En la aldea
30 abril 2024

Los secretos de la Aldea

¿Cuáles serán las vías que seguirá explorando Maduro para no desatender la dotación de crudo a sus socios cubanos?, ¿para Guaidó lo importante se volvió urgente puertas adentro del Parlamento?, ¿algunos diputados opositores “juegan” con el discurso “pecar por inocente” aunque hace muchos años que peinan canas?, ¿cuál será la peor estrategia: Culpar al de al lado o escupir para arriba?, ¿cómo se explica que en un Parlamento democrático se practique eso de “oficinas paralelas”?, ¿la “viveza criolla” seguirá estando en el ADN venezolano sin importar el sufrimiento de la propia familia?

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Redacción LGA | 04 diciembre 2019
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Contraloría a la carta

Aún queda mucho por salir a la luz de las irregularidades cometidas por algunos diputados de la Asamblea Nacional (AN). Hasta ahora los hallazgos periodísticos han centrado los reflectores en la Comisión de Contraloría, sobre la que en el último año recayó una responsabilidad mayúscula, dada la gestión que se activó desde el Parlamento con la instauración del Gobierno interino de Juan Guaidó. Sin embargo, la citada comisión tan sólo sesionó unas seis veces este año, lo que ya enciende las primeras alarmas. En su lugar comenzó a operar una comisión parlamentaria paralela, cuyo liderazgo asumió el diputado Luis Parra. Esta instancia se dio a la tarea de contactar a diversas empresas como parte de sus “investigaciones”, las cuales cesaban repentinamente si con los involucrados se lograba la negociación apropiada. Si bien se hizo pública la matraca en la que entraron empresas y relacionados de Alex Saab, y con esto la red de corrupción tejida al amparo del régimen de Nicolás Maduro con los CLAP, se sabe que estos parlamentarios también hicieron lo propio al menos con una importante aseguradora.

El foco infeccioso

David De Lima, ex gobernador de Anzoátegui, ha sido señalado desde hace años de estar detrás de la compra de voluntades entre el liderazgo opositor. La chequera arrecia en los períodos electorales y en las coyunturas críticas del chavismo, como es la aplastante mayoría opositora en la Asamblea Nacional (AN). De allí que, de cara al próximo 5 de enero cuando la AN debe nombrar a su nueva Junta Directiva, este articulador vio claramente una oportunidad de minar el Parlamento a través de la comisión paralela encabezada por Luis Parra, a quien contactó para gestionar la compra de otros diputados opositores para que no le dieran su voto a Juan Guaidó en su reelección como presidente de la Asamblea Nacional. En este sentido, el diputado Luis Stefanelli, de Voluntad Popular, denunció esta semana que recibió “una insinuación muy importante de parte de otro colega para que el 5 de enero vayamos a votar por otro de la oposición, pero a conveniencia de la cohabitación, porque el PSUV votará supuestamente por este, y me estaban ofreciendo la cantidad de hasta un millón de dólares”. La danza de dólares ha ido y venido por los pasillos del Palacio Federal Legislativo beneficiando a algunos.

De pura raza

La reacción destemplada del diputado Luis Parra, de Primero Justicia, pasará a la historia a la par de su penoso rol en esta red de irregularidades constituida en el corazón del Poder Legislativo. Se ha dedicado a lanzar amenazas y acusaciones contra los periodistas que descubrieron la trama de corrupción en el Parlamento, con señalamientos que han sido recogidos por varias ONG y organizaciones gremiales como una incitación a la violencia contra los periodistas, que busca cercenar el ejercicio libre de la prensa. Más allá de lo soez de su discurso, lo cierto es que el diputado Parra llama la atención porque suele ser visto en camionetas de alta gama y porque en Yaracuy se le conoce como dueño de caballos de raza.

Los tiempos no cuadran

William Barrientos, de Un Nuevo Tiempo, es otro de los parlamentarios mencionado en las investigaciones periodistas sobre las irregularidades ocurridas en el seno de la Asamblea Nacional (AN). En su defensa dice haber sido abordado por el diputado Conrado Pérez, de Primero Justica, quien en marzo le pidió firmar una carta para exonerar de responsabilidad a Carlos Lizcano y la empresa Salva Foods, ambos relacionados con Alex Saab, y afirma que se negó a suscribirla. No deja de extrañar el hecho de que la Comisión de Contraloría, al frente de la cual estuvo el diputado Freddy Superlano, de Voluntad Popular, quien se fue a la clandestinidad en abril, no avanzara con ninguna investigación sobre estos temas cuando ya eran ampliamente comentados en los pasillos de la AN desde finales de 2018.

Aferrados a la Isla

Los reportes señalan que en noviembre los despachos petroleros de Venezuela a La Habana llegaron a 67.000 barriles diarios y aunque se trata de una caída con respecto a septiembre, cuando el volumen llegó a 143.000 barriles diarios, tales suministros siguen siendo el gran salvavidas del castrismo. Nicolás Maduro mantiene sus despachos sin importarle la crítica situación de la economía local y burlando las sanciones internacionales. La relación simbiótica entre la petrochequera venezolana y el sistema de inteligencia cubano para la perpetuación en el poder pesa mucho. Por eso el Tesoro de Estados Unidos dio una nueva vuelta de tuerca en sus sanciones para incidir en ambos regímenes, y accionó sobre seis buques que han servido para hacer despachos a la Isla. Habrá que ver cómo evoluciona la situación, y cuáles vías seguirá buscando Maduro para no desatender a sus socios.

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