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16 enero 2025

El Béisbol en Venezuela: El Vargas dice adiós

Los conocidos como Sabios del Vargas impulsaron, durante el segundo semestre de 1945, la profesionalización del béisbol en el país; formado parte de la historia fundacional de la LVBP, junto al Caracas, Magallanes y el Venezuela. Pero los eternos rivales pasaron a dominar la Liga a su antojo, mientras las siguientes temporadas el Vargas quedaba relegado al final de la tabla. Fue entonces cuando en 1954, el Vargas se retiró de la LVBP por no contar con el músculo financiero necesario para competir con las nóminas del Caracas y el Magallanes.

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Félix Seijas Rodríguez | 10 septiembre 2021

El retiro de Sabios del Vargas y Patriotas de Venezuela del torneo 1953-1954 puso a tambalear a la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP). Los problemas financieros de los equipos se habían agudizado con la disminución del flujo de fanáticos al estadio, como consecuencia del ascenso de Marcos Pérez Jiménez al poder y la ola de persecuciones que el dictador puso en marcha.

En un intento por salvar el espectáculo, Caracas y Magallanes invitaron a los dos principales equipos del estado Zulia, Pastora y Gavilanes, a unirse a ellos en un torneo que fue conocido como el “Rotatorio”. Este hecho marcó el inicio de un nuevo período de cambios en la pelota profesional del país.

El Torneo Rotatorio cumplió su fin y el béisbol no se detuvo aquella temporada. Sin embargo, la experiencia resultó onerosa para estos equipos que no estaban acostumbrados a lidiar con una estructura de costos que involucraba gastos de viajes, viáticos y alojamiento, entre otros, lo que llevó a que, una vez terminada la temporada, el formato fuese abandonado.

“El Vargas había alcanzado el pináculo en su paso por los diamantes. Sin embargo, la magia estaba por culminar”

En enero de 1954, el Pastora se tituló campeón de la justa y viajó a San Juan de Puerto Rico para representar al país en la VI Serie del Caribe, donde logró sorprender en el primer encuentro al favorito, el Almendares de Cuba, al derrotarlo 7 por 5. Sin embargo, de ahí en adelante las cosas no salieron bien para el equipo lácteo que cayó derrotado en cuatro de los restantes cinco encuentros, para así terminar confinado en el último lugar de la tabla de posiciones con dos victorias y cuatro reveses.

En Venezuela, tanto el Centro como el Occidente enfrentaban el reto de rearmar sus ligas de cara a la temporada 1954-1955. En el Zulia, un grupo de empresarios -con el apoyo del presidente de la National Association of Professional Baseball Leagues (NAPBL) de los Estados Unidos, George Trautman– fundaron la Liga Occidental de Béisbol Profesional (LOBP). Durante su gestión al frente de la NAPBL, Trautman fue un actor clave en el establecimiento de relaciones formales entre el sistema profesional de béisbol norteamericano y el del Caribe. La promoción de la LOBP formó parte de esta estrategia, por lo que a partir de ese momento el Occidente del país quedaba conectado con las organizaciones peloteriles de los Estados Unidos. El proyecto cristalizó y el 7 de diciembre de 1954 la liga occidental cantó la voz de play ball con la participación de cuatro equipos: Lácteos del Pastora, Gavilanes de Maracaibo, Espadón BBC y Petroleros de Cabimas.

Mientras tanto, en Caracas, Juan Antonio Yanes anunciaba el regreso de sus Patriotas de Venezuela a la LVBP. Por su parte, Juan Rafael Reguetti, propietario del Vargas, se apartó del béisbol, confirmando el final de la trayectoria de su divisa en el béisbol venezolano.

Se dice rápido, pero hablar del Vargas es hablar de una de las franquicias de gran importancia en la historia del deporte en el país. Su desaparición representó un impacto sustancial en el paisaje del momento en la pelota local.

“Los libros de la divisa litoralense se teñían un poco más de rojo cada año. Entonces Reguetti decidió tirar la toalla, y con ello el telón de una historia de éxitos y amarguras cayó de manera estrepitosa”

El Vargas se fundó en 1937. Sin embargo, aquello fue una especie de renacimiento, ya que el equipo Vargas del litoral central existía desde principios del siglo XX, época en la que protagonizó junto al club San Bernardino de Caracas una de las primeras rivalidades beisbolísticas que vivió el país. En 1937, el empresario Juan Reguetti, con el apoyo de Pablo Morales y Oscar Prieto, trajo al Vargas de vuelta a la vida y con ello la emoción de la afición litoralense. El equipo se incorporó de inmediato a la Primera División en sustitución de Senadores BBC, divisa que a pesar de haber recién conquistado su primer campeonato en la liga, desapareció aquel año. El Vargas de Reguetti probó ser un buen heredero del puesto y comenzó a cosechar éxitos con la conquista de la corona en su temporada debut. Luego se haría dueño del título en otras dos oportunidades: 1939 y 1940.

