De alacranes y otras alimañas
El 5 de enero es una fecha clave en Venezuela, pues ese día debe comenzar un nuevo período de sesiones de la Asamblea Nacional (AN), única institución democrática reconocida como tal por la comunidad internacional, y se escogerá a sus nuevas autoridades. Evitar que Juan Guaidó sea reelegido presidente del Parlamento -piso sobre el cual se sostiene su Gobierno interino- es el objetivo y desde diversos frentes se está bregando para alcanzarlo. Jorge Millán de Primero Justicia (PJ), Hernán Alemán de Acción Democrática (AD), Carlos Lozano (Camina) y Luis Stefanelli de Voluntad Popular (VP), ya recibieron el ácido de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Nicolás Maduro, por lo que como perseguidos judiciales sus curules en el Parlamento están en riesgo. Si abandonan sus funciones probablemente se perderán cuatro votos a favor de Guaidó, pues sus suplentes no son garantía de aliados a la reelección. Jorge Rodríguez, por su parte, se ocupó de hacer lo propio contra los parlamentarios Yanet Fermín (VP) y Fernando Orozco (ex Redes) a los que ordenó “capturar”, metiendo presión adicional sobre el Parlamento. A esto se añade la millonaria red de sobornos y de compra de voluntades dentro de la AN con la que intentan robarle otros votos a Guaidó. “Operación Alacrán”, así la llama el diputado Ismael León (VP), quien asegura que otros parlamentarios -de las propias filas de la oposición- ofrecen de 500 mil a un millón de dólares por voto, dinero que facilita el ex gobernador David de Lima y el ministro Tareck El Aissami. El monto de los “maletinazos” parece escalar cuanto más se acerca el mes de enero.
La banda de los contralores
En esta “Operación Alacrán” juega un rol clave el diputado Luis Parra (PJ), quien lideró al grupo de parlamentarios que actuó a favor de ocultar los delitos de Alex Saab. Desde inicios de diciembre, tras una entrega periodística hecha por el portal Armando.Info, quedaron en evidencia los vínculos de varios diputados con Saab para librarlo a él, a sus empresas y a sus allegados de responsabilidades en las investigaciones contraloras que a lo interno de la Asamblea Nacional se adelantaban sobre las redes de este empresario colombiano con las más altas esferas del chavismo, en sus millonarios actos de corrupción en áreas clave como los CLAP. El diputado Conrado Pérez (PJ), otro de los compañeros de Parra en sus favores a Saab, también fue señalado por León debido al desorden administrativo con el que manejaba la Comisión de Contraloría de la AN en su calidad de vicepresidente. Por esas oficinas circulaban sus allegados y familiares en busca de expedientes y casos en proceso… No hay que olvidar que en los pasillos del Palacio Federal Legislativo era un rumor a voces el “cobro” a los investigados para que sus causas cesaran. En Los secretos de la Aldea ya habíamos señalado que los diputados se habían “ocupado” de una importante aseguradora. Ahora León sostiene que Conrado Pérez cesó personalmente una investigación sobre César Bolívar, presidente de Seguros Universitas, un tema que dio paso a otras instancias en el Ministerio Público.
Costuras al aire
El efecto de las presiones, los “maletinazos” y demás mañas en el seno de la AN hace que se les vean las costuras a algunos de los llamados opositores. En la sesión de este martes 17 de diciembre se planteó una reforma del Reglamento de Interior y de Debates de la Asamblea Nacional con la idea de que los parlamentarios que están en el exilio -debido a la persecución judicial- puedan participar en las deliberaciones por vía remota, lo que garantiza la operatividad de la AN y echa por tierra el boicot a la mayoría opositora alimentado desde la ANC, la Fiscalía y el TSJ. Como era de esperarse los parlamentarios de la bancada rojita rechazaron la propuesta y abandonaron el hemiciclo, pero no fueron los únicos. José Brito, Luis Parra y Conrado Pérez (del clan de los contralores) también se retiraron, así como José Antonio España, Adolfo Superlano y José Gregorio Aparicio, miembros de la autodenominada fracción Independientes por la Renovación y abiertamente opuestos a la reelección de Guaidó. La lista de ausentes se completó con los parlamentarios de la Fracción 16J.
Los costos del “ajuste” económico
El “ajuste” económico que Nicolás Maduro ha aplicado de forma silenciosa para gestionarse un margen de maniobra, en medio de la crisis y de las sanciones, ha creado una sensación de “normalización” como la llaman algunos. Pero la estrategia, que responde más a sus intereses políticos que al interés por corregir los problemas de fondo de la economía, está pasando factura a las empresas formales mientras se fomenta la informalidad al abrigo del régimen venezolano. Uno de los sectores que más ha resentido el impacto de las decisiones económicas de Maduro es la banca, que sigue achicándose y haciéndose más frágil, mientras la economía se debilita y la productividad cae. A noviembre, según Global Ratings, la cartera de créditos neta del sistema bancario venezolano tan sólo representaba los 221 millones de dólares.
