que queda de la institucionalidad democrática en Venezuela? Esperemos estar equivocados.

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Gianni Finco | 29 enero 2021

El pasado sábado 23 de enero, desde el “balcón del pueblo”, Nicolás Maduro anunció que antes del 24 de junio, la nueva Asamblea Nacional deberá tener aprobada la Ley del Parlamento Comunal y la ley de las Ciudades Comunales. El anuncio (¿orden?) no puede ser despachado como uno más dentro de la agenda legislativa. Tampoco como un simple gesto de Miraflores con las bases revolucionarias más radicalizadas. Se trata, en realidad, de una iniciativa política que, visto lo visto con relación a las comunas en el país, puede tener efectos muy serios sobre lo que queda de las formas democráticas en Venezuela.

De momento, de las dos leyes nada se conoce y seguramente será así hasta su aprobación definitiva. Sin embargo, disponemos de bastante información oficial sobre las “comunas”, según su marco jurídico, los discursos, su aplicación en las comunidades y todo el credo oficial que ha tratado de llevar a la práctica, desde la muerte de Hugo Chávez, aquello de “comuna o nada” para Venezuela. Veamos algunas características de esta “experiencia” comunal en Venezuela, para poder calibrar posibles escenarios de las dos nuevas leyes en ciernes.

En lo político, las comunas buscan superar las formas “burguesas” del poder, pasando de una democracia “representativa” a una “protagónica” donde los ciudadanos participan directamente en la toma de decisiones. En lo económico persigue, dice la propaganda, consolidar el socialismo al impulsar la propiedad social y comunal, lo que generaría nuevas formas de relaciones de trabajo y producción.

Su puesta en marcha en las comunidades ha sido difícil dada la complejidad y su estructura de estas organizaciones, lo que implica muchas horas de trabajo, recursos financieros y un severo esfuerzo de organización por parte del Estado/partido de gobierno en las comunidades, todo bajo el control directo del Ministerio del ramo y con el apoyo de las Milicias. Es así como la democracia directa y participativa de la Comuna, una de sus principales banderas, se difumina en la forma como se organiza internamente y en la normativa que impone el Ejecutivo nacional en su funcionamiento

Las comunas, tal y como han funcionado hasta ahora, no son iniciativas espontáneas y ni siquiera son prácticas democráticas de la comunidad. Su organización es tan laboriosa y costosa, que necesita del Gobierno para su activación, porque su funcionamiento impone “mediadores” del voto, elecciones de segundo grado y porque, legalmente, no son reconocidas hasta ser aprobadas por el Ministerio de las Comunas y por la Vicepresidencia para el Socialismo Social y Territorial, alcabala que certifica la probidad ideológica de cada comuna que se crea en el país.

Traduciendo la experiencia de las Comunas

Aunque no hay forma de prever todo lo que implicarán las nuevas leyes que Maduro le exigió a su Asamblea, la experiencia comunal nos deja en claro algunas características que podrían estar presentes en la iniciativa legislativa. Todo indica que el Parlamento Comunal será un poder legislativo cuyos representantes serán escogidos, muy posiblemente, en votaciones de segundo o tercer grado y con la intervención directa de organismos del Estado controlado por Miraflores. Tendrá además un fuerte componente castrense: Su ámbito de competencia (en lo político, territorial y económico) será tan flexible (como ocurre en las comunas actuales), que les dará capacidad para intervenir en cualquier área del Estado, comenzando por la Asamblea Nacional y los ejecutivos regionales y municipales.

Las formas en que se organizan las comunas en la actualidad que, suponemos, serán la base del Parlamento Comunal, garantizará la lealtad revolucionaria de sus representantes, evitando la pluralidad política y garantizando elcontrol del Palacio de Miraflores. En otras palabras,  será un ente legislativo en manos del presidente de la República, con amplios poderes desde el argumento ideológico de una “evolución” propia de la cultura democrática en Venezuela hacia el socialismo.

Estas posibles características del nuevo Parlamento Comunal, con base en la experiencia que se ha recogido en las comunas actuales, nos hacen considerar que estamos a las puertas de la creación de una especie de nueva Asamblea Nacional Constituyente, es decir, de un órgano con supra poderes constitucionales, que permitirá a la revolución construir, reconstruir o suprimir, según su conveniencia, lo que queda de la institucionalidad democrática en Venezuela.

Esperemos estar equivocados.

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