Reguetti y el Vargas formaron también parte de la historia fundacional de la LVBP. Junto al Caracas, Magallanes y el Venezuela, los conocidos como Sabios del Vargas impulsaron durante el segundo semestre de 1945 la profesionalización del béisbol en el país. En enero de 1946 el trabajo dio sus frutos con el inicio de la temporada inaugural de la liga profesional. Ese año, bajo la conducción de Daniel “Chino” Canónico y Roy Campanella, la divisa del mar se convirtió en el primer club campeón de la recién creada Liga. Un año después, en 1947, el Vargas repitió la corona y se proclamó como el primer bicampeón de la LVBP. En esta ocasión el equipo fue dirigido por Ernesto Aparicio y el “Chino” Canónico.

Al Vargas le esperaba ese año un momento curioso y quizás aún más estelar. El éxito del equipo de Reguetti continuó con la visita de los Yankees de Nueva York a la ciudad de Caracas, como parte del proceso de preparación del equipo norteamericano para la venidera temporada de las Grandes Ligas. El 28 de febrero de 1947 los Mulos de Manhattan llegaron a Venezuela cargados de estrellas, pero con la ausencia notable de Joe DiMaggio, quien no acompañó al equipo a la gira. ¡Ni que se fuese a casar con Marilyn Monroe! Bueno, sí lo hizo, pero siete años después, el 14 de enero de 1954, precisamente el año del retiro del Vargas de la LVBP. Pensando en la boda, quizás Marilyn y Joe bailaron esa noche “That’s All Right (Mama)”, el primer sencillo de Elvis Presley recién grabado diez días antes de la ceremonia -no, no vamos a discutir aquí si ese fue el primer tema de rock and roll grabado en la historia; aunque provoca, pero ese no es el tema de esta columna.

“La divisa del mar se convirtió en el primer club campeón de la recién creada Liga. Un año después, en 1947, el Vargas repitió la corona y se proclamó como el primer bicampeón de la LVBP”

A su llegada a Caracas, los de la ciudad de los rascacielos tenían pautado disputar un juego con cada uno de los equipos que conformaban la LVBP, con la excepción de Patriotas. Luego, los del Bronx realizarían una serie de tres encuentros contra los Dodgers de Brooklyn, que arribaron al país unos días después sin la estrella negra que tres meses más tarde rompería la barrera racial en las Grandes Ligas: Jackie Robinson. No, Robinson no se llegó a casar con Marilyn. Ya él estaba casado. Además, los gringos tampoco estaban preparados para tanto en aquellos días… Jackie no acompañó al equipo por razones estratégicas. Lo estaban protegiendo de la presión mediática que generaba su inminente debut en la MLB.

El primer juego de la gira se realizó el sábado primero de marzo de 1947 a las tres de la tarde en el Estadio Cerveza Caracas de San Agustín. El rival de los Yankees era el bicampeón de la Liga venezolana, el flamante Vargas, que se había reforzado para la ocasión con algunos jugadores cubanos. Pues los de Reguetti sorprendieron a todos y consiguieron derrotar a Nueva York cuatro carreras por tres, con victoria desde la lomita del lanzador de las Ligas Negras y futuro miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, Hilton Smith. Por supuesto que los del Bronx eran favoritos absolutos para ganar todos los juegos, pero… ya saben: “El juego no termina hasta que se acaba, te lo he dicho muchas veces”, debe haber susurrado Yogi Berra a Phil Rizzuto en la cueva de los Yankees al caer en el out 27 aquella tarde en el coso de San Agustín. O quizás se lo dijo mientras cenaban entre morichales al lado de la piscina del Hotel Ávila, en San Bernardino, donde se alojaba el equipo. O paseando por los jardines del Hotel al pie del cerro caraqueño, entre camisas voladoras que aún escapaban de las ventanas de la suite presidencial que año y medio antes ocupaba Diógenes Escalante.

El Vargas había alcanzado el pináculo en su paso por los diamantes. Sin embargo, la magia estaba por culminar. El Caracas, que había quedado subcampeón en los dos primeros torneos de la LVBP, conquistó la Liga la temporada siguiente custodiado por quien había sido hasta ahora su verdugo: El Vargas. Fue entonces cuando la situación financiera hizo retroceder de forma notoria a los del litoral. Juan Rafael Reguetti no contaba con el músculo necesario para competir con las nóminas del Caracas y del Magallanes que cada vez se abultaban más. Los eternos rivales pasaron a dominar la Liga a su antojo. Las siguientes temporadas vieron al Vargas quedar relegado al último puesto de la tabla, con la excepción de la zafra 1950-1951, en la que alcanzaron el tercer lugar. 

Los libros de la divisa litoralense se teñían un poco más de rojo cada año. Entonces Reguetti decidió tirar la toalla, y con ello el telón de una historia de éxitos y amarguras cayó de manera estrepitosa. Cuando en 1954 la LVBP se embarcó en la tarea de rearmar su estructura para volver a su formato original de juegos en la capital, el puesto del Vargas fue tomado por una nueva divisa: Santa Marta BBC.

Sin embargo, los movimientos no terminarían aquí. Como dijimos antes, estos acontecimientos marcaron el inicio de un nuevo período de cambios en la Liga, en el que los fanáticos tuvieron que acostumbrarse a la aparición y desaparición de equipos, así como a una seguidilla de cambios de sede.

¡La LVBP se movía hacia nuevos terrenos!

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