-¿Cuál es el rasgo que más define su carácter?
-Creo que es el sentido del humor, siempre estoy, o trato de estar, de buen humor.
-¿Qué es lo que más valora de sus amigos?
-La constancia, a pesar del tiempo sin vernos y la distancia que nos separe.
-¿Cuál es su principal defecto?
-La impulsividad. Aunque con los años he ido mejorando, y ya no tomo decisiones tan repentinas.
-¿Qué cualidad aprecia más en una pareja?
-Lo que aspiro de una pareja es la lealtad.
¿Cuál es su ideal de felicidad?
-Estar en paz conmigo misma, es mi manera de sentirme feliz.
–¿Cuál sería su mayor desgracia?
-Mi mayor desgracia sería morir antes de que termine la dictadura de Maduro y compañía. Tengo 85 años y no sé cuantos más voy a vivir o estar lúcida; y no quiero ser pesimista, pero no veo la salida de este régimen a la vuelta de la esquina, pero sería muy feliz si eso ocurrirá antes de que yo muera.
-¿Quién es su autor favorito?
-Esta pregunta es muy difícil, porque soy muy heterogénea en mis lecturas, pero te diré que Alejandro Dumas, que fue el primero que leí y Fiódor Dostoyevski, que siempre me ha impactado y me gusta releerlo.
-¿Cuál es su héroe o heroína de ficción?
-Ana Karenina, personaje y novela muy importantes del escritor ruso, León Tolstói. Creo que fue una mujer muy valiente, que se atrevió, por amor, a desafiar todos los prejuicios de su época. Desgraciadamente tuvo un final muy triste, pero les abrió camino a otras mujeres para tomar decisiones y arriesgarse a romper con todos esos frenos sociales que había en su tiempo.
-¿Quién es su músico favorito?
-Gustav Mahler, su música me emociona porque refleja en ella su vida tormentosa. Eso me causa un sentimiento muy especial.
-¿Y su pintor preferido?
-Salvador Dalí me gusta mucho, porque trato siempre de interpretar sus pinturas, Además, una vez estaba en París cenando con mi esposo en un restaurant, y él llegó con Gala. Cargaba puesta una capa de piel de leopardo y se sentaron en una mesa, que nosotros podíamos ver a través de una columna de espejos; pidieron una sopa, no pagaron absolutamente nada, se levantaron y se fueron. Las únicas personas en el lugar éramos mi esposo y yo y Salvador Dalí y Gala. Lo admiraba mucho antes de verlo en persona.
-¿Qué es lo que más detesta?
-La traición.
-¿Su héroe o heroína de la vida real?
-Todas las mujeres venezolanas que son madres solteras y levantan a sus hijos con gran esfuerzo. Esas que padecen la hambruna que ha provocado este Gobierno. Ellas son mis heroínas, las mujeres comunes y corrientes de Venezuela, que son grandiosas.
-¿Un hecho militar que valore?
-La lucha de la Fuerza Armada Venezolana contra la guerrilla castrocomunista en los años ‘60.
-¿Qué virtud desearía poseer?
-Me hubiese gustado poder tocar algún instrumento musical, mi predilecto, la guitarra española. Lamentablemente nunca me empeñé en hacerlo.
-¿Cuál ha sido su mayor frustración?
-No haber sido cantante de ópera, porque eso es lo que yo aspiraba ser en mi juventud.
-¿Una reforma que admire?
-El Pacto de Puntofijo, porque reformó la política venezolana y reformó al país.
-¿Cómo le gustaría morir?
-En el sueño.
-¿Cuál es el estado más común de su ánimo?
-Tranquila en mi casa, sin agitación. Yo tengo una vista muy hermosa de El Ávila desde mi estudio y habitación, entonces verlo cambiar de color a diferentes horas del día para mí es muy importante. Vivo sin presiones de nada ni nadie, paso el tiempo dedicada a mi computadora o leyendo, o viendo cosas que me gustan en la televisión.
-¿Qué defectos en la gente le inspiran indulgencia?
-La ignorancia de quienes no tuvieron la oportunidad de estudiar; es decir, respeto la ignorancia de quien no tuvo oportunidad de estudiar.
-¿Tiene un lema o una máxima?
-Viene del judío-español que hablaban mis antepasados y dice así: Veremos la luna y tomaremos el bairam. El bairam es la cena de los musulmanes cuando termina el Ramadán. Esto no quiere decir otra cosa que tener paciencia y esperar a que las cosas maduren.
-Si tuviera la oportunidad de viajar en el tiempo y traer de vuelta a una persona, ¿a quién escogería?
-A mi hermana Victoria, que murió a los 43 años y era una gran amiga y compañera. Quisiera que estuviera otra vez conmigo.
-¿Qué palabra eliminaría del diccionario?
-Ninguna, porque creo que sería un acto de censura y estoy en contra de la censura.
-¿Un ídolo?
-Nunca tuve ídolos, porque creo que nunca fui apasionada en nada, ni siquiera en el amor. Siempre fui lo suficientemente racional para encontrarles defectos a las personas que quiero, al partido al que pertenecí y en general a quienes me rodean.
-¿Cuál es su placer culposo?
-Comer dulce.
-¿De qué se arrepiente?
-Me arrepiento de muchísimas cosas, tantas que no podría enumerarlas aquí. Quizá lo que más lamento es no haber llevado nunca un diario de mi vida adulta.
-¿Un sabor que le recuerde a su infancia?
-La comida de mi mamá, que era deliciosa. El plato que más recuerdo es uno que en turco se llama Imán Bayaldí, y significa cuando el imán se desmayó. Se trata de unos calabacines rellenos de arroz y carne, pero que nadie en el mundo puede hacerlos como mi mamá.
-¿Una ciudad por la que sienta afecto?
-Mi Caracas natal. Nunca he vivido en otro lugar, he viajado por muchos lugares del mundo, pero siempre regreso con mucha alegría a mi ciudad. Aquí están enterrados mis padres y abuelos; y creo que uno pertenece es al lugar donde están enterrados sus seres queridos.
*Las preguntas pertenecen al “Cuestionario Proust”, una herramienta siempre vigente cada vez que los entrevistadores quieren conocer desde otro punto de vista a los entrevistados.