Escaños a la medida
La “ruta electoral” determinada por el régimen de Nicolás Maduro apuntaba con claridad a un cambio de reglas, pero no necesariamente las exigidas por el país y la comunidad internacional, que garantizaran elecciones libres y democráticas en Venezuela. No. Los ajustes en las condiciones apuntan a garantizarle al chavismo su sostenimiento en el podery el control de la Asamblea Nacional, pero con el barniz democrático necesario para cubrir las apariencias. Por eso desde el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Maduro, cuando le quitó al Parlamento la facultad de elegir las autoridades electorales, ya se instruía que se debían hacer modificaciones de fondo, las cuales obedientemente el nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) ha diseñado. De esta forma se elevó el número de escaños del Parlamento a 277 para alcanzar un número de diputados que permita hacer la repartición de las cuotas requeridas entre las organizaciones y fundaciones políticas que están jugando a avalar las parlamentarias mientras el régimen consolida sus objetivos.
Apoyos y candidatos
Esta carrera electoral abre espacio para cualquier cosa. De hecho, el gobernador de Miranda, Héctor Rodríguez, está haciendo lo propio para estimular el voto en circuitos electorales clave de la Gran Caracas, conocidos por ser bastiones de la oposición. Para eso está perfilando una candidatura a diputado a la Asamblea Nacional que surja de esas zonas emblemáticas e, incluso, ya ha manejado el nombre de David Uzcátegui para ello, aunque las aspiraciones políticas de este dirigente pudieran alejarlo de la propuesta. En todo caso, Rodríguez ha tenido reuniones con los alcaldes de Baruta, Chacao y El Hatillo para definir un nombre y trabajar en esta agenda.
Sonsacando liderazgos
Si bien los partidos del llamado G4, que son las principales organizaciones de la oposición, han mostrado una postura crítica sobre las parlamentarias a la medida que prepara Nicolás Maduro, lo que lleva al rechazo del proceso y a señalar que no se debe participar en él, puertas adentro no todo luce tan claro. Algunos líderes del G4 han sostenido reuniones a título personal con representantes del chavismo como Jorge Rodríguez para explorar opciones. En conclusión, no todos los liderazgos están alineados sobre participar o no en las parlamentarias y pudiera haber sorpresas pronto en este sentido.
Cárcel o curul
Algunos operadores políticos del chavismo ya hacen los contactos del caso con algunos presos políticos con buen perfil para “candidatear” a las parlamentarias. La oferta es simple: Libertad a cambio de postulación. En la búsqueda de capas de legitimidad para el proceso es muy bien vista la opción de lograr algunas candidaturas entre los presos políticos; pero no es el único esfuerzo que se hace desde las filas del oficialismo y de sus aliados. De hecho, la llamada “Fracción CLAP”, que antes del 5 de enero movió cielo y tierra con maletines llenos de dólares en la Asamblea Nacional para quitarle la mayoría de respaldo a Juan Guaidó, ha vuelto a las andadas en su compra habitual de voluntades con curules garantizados como parte de la oferta.